Messi ha sido el hilo argumental del mejor Barça nunca visto. Un equipo que ha construido una historia llena de éxitos, que trascienden de las cuatro Champions conquistadas o del año perfecto firmado en el 2009: seis títulos de seis posibles.
El juego de Messi ha sido la bandera de un estilo basado en la idea cruyffista que se ha colado en la memoria de los aficionados culés y del fútbol mundial para siempre. Pertenece Leo a la historia. Y el Barça de Messi figura ya entre los equipos más grandes de este deporte.
Camp Nou. Barça-Albacete. 1 de mayo del 2005
Ronaldinho asiste a Messi. Un delicado disparo en vaselina con la izquierda supera a Valbuena, el meta del equipo manchego.
Es el primer gol de Leo en su casa del Camp Nou.
No era un goleador, decían al inicio. Regatea demasiado, sostenían sus críticos. Que los tenía, aunque parezca mentira. Pero la relación de Messi con el gol ya arrancó en la infancia. Siempre marcó. Y de todas las maneras, aunque la mayoría de esos tantos llevan la rúbrica de su maravillosa pierna izquierda.
A finales de la década de los 80 apareció Cruyff, el personaje fundamental en la historia del Barça. Más, mucho más como entrenador que como jugador cuando llegó en 1973.
Luego, Messi adquirió una influencia descomunal llenando el museo del Camp Nou con todos los títulos posibles.
Primero, el triplete; luego, el sextete.
En Roma se colgó del cielo para cabecear un maravilloso gol que dio, junto al de Etoo, la primera Champions del Barça de Guardiola (2009).
Copa, Liga y Champions abrieron un 2009 irrepetible para el Barça.
Era el triplete en el primer año de Guardiola. Luego, se convirtió en el sextete.
Y la Copa de Europa de Roma-2009 como símbolo de ese viaje a la cima
Todavía no tiene una estatua en la puerta del viejo Camp Nou como Kubala, el jugador que revolucionó la historia del Barça a mitad del siglo XX.
Ni tampoco un estadio a su nombre como Johan Cruyff, el personaje más influyente del club, capaz de transformar un club depresivo y perdedor en el símbolo del éxito y de la alegría.
Pero Leo Messi ya está en el campo por delante de las dos grandes figuras de una institución que es mucho más que un club.