FÚTBOL
La derrota más cruda del Real Madrid: Ni Mbappé es Jordan ni Arda es Vitinha ni Xabi quiere ser Ancelotti
La goleada del París Saint-Germain abre muchas incógnitas sobre el futuro de algunos jugadores y la capacidad del técnico para optimizar una plantilla cargada de vicios adquiridos

Xabi Alonso trata de explicar a Arda Guler el posicionamiento del equipo en la semifinal del Mundial de Clubes ante el PSG / Frank Franklin II / AP

Hace unos días alguien del Real Madrid susurró a Xabi Alonso al oído: "En Arda tienes al futuro Vitinha. Solo necesita que lo pulas". El donostiarra sonrió cariacontecido y evitó responder a su interlocutor. La reflexión era especialmente significativa a sabiendas de que su petición de un mediocentro de jerarquía internacional no había sido recibida con entusiasmo por el club. El mensaje evidenciaba que Florentino tenía otras ideas antes de sacar a pasear la chequera.
"En Arda tienes al futuro Vitinha"
Si Arda no es Vitinha, Mbappé nunca será Michael Jordan. Se lo dijo en su día Luis Enrique, secuencia del documental del asturiano que ha retratado ad aeternum al francés como una estrella pusilánime cuya salida del PSG se celebró como si hubieran extirpado un tumor del vestuario. Problema que se ha trasladado al del Real Madrid, donde Kylián no ha terminado de convertirse en el líder que tampoco fue en el PSG. Porque Kylián marca, pero no inspira. No hay carisma más allá de sus goles.
De Vinicius poco hace falta decir. Su derrumbe tras el frustrado Balón de Oro que le arrebató Rodri le ha convertido en un jugador mediocre sin compromiso ni desequilibrio. La línea que formó con el francés y Gonzalo ante el PSG no robó un solo balón, dejando además trabajar a su espalda a Vitinha, Neves y Fabián, junto a la indolencia de Arda y Bellingham. Aunque los dos primeros goles llegaron por errores groseros de Asencio (el Mundial de Clubes ha desnudado) y Rudiger, la apuesta por 4-3-3, más política que otra cosa para incluir a Kylián y Vinícius, condenó a los blancos que echaron en falta todo el partido a un cuarto mediocampista para pelear el balón y el medio.
Precisamente ahí brilló Fabián, que anotó dos goles y se convirtió en el MVP. El mismo Fabián que el verano de 2022 fue ofrecido al Real Madrid antes de salir de Nápoles rumbo a París. El sevillano, que echaba de menos España y a su familia, vivía en casa con un amigo. Florentino desestimó su llegada, cuentan, utilizando una fórmula irónica que suele usar para descartar algunos fichajes: "¿Cuántos Balones de oro ha ganado este?". Los dos goles del español al Real Madrid de Xabi retratan la caótica situación del mediocampo blanco, donde no hay un Vitinha, un Fabián o un solo jugador sobre el que edificar nada.
A Xabi se le pone cara de Carletto
Si Arda no es Vitinha (el primero completó 32 pases por 105 del portugués) ni Mbappé es Jordan, Xabi tampoco es Ancelotti. Ni lo pretende ser. Y la derrota ante el PSG le acerca mucho a Carletto, porque ha sufrido en sus carnes la dejadez y el desequilibrio de una plantilla que mantiene los vicios que exhibió con el italiano. El de Tolosa tomó decisiones difíciles de explicar. Sin Huijsen se vio abocado a colocar una línea de cuatro con Asencio y Rudiger en el eje y Valverde en la derecha por la baja de última hora de Alexander-Arnold. Pero tardó una hora en retirar a Vinícius para colocar un cuarto mediocampista como Brahim, el mismo tiempo que tardó en sacar del campo al inoperante Bellingham por Modric, quien jugó su última media hora como madridista antes de irse al Milan. Luka se va porque Florentino lo ha querido así, porque Xabi entendió que aún podía sumar desde su rol secundario saliendo del banquillo. Pero el club le impuso la marcha del croata. Se queda solo Arda, que ni es Vitinha ni es Modric...
El último incendio lo tiene Xabi en el banquillo, donde Rodrygo y Endrick están más fuera dentro. La salida de Modric dará algo más de visibilidad a un Ceballos que viajó a Estados Unidos de turismo y llegará Carreras para reforzar el carril zurdo. Sin embargo, Alonso tendrá que pelear el fichaje del mediocentro con quienes le susurraron que Arda es el futuro Vitinha. Pero más allá de esto, Xabi tendrá que convertir a este grupo de jugadores perezosos y sin humildad en un equipo de fútbol. ¿Cómo hacerlo? Para empezar podría ponerles vídeos del PSG de Luis Enrique.
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