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Andà p'alla, bobo

Jefe, esté atento: hoy juega el Elche en Barcelona

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas / ·

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

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El otro día, en un Col.legi de Periodistes repleto de viejos rockeros del periodismo de antes (no, no, no diré del bueno, ¡por Dios!), Ramon Besa, uno de tus ‘bandidos’ preferidos, dijo que si le habían concedido el prestigioso Premio de Oficio de Periodista era, en parte, por tu culpa.

La primera parte de su discurso -bueno, de su clase magistral- para explicar por qué dejó Perafita -bueno, en realidad jamás ha dejado Perafita- para convertirse en el maestro de periodistas que es, escribiendo, leyendo, dirigiendo redacciones, interpretando la vida, ya sabes, estando cerca de la noticia pero sin contagiarse de ella y dando clases en la universidad, te la dedicó a ti.

Y debes creerme: todos los que estábamos allí, pensamos: “¡Claro que sí! ¡Bien hecho!”, ‘el jefe’ se lo merece. Y es que buena parte de los que estábamos babeando entre el público mientras Ramon disertaba sobre el auténtico periodismo habíamos recibido tus pellizcos, tus broncas, tus felicitaciones (bueno, bueno, no tanto: tu máxima expresión a la hora de felicitarnos era “correcto”) y, por descontado, había subido en más de una ocasión al Nou Altabix, que es como llamabas a tu despacho.

Nadie sabe a ciencia cierta por qué Antonio Franco Estadella, 'el jefe' de los 'bandidos' periodísticos, nuestro comandante en jefe, era del Elche. Es muy probable que se enamorará, sí, seguro, del fútbol prodigioso de Marcial, Lico, Re y Asensi.

A la salida del colegio, Xavier Vidal-Folch, otro de los jefes de la pandilla de ‘bandidos’, me arrinconó en la escalera, antes de pisar la rambla de Catalunya en compañía de Andoni Zubizarreta, que no quiso perderse el homenaje a Ramon, me dijo que le pidiese el discurso al homenajeado para enviárselo a Mylene, tu esposa, y Carlota y Andrés, tus hijos. Y me pidió más: algún día deberías contar por qué Antonio (Franco Estadella, sí, de él estoy hablando) era del Elche… y del Barça.

Cuando le dije que nadie lo sabía (por qué Antonio se hizo del Elche), no me creyó, claro, pero es cierto, el coronel de los ‘bandidos’ se llevó ese secreto, como muchos otros, con su muerte. Todo parece indicar que, como fino estilista, le gustó sobremanera el fútbol que practicaba el Elche de Marcial, Lico, Re y Asensi, y decidió que había que apoyar a esos chicos.

Antonio Franco Estadella, con un fotomontaje regalo de la familia.

Antonio Franco Estadella, con un fotomontaje regalo de la familia. / EL PERIÓDICO

Y no los apoyó, no, se volvió loco por ellos, hasta el punto de que el Elche le tenía un cariño muy especial: casi lo hacen presidente de honor, en serio; cosa, fijo, que no sabe el bueno de Eder Sarabia, que hoy se presentará con otro Elche de lujo en el Spotify Camp Nou. Pues, aunque la vicepresidenta Elena Fort ya va fardando por ahí de que volvemos al Camp Nou, es mentira, aún no se vuelve al Camp Nou.

Supongo que ahí donde esté tendrá una pantalla de televisión celestial y Antonio verá el partido de esta tarde en compañía de mi hermano Carlos, que era el que le llevaba, en coche, a todos los campos de España (Antonio no tenía carnet de conducir) y de José Luis Martínez Ibáñez, que era también del Elche porque era de allí, no porque le gustase el fútbol.

Es hasta posible, que Andrés, su hijo, que ha heredado, además de la estatura y la bondad, otras muchas cosas de su padre, por ejemplo, el autobús del equipo de botones del Elche, que viajaba en una caja de puros Montecristo pintada de blanco con la franja verde, los alinee esta tarde sobre la mesa de su comedor donde, probablemente, tendrá más posibilidades de derrotar al Barça de Hansi Flick que sobre el césped de Montjuïc.

¿Su último deseo?, lo estamos cumpliendo a rajatabla los 'bandidos': “Recordarme de vez en cuando y, sobre todo tú, cabrón, no dejes de empujar para que el Elche no baje”.

A Antonio le encantaría y enorgullecería este divertido y atrevido Elche del niño Sarabia, ¿a qué sí, Ramon?, que intenta jugar bonito, atacar, presionar y recordar a Lico, Marcial, Re y Asensi. Es más, dicen que ese chico murciano, de 20 años, Rodri Mendoza se llama (¡qué come esta gente de Murcia para parir tan grandes y buenos deportistas!), tiene un aire a Pedri ¡a Pedri, Antonio, a Pedri!

Pues eso, que el Barça-Elche de esta tarde en la montaña mágica de Montjuïc no será un partido cualquiera para los ‘bandidos’, que, gracias al periodismo de entonces, éramos un montón y que, ahora, ya sin el comandante de la guerrilla, hemos decidido que, cada vez que se nos cruce esa camiseta verdiblanca, vamos a suspirar por el tipo que nos paraba las balas cuando alguien pretendía cuestionar alguna de nuestras informaciones, críticas u opiniones.

Y yo, especialmente, cuando el árbitro riojano Miguel Sesma, que debuta este año en Primera, pite el inicio del partido, me acordaré de la última frase que me dijo Antonio antes de irse tras recordarle al oído la putada que nos hacia dejándonos desamparados: “Recordarme de vez en cuando y, sobre todo tú, cabrón, no dejes de empujar para que el Elche no baje”.

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