Vizcaya

Una provincia que lo tiene todo

Tres parques naturales, una costa plagada de pueblos pesqueros con encanto, bodegas, restaurantes y, por supuesto, Bilbao. Este territorio vasco reúne en poco espacio innumerables cosas que hacer

El puente de Portugalete

El puente de Portugalete

M.J. Tomé

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Pese a ser la segunda provincia más pequeña de España en superficie, que no en habitantes, Vizcaya es un territorio que aglutina numerosos atractivos turísticos muy diversos. Parques naturales, ciudades con historia, una costa con personalidad y una gran urbe, Bilbao, son algunos de los lugares que deben de estar en cualquier ruta que se precie por este territorio del País Vasco.

Inmersión en la naturaleza

A pesar de sus pequeñas dimensiones esta provincia tiene tres parques naturales: Urkiola, Gorbea y Armañón. Este último está situado en la comarca de las Encartaciones, en el límite con Cantabria, y pivota sobre el macizo montañoso de Armañón, en el valle de Karrantza. Es un espacio perfecto para los senderistas ya que tiene rutas adecuadas a todos los niveles de forma física.

Pero si por algo destaca el Parque Natural de Armañón es por acoger más de 200 cuevas y simas entre las que destaca sobremanera la de Pozalagua, que tiene una de las mayores concentraciones de estalactitas excéntricas del mundo. A diferencia de las estalactitas convencionales, las excéntricas crecen caprichosamente en cualquier dirección creando figuras magníficas como si fuesen raíces o corales. Son muy poco habituales y cuando dos o más coinciden en un lugar es una auténtica maravilla.

Rumbo a Bilbao

La siguiente parada de esta ruta por Vizcaya es su capital, Bilbao, una ciudad que se ha transformado completamente en los últimos 30 años convirtiéndose en un gran exponente de reconversión urbanística. Bilbao dejó de ser una ciudad gris dedicada a la industria a destacar como destino urbanita, cosmopolita y lleno de diseño.

Tras este resurgimiento, la capital de Vizcaya se ha ido transformando en una ciudad de referencia internacional del turismo a todos los niveles teniendo al Museo Guggenheim, que este año cumple un cuarto de siglo, como buque insignia de esa transformación.

Costa con encanto

La costa de Vizcaya se caracteriza por sus formaciones rocosas, sus paisajes verdes y sus pueblos pesqueros que forman una tríada de encantos inigualable. Una de las localidades más representativas del litoral vizcaíno es Plentzia, un punto de partida perfecto para descubrir el flysch, unas formaciones rocosas compuestas por varios pliegues de roca gigantescos que albergan sedimentos y fósiles de nada menos que 60 millones de antigüedad.

En Vizcaya merece la pena descubrir la bodega boutique Crusoe Treasure, fundada por Borja Saracho. Se trata de una cava sumergida que vende sus vinos por todo el mundo y que ha seducido a personajes de la la talla de Richard Branson y a miembros de la realeza árabe. Crusoe Treasure ha creado una bodega debajo del mar que se ha convertido, a su vez, en el primer arrecife artificial del mundo ya que ha ayudado a salvaguardar especies en esta zona del Cantábrico.

Portugalete

Antes de poner punto y final a esta ruta por Vizcaya es de recibo visitar Portugalete, una de sus localidades más emblemáticas donde a finales del siglo XIX la burguesía bilbaína estableció su segunda residencia. Esta población es muy conocida por el Puente Bizkaia, Patrimonio Mundial de la Unesco, que, con sus 129 años de historia, fue el primer puente transbordador construido en el mundo de estructura metálica.