El Nàstic acaricia la gesta pero vuelve a quedarse sin ascenso en un dramático encuentro

Ya es difícil marcar tres goles en un partido, y la misión se agrava si se tienen que anotar fuera de casa. El Nàstic no pudo conseguir la heroicidad que suponía ganar por 0-3 a la Real Sociedad B en Zubieta, el primer resultado que le servía tras haber caído por 1-3 en el partido de ida. El ascenso a Segunda, la categoría perdida en 2019, queda aplazado un año más. El filial blanquiazul, en cambio, regresa tres años después a ella, apropiándose de la última plaza en juego y sube acompañando al Ceuta, la Cultural Leonesa y el Andorra.

El fútbol volvió a ser cruel con el Nàstic por segunda vez consecutiva en la tesitura del ascenso (1-2). El año pasado sucumbió en casa con el Málaga en una eliminatoria polémica y un gol en el último minuto de la prórroga. En San Sebastián se colocó con un 0-2 y forzó la prórroga ante el joven equipo local, que andaba hecho un flan, y que recuperó la compostura cuando el árbitro malagueño Domínguez Cervantes pitó un penalti por unas manos muy poco claras. La revisión del VAR, si hubiera existido, habría invertido muchos minutos para aclarar la acción.

La gesta exigía un acierto descomunal en las ocasiones de gol y una nefasta prestación de la Real Sociedad. No se produjo en dosis suficientes.

Antoñín dispuso de la primera en el minuto 6, cuando un maravilloso pase de Montalvo le colocó mano a mano frente al meta Aranda, pero el portero rechazó con su cuerpo el remate. Mucho más lento de reacción anduvo a un centro lejano, cerrado, aparentemente inofensivo de Jaume Jardí, que nadie tocó y acabó entrando en la red (m. 36). Arana volvió a equivocarse en la segunda mitad, al derribar a Álex Jiménez en la jugada del penalti que colocó el 0-2 (m. 78) y disparó los nervios en San Sebastián después de que se activara la lluvia, que añadía dramatismo mientras anochecía.

Necesitaba el Nàstic una precisión quirúrgica en sus remates y no la tuvo. Nada más comenzar el segundo tiempo, un tiro cruzado de David Concha se perdió fuera. También necesitaba tiempo el cuadro de Luis César Sampedro y fue capaz de estirarlo hasta la prórroga. El penalti, sin embargo, atajó el sueño que acariciaban los tarraconenses, porque entonces necesitaban dos goles más en menos de un cuarto de hora.

Real Sociedad B: Arana; Ruperez, Beitia, Peru Rodríguez, Balda; Carbonell (Marchal, m. 73), M. Rodríguez (Lebarbier, m.122); Astiazaran (Gibelalde, m. 73), Goti (Agote, m. 98), García (Orobengoa, m. 61); Mariezkurrena (Carrera, m. 73).

Nàstic Tarragona: Rebollo; Miguel, Pol Domingo, Óscar Sanz, Joan Oriol; Jardí (Marc Fernández m. 74), Montalvo, Gorostidi (R. Torres, m. 105), Concha (Narro, m. 64); Antoñín (Jiménez, m. 64), Pablo Fernández.

Árbitro: Domínguez Cervantes.

Goles: 0-1 (m. 36), Jaume Jardí; 0-2 (m. 78), Joan Oriol (p); 1-2 (m. 108), Gibelalde (p).