GP DE SEPANG
Àlex Márquez celebra el subcampeonato con un triunfo apoteósico en Malasia
Con el corazón en un puño temiendo por la vida de dos jóvenes valores de Moto3, entre ellos el nuevo campeón, José Antonio Rueda, los pilotos de MotoGP salieron a la pista de Sepang y ahí, sobre un asfalto ardiendo, el portentoso subcampeón Àlex Márquez (Ducati) lideró un podio totalmente español con Pedro Acosta (KTM) y Joan Mir (Honda).

Con su victoria de hoy, en Malasia, Àlex Márquez ha convertido al equipo de Nadia Padovani en el mejor independiente del Mundial.ne T de h / ESTRELLA GALICIA MEDIA

Todos los pilotos de MotoGP salieron este domingo a la parrilla del Gran Premio de Malasia, que se celebró en el calurosísimo circuito de Sepang, ante 37.192 espectadores, con el corazón encogido, con sentimientos encontrados, queriendo hacer una gran carrera, queriendo ofrecer un gran espectáculo, pero sin poder quitarse de la cabeza lo peligroso de su deporte, ya que todos ellos estaban pensando en la salud de los dos pilotos de Moto3, el campeonísimo José Antonio Rueda, de 19 años, reciente ganador del Mundial, y el suizo Noah Dettwiller, de 20 años, que chocaron de una forma escalofriante cuando, en teoría, deberían de circular pausadamente en la vuelta de formación de la parrilla de salida.
Todos, los tres pilotos españoles que coparon el podio de MotoGP, empezando por un sensacional y autoritario Àlex Márquez (Ducati), que celebró el subcampeonato conquistado brillantemente el sábado en la carrera al 'sprint’, con una victoria sensacional en Malasia; Pedro Acosta (KTM), que sigue, y sigue, y sigue, persiguiendo su primera victoria en MotoGP; y un espectacular y renacido Joan Mir, que le dio otro podio a la resurgida Honda, pidieron salud para Rueda y Dettwiller y reconocieron estar, como todos, seriamente preocupado. Aunque, al parecer, sus vidas no corrían peligro tras ser trasladados ambos jóvenes, en dos helicópteros distintos a un hospital de Kuala Lumpua.
"Hace dos años, perdí la posibilidad de ganar este GP por no pasar a Enea (Bastianini) en las primeras vueltas, así que hoy he decidido pasar a Pedro (Acosta) y 'Pecco' (Bagnaia) cuanto antes, apretar y escaparme. Todo ha salido perfecto. Y, además, Gresini ya es el mejor equipo independiente del mundo. Felicidad completa"
La carrera fue una auténtica exhibición del ‘Pistolas’, que, en efecto, como confesó el sábado no se sabe vender y, por tanto, no tiene tanto glamour, fama y elogios como algunos de los pilotos que no ganan tanto y tan espectacularmente como él. “Hace dos años aquí”, contó el pequeño de los Márquez Alentà, “perdí la posibilidad de ganar el GP por no atreverme a adelantar a Enea (Bastianini) en las primeras vueltas, así que esta vez no quise desaprovechar la ocasión, me peleé, de nuevo, con Pedro (Acosta) y, en cuanto pude, pasé a ‘Pecco’ (Bagnaia)”.

Àlex Márquez celebra su victoria en Malasia. / ESTRELLA GALICIA MEDIA
Tal cual y, a partir de ahí, actuó como había meditado antes de iniciar la carrera y, sin duda, seguro, pactó la estrategia con su hermano Marc, que confirmó que era la idónea. “Apreté a tope en esos primeros giros, mantuve el ritmo en las vueltas medias y, al final, volví a apretar para conseguir ese margen de dos segundos, que, en MotoGP, ya es insalvable para todos”, añadió el piloto de Cervera (Lleida).
El ‘Pistolas’, que convirtió al Gresini Racing Team Ducati en el ganador del trofeo al mejor equipo independiente de la parrilla de MotoGP, todo un logro, enorme, suma ya 11 podios este año: tres victorias (Jerez, Barcelona y Sepang), seis segundos puestos (Tailandia, Argentina, EEUU, Aragón, Italia y Alemania) y dos terceros puestos (San Marino e Indonesia). Impresionante, sí, para alguien que no se sabe vender.
Tan feliz o más estaba el ‘Tiburón de Mazarrón’, que pidió a sus ingenieros, telemétricos y mecánicos que le diesen una KTM sin demasiados controles sofisticados “porque quería pilotar como sé, algo bestia”. Y consiguió, tras el inesperado abandono de Bagnaia, que iba segundo, esa ‘plata’ que, casi, casi, le sabe a oro. “Estamos progresando, quiero dar las gracias a Pol (Espargaró) y Dani (Pedrosa), nuestros pilotos probadores, que van mejorando mi moto continuamente y me siento muy feliz por la marca y el equipo. No pararemos hasta ganar”.
Los tres ganadores de MotoGP tuvieron un recuerdo enternecedor y esperanzador para Rueda y Dettwiler, los pilotos de Moto3 que chocaron, de forma incomprensible y escalofriante, en la vuelta de formación de la parrilla de Moto3 y fueron hospitalizados en Kuala Lumpur.
Y, finalmente, un nuevo soplo de esperanza, ilusión y gloria llegó al taller de Honda, la fábrica más grande del mundo, la marca que más carreras y títulos ha ganado, la factoría que está volviendo poco a poco. “Cuando pasas malos momentos y nosotros hemos pasado muchos, muchos, y llegan estos de triunfo, o casi, pues este nuevo podio es gloria bendita, te alegras, claro, mucho más. Aquí nadie se ha rendido, aquí todo el mundo ha picado piedra a lo bestia y empezamos a estar cerquita de los mejores. No vamos a parar hasta lograrlo”, señaló el campeón mallorquín.
Y, sí, en efecto, mientras los 1.500 habitantes del ‘paddock’ del Mundial temían por la salud de Rueda y Dettwiler, que chocaron de forma absurda, inesperada, cuando circulaban desenfadadamente en la vuelta de formación (Rueda embistió de forma brutal al suizo, al que, probablemente, no vio, pues circulaba excesivamente lento casi por el arcén de la pista, y los dos saltaron por los aires), Bagnaia volvía a sufrir otro contratiempo sin sentido tras ganar la prueba al ‘sprint’. El italiano abandonó cuando tenía asegurada la segunda plaza y nada se sabe de la avería o lo que le ocurrió a su ‘Desmosedici’.

