MUNDIAL DE MOTOGP

Marc Márquez atemoriza a todos sus rivales en el estreno de Aragón

Marc Márquez, que el año pasado estrenó su cuenta de victorias con Ducati aquí, en Motorland (Alcañiz), ha atemorizado hoy a todos sus adversarios, menos a su hermano Àlex, que estuvo cerquita, desde el primer minuto del Gran Premio de Aragón. MM93 vuelva en esta pista, vuela.

Marc Márquez, durante su vuelta rápida de hoy en Aragón.

Marc Márquez, durante su vuelta rápida de hoy en Aragón. / ALEJANDRO CERESUELA

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

MOTORLAND (ALCAÑIZ) / Enviado especial
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Van apareciendo los pilotos de MotoGP por la inmensa sala de prensa del precioso (y calurosísimo) circuito de Motorland, en Alcañiz, y también por sus aledaños. Todos llegan algo temerosos, solo algo, tampoco se van a cortar la venas, ya lo dice Marc Márquez “esto no es como empieza, es como acaba” y, sí, tal vez todos saben cómo ha empezado el Gran Premio de Aragón y, dado el tremendo dominio del ‘canibal’, como le llaman Italia, intuyen cómo acabará con dos triunfos, sábado y domingo, del ocho veces campeón del mundo de Cervera (Lleida).

Márquez los ha superado, el primer día, a todos por más de medio segundo. Bueno, perdón, a todos no, su hermano Àlex ha estado brillantísimo al mediodía y ha quedado a 0.204 del mayor “pero la diferencia no es esa, es medio segundo, tampoco era casi el segundo que nos sacaba a todos en la primera hora”. El caso, insisto, en que Marc se ha guardado, descaradamente, una rueda blanda, que no ha tenido necesidad de utilizar, para el sábado y/o el domingo. “No, no, no voy nada sobrado: arriesgo como el que más, o más”.

“Marc es muy bueno, muy bueno, sobre todo en las pistas donde hay poco agarre, como esta de Motorland. Marc, en esas condiciones, es único. Es único y, todo hay que decirlo, entre las piernas lleva un buen pepino de motor”

Joan Mir

— Piloto de Honda

Van llegando los pilotos y cuando te acercas sigilosamente a alguno de ellos, por ejemplo, sin más, a todo un campeón como Fabio Quartararo (Yamaha), te dice “¿qué si he visto a Marc en la pista?, ¡uf!, imposible, va muy, muy, muy rápido, no sé qué va a ocurrir en carrera, de verdad”. O a Joan Mir (Honda), otro campeón, te mira y te dice: “Es muy bueno, es muy bueno y, sobre todo, en las pistas donde hay poco ‘greep’, poco agarre o agarre extraño, como aquí, Marc es único. Bueno, es único y, todo hay que decirlo, entre las piernas lleva un buen pepino de motor”.

Marc Márquez, entrando en el taller de Ducati, en Motorland.

Marc Márquez, entrando en el taller de Ducati, en Motorland. / ALEJANDRO CERESUELA

Marc es pura sinceridad y cuando habla de su comportamiento en las dos sesiones de entrenamiento de hoy, en Motorland, un circuito en el que la curva 9, bueno, se diría que la 8, 9 y 10, pues van enlazadas, lleva su nombre, "no iba a escoger una curva que no me fuese bien”, trata de demostrar que no va con una mano, aunque le salga el tiempo con enorme facilidad. “Yo aprieto a tope desde el primer día. Vale, sí, tengo el don de que, desde el minuto uno, me va bien, tal vez aquí, incluso, tenga un extra más que en otros trazados, pero sigo con el mismo extra de riesgo que en todas partes. Si no arriesgo, me pillan, eso está muy claro”.

"Tú tratas de replicar la vuelta que hace Marc y, forzando mucho, mucho, no puedes copiarle, es imposible. Él lo hace todo relajado cuando tú vas colgadísimo”.

Àlex Márquez

— Piloto del Gresini Racing Team Ducati

“Todos sabíamos que esto iba a ocurrir, lo intuíamos, conocemos a Marc y sabemos lo mucho que le gusta este circuito, con más curvas de izquierdas que de derechas”, señala su hermano Àlex, que ha sido, insisto, el único que se le ha acercado “algo, solo algo”. “La diferencia entre él y los demás es que a él todo le sale natural, no diría que fácil, pero va muy suelto”.

Àlex, el rival

Nadie, por descontado, conoce mejor a Marc que su hermano. Y nadie, mejor que Àlex, ha analizado su telemetría. “En esas tres curvas, la 8, 9 y 10, vuela, es donde más marca la diferencia de forma sencilla, no diré que fácil. Y los demás tenemos muchísimos problemas para replicar con una vuelta parecida. Es decir, forzando mucho, mucho, no puedes copiarle, es imposible, pues él lo hace todo relajado cuando tú vas colgadísimo”.

“Yo ya dije desde Jerez que veía a Àlex como mi rival más peligroso”, señala Marc. “¿Por qué?, porque él ha ido creciendo poco a poco y, ahora, se ha convertido en un gran piloto, en un piloto que cree mucho en lo que hace, en sí mismo y, sobre todo, en un piloto muy competitivo y muy versátil, va bien en todo tipo de trazado y condición y eso le hace temible”.