NBA
Los Thunder prevalecen en un encuentro épico ante los Rockets y los Lakers de Doncic caen ante los Warriors en el estreno de la NBA
Gilgeous-Alexander se reafirma como superestrella y Doncic no puede con el tándem de Butler y Curry pese a sus 43 puntos

Chet Holmgren celebra un triple delante del lamento de Kevin Duran. / Associated Press/LaPresse / LAP
La NBA arrancó esta pasada madrugada y no defraudó. Los dos encuentros prometían emociones fuertes y terminaron cumpliendo las mejores expectativas. Los vigentes campeones, los Oklahoma City Thunder, sobrevivieron a unos Houston Rockets rocosos en un partido que duró casi 4 horas, mientras que Los Angeles Lakers echaron de menos a LeBron James en su derrota contra los Golden State Warriors, a pesar de una actuación estelar de Luka Doncic.
Oklahoma City Thunder - Houston Rockets (125-124)
La noche de celebración en el Paycom Center de Oklahoma arrancó a la una y cuarto y terminó pasadas las cinco de la madrugada. A lo largo de estas casi cuatro horas, los Thunder tuvieron tiempo de entregar un anillo de campeón a cada jugador de la plantilla 24-25 todavía presente, levantar el primer banner conmemorativo del título de la NBA, verse abajo de 12 puntos en el marcador y terminar remontando tras dos prórrogas agónicas que se decidieron por un solo punto de diferencia. Mejor arranque para los vigentes campeones imposible, que nunca desistieron y prevalecieron sin su segundo máximo anotador disponible, Jalen Williams.

Shai Gilgeous-Alexander recibe su anillo de campeón. / WILLIAM PURNELL / Getty Images via AFP
Al espigado Chet Holmgren no se le movía la mirilla al empezar el encuentro, anotando sus primeros siete tiros. Su acierto fue igualado por la otra joven promesa, Amen Thompson, que actuaba de base frente a la ausencia por lesión del titular habitual, Fred VanVleet. Kevin Durant recibió abucheos desde el primer minuto en su regreso a Oklahoma, y pareció afectar su concentración a la hora de disparar. El "traidor" de OKC fue creciendo con el partido y terminó con 23 puntos, pero no con final feliz, siendo incapaz de meter un solo triple en 47 minutos hasta que se pasó del límite de faltas, llegando a fallar un tiro libre que hubiera obligado a Oklahoma a necesitar tres puntos para forzar la primera prórroga. Holmgren también alcanzó las seis faltas personales, pero su impacto en pista fue mayor, sumando 28 puntos en 38 minutos.
La máxima ventaja del partido fue para los Rockets en el tercer cuarto, pero no les duró demasiado y pronto volvían a estar por debajo. En total los dos equipos se intercambiaron la ventaja un total de 22 veces, y de no ser por una canasta milagrosa de Shai con 2 segundos restantes, la victoria habría sido para los visitantes en tiempo regular por simple inercia.
Alperen Sengun, que terminó con 39 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias, sorprendió a todo el mundo con cinco triples, y le aguantó el pulso a los revulsivos del banquillo Thunder que aportaron 36 puntos. Ajay Mitchell convirtió una jugada de cuatro puntos sobre la bocina del primer tiempo para darle oxígeno a OKC, y resultó ser totalmente decisiva.
Shai Gilgeous-Alexander, MVP y máximo anotador de la temporada pasada, terminó la primera parte con 5 míseros puntos, siendo completamente sofocado por la asfixiante defensa ingeniada por Ime Udoka, quien decidió presionar con dos jugadores a la estrella Thunder cada vez que cruzaba el centro de la pista.
El cansancio terminó pasándole factura a Thompson, su principal defensor y que hasta ese momento estaba siendo un terror en ambos lados de la canasta. Después del descanso Shai anotó 30 puntos y Thompson se retiró antes de la segunda prórroga por calambres.
En los últimos 10 minutos no hubo dueño del partido hasta que volvió a aparecer el MVP para demostrar que sigue siendo el más determinante. Al igual que empató el partido para forzar la primera prórroga, y a diferencia de Durant en el cuarto período, no falló desde la línea de tiros libres para adelantar a su equipo por última vez y de manera definitiva.

Amen Thompson y Shai Gilgeous-Alexander. / Associated Press/LaPresse / LAP
Los Angeles Lakers - Golden State Warriors (109-119)
Si Hollywood es hogar de las mayores estrellas cinematográficas, el Crypto Arena es el equivalente del baloncesto. Por él han pasado los jugadores de baloncesto más populares desde que se inauguró en 1999, y la NBA no podía dejar caer la oportunidad de que el primer partido en "prime time" de la presente temporada se disputase en este recinto. El plan inicial era enfrentar a los dos grandes rivales de la última década, y amigos fuera de la pista, LeBron James y Stephen Curry, pero el de los Lakers fue baja y la atención pasó a Luka Doncic y Jimmy Butler, que a diferencia de los otros dos, todavía luchan por ganar su primer anillo.

Lebron James con su hijo Bronny en el banquillo. / Ethan Swope / AP
Luka Doncic y Jimmy Butler fueron los protagonistas de una noche mágica que terminó con victoria de los Golden State Warriors en casa de Los Ángeles Lakers (109-119). El esloveno se quedó a una sola asistencia de firmar un triple doble, y sus 43 puntos no fueron suficientes para remontar un partido que estuvo igualado en la primera parte, pero que se decantó a favor de los visitantes en el tercer cuarto, llegando a ponerse 17 puntos por arriba con un triple de Jonathan Kuminga, recientemente renovado por dos años más y que estuvo inspirado desde el perímetro, conectando en 4 de sus 6 intentos.
Los Lakers recortaron el déficit hasta los 6 puntos cuando aún quedaban cuatro minutos por disputarse, pero el polémico Draymond Green, que recibió una técnica nada más empezar el encuentro, anotó desde la esquina para silenciar a los aficionados locales que todavía creían en la remontada. Ya contra las cuerdas, Gabe Vincent intentó replicar a Green, pero un hiperactivo Curry (23 puntos, 4 asistencias, 3 robos y 1 tapón) le bloqueó el disparo primero, y dos minutos más tarde clavó un triple inverosímil por encima suyo para cerrar el encuentro.
La tónica del partido la marcó Jimmy Butler desde la línea de tiros libres, donde anotó todos y cada uno de los 16 intentos de los que dispuso. Las interrupciones permitieron descansar a Curry, que llegó con suficientes energías para sellar la victoria con un tiro lejano. Los Warriors también estuvieron más precisos en ese aspecto, convirtiendo en 17 de sus 40 disparos por los 8 de 32 que firmaron los Lakers.
Buddy Hield anotó cinco triples para los Warriors, en contraste a los tres que acumularon los dos máximos anotadores de los angelinos, Luka con 43 y Reaves con 26. Esa fue la diferencia que se terminó reflejando en el marcador, a pesar de dominar la pintura con 62 puntos.

Stephen Curry lanza por encima de Gabe Vincent en el último minuto. / LUKE HALES / Getty Images via AFP
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