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Motor

Berta Abellán, campeona del mundo de trial: "Cuando quedas segunda seis veces la gente solo te pregunta que cuándo vas a ganar"

La piloto catalana de 25 años repasa su trayectoria y el estado del trial femenino tras coronarse campeona mundial en Inglaterra.

Berta Abellán, campeona del mundo de Trial, antes de la entrevista en el Periódico. AUTOR: JORDI OTIX

Berta Abellán, campeona del mundo de Trial, antes de la entrevista en el Periódico. AUTOR: JORDI OTIX / Jordi Otix / EPC

Begoña González

Begoña González

Barcelona
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Berta Abellán (Terrassa, 1999) se coronó campeona del mundo de trial el pasado 7 de septiembre tras haber formado parte de los podios de la categoría en las últimas siete temporadas. La piloto de 25 años selló así una temporada dorada con la que puso fin al dominio de la británica Emma Bristow y cogió el testigo de su compañera Laia Sanz. Con 383 puntos, frente a los 342 de Sofía Rabino y los 249 de Denisa Pechackova, Berta entra ahora en una nueva etapa de su carrera en el trial.

Son siete temporadas figurando siempre en el podio, pero por fin ha conseguido coronarse campeona. ¿Qué ha cambiado?

No demasiadas cosas, pero al conseguirlo me quité un peso de encima. No me esperaba tanta competencia con la italiana [Andrea Rabino], pero he sido fuerte de cabeza y mentalmente lo he gestionado súper bien. Cada vez estoy más cómoda en las carreras. He trabajado con una psicóloga para ganar confianza en mí misma.

¿Ahora ya confía?

Estoy en mi mejor momento, pero no siempre fue así. Siempre lo explico. De mis seis subcampeonatos, en los primeros luchaba contra la tercera y terminé imponiéndome sin haber hecho un segundo puesto en las competiciones. En los últimos ya peleaba con la primera y hubo una mejora brutal pero como siempre era el mismo resultado no se apreciaba el cambio. 

¿Había presión por ser primera?

Sí, cuando tienes 6 subcampeonatos, cuando quedas segunda seis veces, todo el mundo te pregunta constantemente que cuándo será el día que ganes. Soy la primera que lo quiere y lo intenta, pero no siempre sale. Ahora que por fin ha pasado espero que se mantenga. 

¿Era una presión añadida?

No la notaba, pero ahora que he ganado sí que noto que ha desaparecido. Me ha lastrado sin saberlo todos estos años. Era una carga que me pusieron los demás, no me la puse yo. 

Berta Abellán, con su moto en Sant Fost de Campsentelles.

Berta Abellán, con su moto en Sant Fost de Campsentelles. / Zowy Voeten / EPC

¿Cómo empezó en el trial?

Con mi padre. Él, como aficionado, me introdujo en el deporte regalándome una moto con 4 años. Los domingos salíamos juntos y fui aprendiendo a amar este deporte con él. Al principio eran simples excursiones por La Clau en Sant Llorenç Savall, pero a los 6 años mi padre me dijo que probara un trial. Fue horroroso. Nunca había practicado con barro, la moto no me tiraba, recuerdo que mi padre pensaba que no volvería a subirme a la moto, pero me lo pasé tan bien que allí empezó mi carrera. Primero con competiciones regionales y a los 13 años mi primer mundial. 

"A los 6 años mi padre me dijo que probara un trial. Fue horroroso. Nunca había practicado con barro, la moto no me tiraba, recuerdo que mi padre pensaba que no volvería a subirme a la moto, pero me lo pasé tan bien que allí empezó mi carrera"

¿Recuerda con cariño esas primeras salidas con su padre?

[Ríe] Recuerdo los 40 minutos de curvas en el coche que teníamos hasta que llegábamos allí. Lo pasaba fatal. Era llegar y vomitar de lo mareada que estaba. Pero valía la pena. 

¿De ahí ya no ha parado hasta ahora?

Exacto. El primer mundial fue para ponerme a prueba pero vimos que si me lo tomaba en serio podía hacer cosas interesantes. Cogí un ‘mochilero’ [una especie de 'coach' que acompaña al piloto durante las zonas difíciles] y las cosas empezaron a ponerse serias. 

¿Cómo lo vivió su entorno cuando la cosa se puso seria?

