Motociclismo
se escribe con
'm' de mujer

Por Begoña González

Motociclismo
se escribe con
'm' de mujer

Por Begoña Gonzàlez

Motos. Gasolina. Adrenalina. Tres ideas que generalmente se han asociado a una cuarta, la testosterona, y que poco a poco van adaptándose a una nueva era en la que las mujeres han empezado a tomar el espacio que les pertoca. Atrás va quedando la época en la que las únicas mujeres presentes en el mundo del motociclismo eran las “chicas del paraguas” o azafatas.

Desde hace unos años, aficionadas, periodistas, pilotos, mecánicas y organizadoras han ido reclamando su lugar en el mundo de las dos ruedas. Según el censo de la DGT, en 2015, un total de 6.884 mujeres obtuvieron en España la licencia de conducir motos de hasta 35kv, el permiso A2, una cifra que ha ido creciendo hasta duplicarse el pasado año 2021 con un total de 12.441 nuevas conductoras. La presencia de mujeres es cada vez mayor tanto en las pistas como en la carretera.

Aunque hay muchas formas de sentirse atraída por las motos y muchas formas de hacer de esta pasión una forma de vida, en muchos casos la historia empieza con la inocencia de la infancia.

“Yo empecé en esto siendo una niña. Y los niños lo ven todo como natural. No se cuestionan si eres un niño o una niña. Llegaba al circuito, montaba en moto y hacía podio o no. Para mí era un juego. No me daba cuenta”, explica María Herrera. Ella es piloto del Aspar Team en el campeonato de Moto E. “Al principio veía mucha risita y buen rollo, pero luego, cuando les ganaba, se ponían más serios. Como diciendo ‘me ha ganado la niña’. Aún así, se lo tomaban bien. A veces era más los padres”, rememora la piloto.

A día de hoy, para María es algo normal, pero asegura que “nunca dejan de mirarte porque eres la única chica. Solo que llega el momento en que te acostumbras”. Y es que inevitablemente tendemos a fijar la vista en aquello que resalta sobre el resto.

“Inevitablemente sientes que tienes que demostrar mucho más que el resto porque en todo momento se te está juzgando”, afirma. La piloto madrileña asegura que no ha sido fácil llegar donde está a pesar de haber demostrado con creces y un buen palmarés que estaba perfectamente capacitada. “Llegué a ganar el Campeonato de España, pero tuve dificultades para dar el salto al Mundial. Querían que me quedara en el Campeonato de España porque estaba ganando, y porque dudaban de mi potencial. De que pudiera hacerlo bien. Se me ha cuestionado mucho”, explica.

El pasado mes de septiembre la piloto hizo historia en el circuito de Motorland Aragón al ser la primera mujer en correr con un equipo 100% femenino en el mundial. El equipo Angeluss, del que formó parte, es un proyecto dedicado a empujar a las mujeres en el sector de los deportes de motor. “Las mujeres en este mundo vamos quemando etapas y cuando conseguimos llegar al mundial muchas veces no tenemos equipo por el simple hecho de serlo. Se duda de nuestro potencial físico o aguante”, zanja.

Item 1 of 2

Nekane Muros fue una de las mujeres que la acompañaron aquel día. Es mecánica de competición y fue una de las encargadas de poner a punto la moto de María. “Todo empezó cuando mi padre me regaló mi primera moto. Ahí ya me di cuenta de que se había despertado algo en mí. Al llegar de montar, me quedaba con él a mirar como la reparaba y revisaba”, explica la mecánica.

"Sentirme cuestionada por ser mujer era uno de mis mayores miedos al entrar en este mundillo"
Nekane Muros

Cuando tuvo claro que lo que quería era hacer de su pasión, su profesión lo tuvo claro y se mudó a Barcelona para estudiar. “Sinceramente, sentirme cuestionada por ser mujer era uno de mis mayores miedos al entrar en este mundillo. Al principio sí que es verdad que a todos les cuesta dejarte ir poco a poco, pero yo creo que eso le pasa tanto a una chica como a un chico que está empezando”, asegura. Aún así, sigue habiendo una cierta tendencia a desconfiar de las capacidades mecánicas de una chica, aunque sea por inercia social. “Algunas veces si he vivido el típico ‘ya te ayudo’ con retintín. Pero soy una chica muy echada para adelante y les he dicho que me enseñen que quiero hacerlo, y aprender de ello, y nunca se han negado”, zanja.

Y es que el paternalismo, la infantilización y la falta de confianza son aspectos que se replican también en otros ámbitos del mismo universo motero. Berta Doria es una “mujer motera”. Así se define y sobre esa idea desarrolló su blog y redes sociales (@mujeresmoteras) hasta convertirse en una de las comunicadoras referentes en el sector. “Al principio tenía la sensación de que se me cuestionaba más que a cualquier novato por el simple hecho de ser mujer. Me he pasado muchos años intentando demostrar que no solo era una chica mona que va en moto”, explica.

Por suerte, la comunidad motera femenina es cada vez mayor. “Ya no somos un bicho raro y cada vez más marcas quieren apostar por el público femenino, pero a nivel profesional se nos sigue mirando con recelo”, explica, y matiza que dónde más rechazo se ha encontrado ha sido en el público, más que en sus compañeros de profesión. “Me han mandado a cocinar en redes muchas veces”, explica con humor. Ninguno de esos comentarios la ha frenado para seguir creciendo profesionalmente. “Quiero seguir creando contenido porque creo que aporto valor, nosotras mismas debemos dejar de tirarnos piedras sobre nuestro tejado, apartar la sexualización para crecer en redes y apostar por nuestro valor como comunicadoras”, zanja.

DDejar de lado la objetivización y la sexualización es algo en lo que coinciden casi todas. “Motera es la que le gustan las motos, pilota y se protege, no solo la que posa en bikini para ganar seguidores. Esa imagen es irreal, no es la motera que ves en la calle”, asegura Carol Noguero (@carolpinkbiker). “Se puede ser motera y femenina sin caer en los tópicos”, zanja. Ella se sintió atraída por las dos ruedas desde bien pequeña y en cuanto tuvo la oportunidad se hizo con una moto. Desde entonces ha conducido varias monturas y coincide en que “irse rodeando de chicas moteras ayuda a ir cogiendo confianza también y romper barreras mentales. Vivimos en una sociedad en la que por llevar una moto rosa, como es mi caso, la gente da por hecho que no sé de lo que hablo”, explica.

"A menudo recibo comentarios en mis redes sociales de ‘dónde vas con esa moto’"
Carol Noguero

“Cada vez que alguien me insinúa que es mucha moto para mí me empuja a seguir conduciendo”, explica la motera que coincide con Berta en que muchas veces, el anonimato de las redes envalentona a los energúmenos que habitan en internet. “A menudo recibo comentarios en mis redes sociales de ‘dónde vas con esa moto’. Pero también recibo ánimos y admiración de muchísimas otras personas y eso es muy gratificante”, explica. Queda mucho trabajo por hacer para ‘desmasculinizar’ las motos, pero cada vez son más mujeres las que reman en la misma dirección para acabar con los estereotipos.

Un reportaje de EL PERIÓDICO

Texto:
Begoña González
Imágenes:
María Herrera, Nekane Muros, Berta Doria, Marina León
Diseño:
David Jiménez
Coordinación:
Rafa Julve