GOLF

El estadounidense J.J. Spaun gana su primer 'major' en un salvaje US Open

Jon Rahm culmina una última jornada brillante pero no le alcanza para vencer en un torneo marcado por las extraordinarias dificultades del campo, agravadas por una lluvia torrencial

J.J. Spaun, con la copa de ganador del US Open.

J.J. Spaun, con la copa de ganador del US Open. / EFE / Eric Lesser

Albert Guasch

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Necesitaba dos putts en el último green para coronarse por primera vez en un 'major' y al estadounidense J. J. Spaun le bastó uno, un largo, decidido y preciso putt de 20 metros para empezar a botar de alegría. El californiano de 34 años salió a flote en un salvaje Oakmont County Club que hundió a todos los participantes, empeorado por la lluvia torrencial que obligó a cortar dos horas la jornada decisiva. Spaun acabó con un golpe bajo el par, el único capaz de ganar a un campo ya de por sí inexpugnable.

Magnífico cierre de torneo de Jon Rahm, que logró un titánico -3 en la cuarta y final jornada, como Rory McIlroy. Una lástima del errático sábado. Acabó séptimo en la general, aunque con estupendas sensaciones de cara al Open Championship del próximo mes, el último 'major' de la temporada, que se disputará en el Royal Portrush, en Irlanda del Norte, hogar de McIlroy.

Pero el nombre del momento en el mundo del golf es J.J. Spaun, un jugador que no figuraba, ni mucho menos, entre los favoritos. ¿Cómo iba a serlo si empezó el año por debajo del top-100 en la lista ATP? Anteriormente solo había ganado un torneo en Texas, en 2022. En Pennsylvania acabó líder la primera jornada, no se desmoronó en los dos días siguientes y emergió este domingo entre los puñales que iba lanzando el campo de Oakmont, un martirio de escenario, lleno de trampas, de greens rápidos, ondulaciones pensadas por un psicópata y un 'rough' en que se perdían de vista los pies. Encima, cayó un chaparrón que fabricó charcos que dificultaron aún más el juego de todos.

El propio Spaun sobrevivió a un arranque funesto: cinco bogeys en los primeros seis hoyos. Para tirar la toalla. Tan difícil se pusieron las cosas, no solo para él, que en algún momento pareció que el +4 con que concluyó anticipadamente Rahm podía ser bueno para ganar. Así de canutas las pasaron los golfistas.

Parón bendito

La lluvia potente que paró el torneo resultó ser una bendición para Spaun. En la reanudación surgió un golfista inspirado, sin miedo, ayudado por el hundimiento del también estadounidense Sam Burns, al que afectó que un árbitro no le dejara aliviarse por una bola en una zona empapada. Fuera de sí, encadenó dos 'doble-bogeys' y dos 'bogeys'.

El noruego Viktor Hovland, compañero de partido de Spaun, y el escocés Robert MacIntyre, quien había terminado en +1 en total, obligaron al californiano a remar hasta el final para dar la sorpresa en Oakmont. Y su victoria cuajó en el hoyo 17, con un espectacular birdie. Se plantó en el green del 18 y con un soberbio putt pudo apretar los puños de alegría. Los 4,3 millones de dólares para el ganador eran suyos. Se resarcía, además, de una derrota ante McIlroy en el playoff del Players Championship en marzo.

Spaun reconoció la transformación que experimentó tras el parón por el aguacero. "Cambió por completo el ambiente. Me recuperé, seguí adelante, luché con mucha intensidad en los últimos nueve hoyos y al final, con ese putt, cuando vi que entraba, fue un gran momento. Nunca pensé que estaría aquí con este trofeo. Nunca supe cuál era mi límite. Estoy orgulloso de haber sido resiliente en este campo", dijo el estadounidese, con la medalla Jack Nicklaus que se otorga al ganador colgada de su cuello.

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