TENIS

Alcaraz contra Bautista, el inesperado duelo fratricida en las semifinales de Queen's

El veterano de 37 años da la campanada eliminando a Rune y se medirá con el número 2 del mundo, que despachó con facilidad a Rinderknech

Carlos Alcaraz, en un descanso de su partido de cuartos de final de Queen's.

Carlos Alcaraz, en un descanso de su partido de cuartos de final de Queen's. / Kin Cheung / AP

Sergio R. Viñas

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A Carlos Alcaraz se le esperaba en las semifinales de Queen's. Al fin y al cabo, es el mejor tenista del momento y suma ya 16 partidos consecutivos con victoria. A Roberto Bautista, en cambio, nadie le vio llegar. No con 37 años, no dos años después de su última penúltima ronda en un ATP 500. Pero el veteranísimo desafiará este sábado al (casi) adolescente por un puesto en la final del domingo. El otro, se lo disputarán a partir de las 14.00 horas Jiri Lehecka y Jack Draper.

El primero en lograr el pase fue un Carlos Alcaraz que encontró el partido que necesitaba. Lo requerían su cuerpo y su cabeza, castigados por la acumulación de esfuerzos, aún magullados por la sobreexigencia a la que, por sorpresa, le había sometido el balear Jaume Munar el día anterior, este jueves. Arthur Rinderknech, un tenista repescado de la previa, al que nadie esperaba en cuartos de final de Queen's, parecía el rival propicio para el murciano. Lo fue (7-5 y 6-4 en 1h.20).

El número 80 del mundo, por mucho que hubiera sorprendido derrotando a Ben Shelton en primera ronda, no podía ser un gran obstáculo para el tenista más en forma del momento. Su estrategia de colocar buenos y potentes primeros servicios, ayudado por su 1,96 de altura, y de confiar sin vacilaciones en su derecha tenía una fecha de caducidad clara: el tiempo que le costara a Alcaraz apretar el acelerador.

Y el francés tuvo vida durante casi todo el primer set, practicando un juego sencillo y efectivo que Alcaraz no se esforzaba demasiado en contrarrestar. En partidos como este, en torneos cuyo objetivo pasa más por la puesta a punto (la adaptación a la hierba ante la inminencia de Wimbledon en este caso) que por la victoria, es esencial esperar al momento clave, para no arrastrar en siguientes rondas sobreesfuerzos innecesarios.

Alcaraz acelera y rompe

La reacción del español llegó en el décimo juego. Su relajación permitió a Rinderknech colocarse 0-30. Fue entonces cuando Alcaraz dijo "hasta aquí". Conservó el servicio, consiguió el primer 'break' en el siguiente y abrochó el 7-5 con su saque. Su derecha, algo retraída hasta entonces, se desplegó para trasladar la diferencia de jerarquía entre ambos al marcador.

Mucha menos historia tuvo todavía el segundo set. Alcaraz ya se había desperezado y comenzó a ampliar su repertorio de golpes. Sin alardes, pero sí una mayor variedad, mientras Rinderknech se agarraba a su única receta. Insuficiente para evitar el 'break' en el quinto juego, que ya puso la victoria en bandeja al ganador de cinco Grand Slams.

A partir de entonces, Alcaraz, que busca su segundo título en Queen's tras el que logró en 2023, fue conduciendo el partido cómodamente hasta su victoria. Conservó sus servicios y abrochó el triunfo en el 6-4, para una hora y 20 de esfuerzo. Todos los objetivos quedaron cumplidos.

Sorpresa de Bautista

Justo después, sobre la misma hierba, Bautista desafiaba a Holger Rune, el número 9 del mundo. Para el castellonense ya era un gran logro haber alcanzado los cuartos de final. No tenía nada que perder y quizá eso jugó a su favor para dar la campanada (7-6, 6-7 y 6-2) contra el danés. Ahora, le espera el más difícil todavía. Le espera Alcaraz.

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