Mi padre ha sido siempre el que más interés ha puesto en que saliera bien. Él me animaba a seguir porque veía futuro. Mi madre, en cambio, siempre fue la que me hizo tener los pies en el suelo. Me pidió que tuviera un plan B porque sabía que del trial sería muy complicado vivir. Entre los dos me han hecho llegar a donde estoy ahora, mi padre dándome alas para creer que podía llegar alto y mi madre poniendo ‘seny’ para que no me quedara con las manos vacías si no salía bien. El día de mañana me gustaría abrir una escuela de trial para niños y sobre todo niñas para que lo tengan más fácil que yo, que me tuve que mover mucho al principio. 

Berta Abellán, campeona del mundo de Trial, antes de la entrevista en el Periódico. AUTOR: JORDI OTIX

Berta Abellán, campeona del mundo de Trial, antes de la entrevista en el Periódico. AUTOR: JORDI OTIX / Jordi Otix / EPC

¿Cómo era al principio?

Muchas de las que entrenábamos juntas lo terminaron dejando. Invertir en carreras, entrenos... y no tener retorno es frustrante y la gente tira la toalla. De más pequeñas éramos solo un par de chicas y competíamos con niños. Siempre algún comentario oías de ‘que no te gane la niña’ pero yo siempre pasé de todo. 

¿Hasta que no entró dentro del equipo Scorpa no veía la posibilidad de ganarse la vida con el trial?

Ha habido muchos años en los que me planteé ponerme a trabajar para poder tener una vida económicamente más estable, pero lo que me gustaba era el trial. Cuando Scorpa empezó a darme primas por los premios ya vi un poco más claro el camino. Me motivé más. Si ganaba carreras ganaba dinero y así tenía un objetivo. 

"Ha habido muchos años en los que me planteé ponerme a trabajar para poder tener una vida económicamente más estable, pero lo que me gustaba era el trial"

¿Ser mujer complica las cosas?

Sí, en parte, pero el trial en sí está bastante mal. Creo que ahora incluso tengo algo de ventaja siendo mujer porque conozco compañeros de Trial 2 e incluso alguno de TrialGP que lo tiene crudo con los patrocinios. Las marcas no están vendiendo motos, está la industria muy parada y no hay los presupuestos que había antes. El nivel femenino ha ido subiendo, pero sigue habiendo veces en las que las propias pilotos nos quejamos porque las zonas son muy fáciles. Estamos entrenando para más y merecemos que haya más dificultad. 

¿Por qué ocurre esto?

De 12 pilotos que estamos en una categoría, 5 o 6 nos dedicamos plenamente a esto, pero hay muchas otras que compaginan el trial con un trabajo o unos estudios. Incluso de las que tenemos dedicación completa, te diría que solo un par podemos vivir de la moto. Es muy complicado. 

Falta profesionalización para que eso no ocurra. 

Falta que los mundiales cuenten para las marcas. No puede ser que por ejemplo ahora yo haya ganado un mundial y mi marca no sume puntos. ¿Cómo van a invertir en nosotras si no es así? La moto de Trial 2 es la misma que la nuestra y ellos sí que suman puntos. Hasta que no sea así las marcas no tendrán especial interés en tener chicas. Además falta que se nos de algo más de visibilidad. 

¿Qué consejo le daría a la Berta de cuando empezó?

Que no pare y se esfuerce un poquito más [ríe]. A los 15 tuve una época que me desmotivó mucho. Me plantée dejarlo y si en ese tiempo hubiera entrenado más duro quizás habría llegado aquí antes. 

¿Qué le pasó entonces?

Me faltó ayuda. No tenía un equipo ni unas marcas detrás que confiaran en mí. Me lo pagaba todo mi padre y estaba harta de saber que todo dependía de él. Quise buscarme yo la vida y tuve la suerte de que conseguí el sponsor de 'ellas son de aquí' y eso me devolvió la motivación. 

El motorsport en general es un deporte en el que los padres siempre son los primeros sponsors. 

Claramente, y por ejemplo yo he tenido muchas broncas con mi padre porque igual estabas una temporada más desmotivada y él me decía que cómo iba a dejarlo si me estaba pagando todo. Es difícil de gestionar, porque son tus padres, eres adolescente y estás intentando entender demasiadas cosas a la vez. Si quería hacer moto tenía que hacerle caso y eso a veces no me hacía entrenar a gusto. Te sientes en deuda constante con ellos y crea una presión con los resultados. Es una relación padre hija en plena adolescencia y a la vez de entrenador y mánager. Chocábamos mucho, pero es normal. 

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