BARCELONA-UNICAJA (59-81)

Unicaja vapulea al Barça y lo arrastra al tercer partido

Los azulgranas anotaron el quinto triple en el minuto 13 y terminaron con un 5 de 25 que impedía combatir la vitalidad de los malagueños

Jabary Parker frente a Ejim.

Jabary Parker frente a Ejim. / Javi Ferrandiz

Joan Domènech

Joan Domènech

Barcelona
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El Barça volverá a Málaga, donde le espera un suplicio, para intentar seguir con vida esta temporada. Unicaja desnudó todas sus carencias de una manera tan clara e indiscutible que al cuadro azulgrana se le adivina un corto trayecto. Tal vez no pase de este domingo (12 h). Ese repaso se produjo en el Palau Blaugrana, que rugió al principio para ayudar a los suyos y se desencantó al ver que no había ninguna reacción en un grupo tan inerme como inerte.

De 23 vio la hinchada perder a los suyos en el inicio del último cuarto, cuando el marcador (48-65) convertía la victoria en imposible. El espíritu y la ambición vestían de blanco, mientras que la pasividad y el abandono eran las señas de los azulgranas, desacertados como nunca. El Barça sumó el punto 51 a cinco minutos del final. El último triple lo había anotado Kevin Punter a los tres minutos del segundo cuarto.

El azulgrana Kevin Punter durante el duelo entre Barça y Unicaja en el Palau Blaugrana.

El azulgrana Kevin Punter durante el duelo entre Barça y Unicaja en el Palau Blaugrana. / @FCBbasket

Aplausos para los jóvenes

Joan Peñarroya puso en pista a 2.43 de la conclusión a Raúl Villar, Sayon Keita y Dani Fernández para que hubiera aplausos en la cancha. Los hubo por la energía defensiva que exhibieron los chavales con todo perdido. Fue una forma de afear a los mayores su pobrísima actitud.

Unicaja arroyó al Barça, que solo mantuvo el tipo en el intercambio de canastas inicial. Después de enchufar tres triples, encadenó ocho errores que frenaron su producción mientras Unicaja siguió avanzando. La obcecación por el tiro lejano continuó con una tozudez casi enfermiza, como si hubieran convenido todos que seguirían igual hasta recuperar la inspiración, que nunca llegó. Anderson se fue rápido al banco con un cero de tres. Los malagueños, en cambio, no se obsesionaron y sumaron como hormiguitas con penetraciones. Solo Perry (11 puntos en los primeros 6 minutos) era fiable de tres.

Tomas Satoransky ordena a sus compañeros en un ataque.

Tomas Satoransky ordena a sus compañeros en un ataque. / Javi Ferrándiz

Del 10-7 se pasó al 10-14 y la ventaja visitante no menguó con los tiempos muertos de Peñarroya ni con los cambios, limitado el Barça a jugar con nueve, mientras que Unicaja había utilizado a once hombres en la primera mitad, lo que le permitió mantener un ritmo constante. En casa, había reacciones puntuales, que nunca llegaron a limar la cómoda diferencia visitante al descanso (35-44), sin rastro, sin embargo, de los americanos.

Brizuela intenta una penetración entre Kalinoski y Balcerowski.

Brizuela intenta una penetración entre Kalinoski y Balcerowski. / Javi Ferrándiz

Sin tiros libres de ayuda

Al Barça no le funcionaban los recursos que en el primer partido le permitieron salir victorioso: ni puntuaban los americanos (11 puntos entre Punter, Parker y Anderson) ni acudía a la línea de personal, ya que no lanzó un tiro libre en los primeros 20 minutos. Sí se repetía el mal porcentaje de triples (5 de 17) acumulado en el ecuador del juego, con un espantoso 5 de 25 definitivo. Parra y Brizuela tiraban del carro en medio de la niebla.

Ir nueve abajo no era un drama para un equipo acostumbrado a ir contracorriente con sus limitaciones, entre las que está el bajo espíritu colectivo en el juego, sin dar nunca pase extra que aclare la jugada, sin que varios de sus jugadores, los tiradores, sepan discernir entre la responsabilidad encomendada y la ansiedad por sumar puntos.

Joan Peñarroya, el técnico del Barça, durante el duelo contra Unicaja en el Palau Blaugrana.

Joan Peñarroya, el técnico del Barça, durante el duelo contra Unicaja en el Palau Blaugrana. / Efe / Enric Fontcuberta

SIn cinco otra vez

Peñarroya probó en el tercer cuarto la fórmula de jugar sin un cinco que en Málaga funcionó. Funcionaba cuando tenía al añorado Chimezie Metu. Parker y Parra se colocaron atrás para zafarse con Balcerowski, Kravish y Tillies sin poder compensar la falta de centímetros, y la diferencia se dobló peligrosamente al cierre del tercer cuarto (48-65).

Además de mostrarse más consistente y más poderoso, Unicaja exhibió una gama de acciones estratégicas que no se vio en el lado azulgrana. El equipo de Ibon Navarro se paseó a placer y arrastró al Barça hasta el tercer partido.

Barreiro, del Unicaja, y Fall, del Barça, pelean por un balón en el Palau Blaugrana.

Barreiro, del Unicaja, y Fall, del Barça, pelean por un balón en el Palau Blaugrana. / Efe / Enric Fontcuberta

 FC Barcelona, 59 – Unicaja Málaga, 81

Barcelona: Satoransky (4), Punter (12), Anderson (2), Parker (7), Fall (9) –cinco inicial-; Abrines (0), Brizuela (7), Hernangómez (7), Parra (11), Villar (0), González (0), Keita (0)

5 de 25 triples (Punter, 2), 34 rebotes, 14 ofensivos (Hernangómez, 5), 13 asistencias (Satoransky, 6).

Unicaja: Perry (15), Carter (14), Barreiro (0), Ejim (4), Kravish (2) –cinco inicial-; Kalinoski (5), Balcerowski (14), T. Pérez (7), Díaz (0), Tillie (10), Taylor (3), Djedovic (7), .

8 de 24 triples (Carter, Perry, 3), 45 rebotes, 10 ofensivos (Ejim, 5), 17 asistencias (Carter, Díaz, 5).

Parciales: 17-26, 18-18, 13-21, 11-16.

Árbitros: Emilio Pérez, Óscar Perea, Alberto Sánchez.