Àlex Márquez saluda a todo su equipo, nada más pisar el 'corralito' de Sepang (Malasia). / ESTRELLA GALICIA MEDIA
Sin el invencible Marc Márquez y gracias al eficaz, cerebral y prodigioso Àlex Márquez, Ducati se sigue manteniendo en lo más alto del Mundial, pese a que 'Pecco' ya ha sido relegado a la cuarta plaza del campeonato por su compatriota Marco Bezzecchi (Aprilia) y a la progresión del resto de marcas, pues este domingo, en Sepang, tres fabricantes distintos (Ducati, KTM y Honda), coparon por tres puestos del 'cajón'.
Clasificación del GP: 1. Àlex Márquez (Ducati), 40 minutos 09.249 segundos; 2. Pedro Acosta (KTM), a 2.676 segundos; 3. Joan Mir (Honda), a 8.048 segundos; 4. Franco Morbidelli (Ducati), a 8.580 segundos y 5. Fabio Quartararo (Yamaha), a 11.556 segundos.
Mundial de pilotos: 1. Marc MÁRQUEZ (España), ya campeón, con 545 puntos; 2. Àlex MÁRQUEZ (España), ya subcampeón del mundo, 413; 3. Marc BEZZECCHI (Italia), 291; 4. 'Pecco' BAGNAIA (Italia), 286 y 5. Pedro ACOSTA (España), 260.
Escalofriante accidente en la vuelta de formación de la parrilla de Moto3
No tiene explicación alguna. Es incomprensible. Increíble. Inaudito. Injustificable. Absurdo, pero, desgraciadamente, pasa muy a menudo. Demasiado. Sabido es que los pilotos dan una vuelta de formación, de reconocimiento, de puesta a punto, de comprobar cómo va su moto y el estado de la pista, camino de la parrilla.
Unos hacen ese giro a gran velocidad, otros calientan sus neumáticos, otros observan el estado del asfalto, todo el mundo va a su ritmo pero, en teoría, todo el mundo debe estar atento a lo que hace. Pues bien, el suizo Noah Dettwiller, de 20 años, hizo ese giro superlento, casi parado, se pegó al arcen, al 'piano' de una curva larga y el campeonísimo José Antonio Rueda, que acaba de proclamarse rey de Moto3, venía algo más rápido y se despistó, sin duda, impactando con enorme violencia en el colín de la moto de Dettwiler y ambos salieron despedidos por los aires, sufriendo dos durísimas caídas.
RUEDA, FUERA DE PELIGRO
El miedo, la incertidumbre, el terror, se apoderó de todo el 'paddock' y, tras ser atendidos rápidamente en la pista por el equipo del doctor Ángel Charte, ambos, de forma individual y en helicópteros distintos, fueron trasladados a un hospital de Kuala Lumpur.
Sin ser todavía nada oficial, todo parece indicar que el español José Antonio Rueda está fuera de peligro, perfectamente consciente, aunque se ha fracturado la mano derecha, de la que deberá ser operado cuando regrese, si puede, mañana mismo a España, pues la próxima semana no hay carreras, para reanudarse el final de Mundial en Portimao (Portugal) y Valencia, posteriormente.
El caso del suizo Noah Dettwiler ha provocado un silencio oficial y total a su alrededor, que inquieta poderosamente a todos. Cuanod ni la organización, ni el circuito, ni los médicos del Mundial, ni siquiera el hospital donde se encuentra ha comunicado aún información alguna, significa que corre peligro. Al parecer, Dettwiler, que corría su GP nº 17, se habría fractura una pierna y tendría seriamente dañado un pilmón y el bazo. Repito, nada se sabe pero, desde luego, está mucho más grave que el campeón español.
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