Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Champions League

Una Alexia brillante lidera a un Barça que barre con maestría al Bayern (7-1)

La capitana azulgrana abrió la lata contra el conjunto alemán, además de firmar dos asistencias en una noche donde las azulgranas recuperaron la sonrisa en Europa.

Laia Bonals

Laia Bonals

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

¿Y si todo se basa en creer? En una misma, en el conjunto, en la posibilidad de hacerlo. También en que los malos momentos se superan, en una rebeldía que mueve siempre más que la tranquilidad. El Barça emana ese punto de rabia. De querer volver a ser, de reencontrarse con esa versión apisonadora que tumba a cualquier rival. Contra el Bayern (7-1), así fue el conjunto azulgrana. Y disfrutó.

Pocas maneras hay mejores de volver a empezar que gustándose. Olvidar las penas, borrar los recuerdos, sobre todo aquellos que atormentan. Para Alexia Putellas, Lisboa fue un duro varapalo. Como al vestuario, la dejó jodida. Pero para la capitana del Barça, la final dejó un poso de angustia. Pasaron los meses y otros temas con su nombre llenaron portadas. Su posible salida del Barça tras la oferta del PSG puso a mucha gente nerviosa, también dentro del club. El balón volvió a rodar este martes en Champions y todo quedó en una nublada reminiscencia. Como si hubiera sucedido hace décadas, uso el balón como vía de escape. Volcó ahí la rabia.

Atravesó la emoción tras firmar una auténtica maravilla desde la frontal del área. "No puede ser", se escuchó en el Johan Cruyff mientras el balón se dirigía, bombeado en una parábola perfecta, desde la línea hasta la escuadra. Con la zurda la hizo volar hasta colarse en el fondo de la red. Cuando ahí se quedó, Patri Guijarro se arrodilló en una celebración que perfectamente podría haber protagonizado cualquier culé ante La Reina. Porque Alexia siempre será el Barça, por mucho que algunos parecen (querer) olvidarlo. Celebró con sus compañeras y se postró ante la afición con una reverencia que es sinónimo de felicidad. Una imagen icónica, como ella.

El Barça golea 7-1 al Bayern de Munich en partido de la Champions League

El Barça golea 7-1 al Bayern de Munich en partido de la Champions League / Zowy Voeten / EPC

La capitana lideró. Marcó el ritmo y se erigió como eje central de un equipo que disfrutó. Se abonó a su fútbol, construyó, llegó a la portería rival y empezó a barrer al Bayern. Nada pudieron hacer las alemanas ante una Ewa Pajor estratosférica, que firmó el segundo tras recoger un balón que quedó traspapelado dentro del área, empalmándola con una volea a media altura. El tercero fue distinto y tuvo más de malabar que de fuerza. Esme Brugts regateó dentro del rectángulo pequeño a Ballisager para terminar de sellar el baño azulgrana en 27 minutos arrolladores.

Salma Paralluelo celebrando su gol ante el Bayern

Salma Paralluelo celebrando su gol ante el Bayern / Zowy Voeten

José Barcala se miraba desde la banda a su equipo estupefacto. Como pensando que a este Barça es bastante imposible hacerle daño. Cosquillas sí pudieron, con el tanto de Klara Bühl tras un error de la defensa azulgrana. Aunque el tanto terminó siendo anécdota en una noche de estreno que salió a pedir de boca para el Barça. Alexia brilló, Pajor se marcó su doblete habitual [ella firmó el quinto] y Salma Paralluelo se reencontró con el gol. La extremo está volviendo a ser esa futbolista desequilibrante y con confianza. Una que no levanta le pie, que pisa hasta el fondo el acelerador y que confía en que las cosas saldrán bien. Escampó los nubarrones con un tanto que bien parecía desquite, con un remate con desdén al fondo de la res. Como quien se sacude la amargura y la resignación para volver a creer.

Y el Barça lo cerró con otra obra maestra. Una jugada maratoniana de Vicky López, que se cruzó el campo, dejó un balón perfecto para que Claudia Pina lo acarició para cruzarlo hasta dentro de la portería. Ella misma pondría el broche final, con otro tanto en el añadido, para cerrar una noche dulce para las azulgranas. Una de esas que recuerdas con una sonrisa, porque inició el camino hacia algo que sabías que podía ser grande.

Suscríbete para seguir leyendo