Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Champions League

Un Barça tenaz amedrenta a la Roma con la enésima goleada (0-4)

El equipo de Pere Romeu suma su segunda victoria en la fase de grupos en el partido en que Alexia se convierte en la española con más goles en la historia de la Champions

Las jugadoras del Barça celebran el gol de Kika ante la Roma

Las jugadoras del Barça celebran el gol de Kika ante la Roma / Alfredo Falcone/LaPresse / LAP

Laia Bonals

Laia Bonals

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los goles del Barça ya no significan lo mismo. Ya no solo son una explosión de alegría, son más que la culminación de una obra. Van más allá de esos pases consecutivos que terminan con el balón en el fondo de la red. Ahora destilan más, sobre todo en Champions. Cada uno de ellos es un argumento, una razón, que pretende explicar cómo este Barça resiste. Contra la Roma (0-4) el conjunto de Pere Romeu quiso disfrutar, pero no pudo. Fue demasiado denso, tosco a veces, como para encontrarse. Pero los goles le dieron paz.

Empezaba a correr el tiempo en el cronómetro. Se sumó el primer minuto con el 0-0 en el marcador. Con el segundo ya no se llegó así. Esme Brugts se hizo con un rechace que quedó muerto en el área pequeña y apretó el gatillo. La pegó a la red y puso a su equipo por delante.

Con el equipo romano encerrado a cal y canto en su área, el Barça se convirtió en un metrónomo. Entraba y salía, iba y volvía, basculaba a un lado y a otro en la búsqueda de huecos por los que colarse. Le quiso robar la solidez a las italianas. Volcadas en área rival, las catalanas no llegaron a desquiciarse. Han aprendido a convivir con equipos que reniegan del fútbol de posesión, de los que mejor viven cuanto más lejos tengan el balón. La Roma prefirió minorizar los daños que no competirle mirándole a los ojos. Y el Barça se aprovechó.

Fruncía el ceño Kika Nazareth. La portuguesa, rodeada de sus compañeras, miraba hacia delante con la mirada fija. Esa imagen distaba mucho de la que se espera de la celebración de un gol, pero la delantera, que actuó de falsa 9 tras la baja de Ewa Pajor por lesión, acababa de marcar el segundo de las azulgranas. Pero, seguramente, los recuerdos se le amontonaron en las córneas. Concretamente, momentos del año pasado, cuando el fútbol no le devolvió nada de lo mucho que le quitó. La lesión en el tobillo le obligó a perderse la final de Lisboa, su casa, que finalmente se convertiría en una de las pesadillas recurrentes de las azulgranas.

Ahora, otra vez con las estrellas blancas sobre fondo azul volvía a ser titular desde la lesión. Fue la solución que encontró Pere Romeu a la ausencia dolorosa de Ewa Pajor y tomó el encargo como la oportunidad que era. Marcó el segundo tanto azulgrana y cerró en un baúl todos aquellos momentos de duda y dolor.

Nadie es inmortal

Alexia Putellas sabe muy bien de qué va eso. Poner punto y final y avanzar. La lesión ya ni se recuerda y la Reina está en un momento de forma precioso. No solo por cómo ha vuelto a dominar los partidos, a ser decisiva, sino por cómo su liderazgo no para de crecer día a día. Fue ella la encargada de colocar el esférico en el punto de penalti después de que Kika Nazaret cayera al suelo tras una zancadilla Winonah Heatley. Y lo envió a las nubes. Hasta ella, la futbolista que puede con todo, también se equivoca.

Pero solo lo hace una vez, nunca dos. Volvió a tener la oportunidad cuando minutos después Caroline Graham Hansen, recién ingresada en el terreno de juego, también era derribada dentro del área. La colegiada señaló la pena máxima y Alexia recogió el balón. Lo acunó antes de volver a plantarlo en el mismo sitio. Esta vez lo ajustó al otro palo, no se le volvió a escapar y se convirtió en la española con más goles en la historia de la liga de campeones. Pocas cosas hay más valientes que volver a intentar algo que salió mal con la certeza del propio potencial.

Caroline Graham Hansen cerró el resultado con la cuarta diana azulgrana pocos instantes después. El Barça se marchó de la ciudad eterna manteniendo el pleno de victorias en esta fase de grupos de la competición europea. Con los tres puntos y las ganas de seguir sumando motivos para que la gente no deje de confiar en ellas. Si algo ha demostrado este equipo es que cuando más se las da por muertas, más ganas tienen de callar bocas.

Suscríbete para seguir leyendo