El laberinto de Cristiano: de las cuentas pendientes con España a su ausencia del Mundial de Clubs

Puestos a dar un uso práctico a la Inteligencia Artificial, si uno le pregunta al ChatGPT cuándo alcanzará Cristiano Ronaldo los 1.000 goles, la obsesión que dirige ahora mismo su carrera, la respuesta que se obtiene es que será en septiembre de 2026. Para entonces el luso habrá jugado el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá, y antes de eso, la final de la Nations League que este domingo enfrentará en Múnich a Portugal con España en el Allianz Arena. 

La dimensión de Cristiano Ronaldo y su impacto en el fútbol portugués se explica de forma muy sencilla. Cuando CR7 vistió por primera vez la camiseta de su selección en 2003, Portugal nunca había jugado la final de una competición internacional. Lo más lejos que llegó fue a las semifinales del Mundial 66 y de la Eurocopa del 84.

Pero en los 22 años en que Cristiano ha vestido la camiseta de su selección, Portugal ha jugado cuatro finales, incluida la de este domingo de la Liga de Naciones contra España. De ellas ha ganado dos de ellas: la Eurocopa en 2016 y la Liga de Naciones en 2019. La otra que jugó, la de la Eurocopa de 2004, terminó con derrota portuguesa ante sus compatriotas en el Estadio da Luz frente a Grecia. Era la primera competición internacional del delantero de Madeira.

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Pero hay un dato aún más llamativo que explica su influencia capital: en las cuatro ocasiones en que Portugal llegó a la final, Cristiano marcó en las semifinales. Y en las semifinales en las que no marcó, su selección fue eliminada. No lo hizo en el Mundial 2006 en la semifinal con Francia y Portugal se quedó en el camino, ni en la Eurocopa de 2012, donde se llegó al final del partido con España con empate a cero y los lusos cayeron en los penaltis. 

Advertía Lamine Yamal con rostro serio en la sala de prensa del Mercedes Benz Arena de Stuttgart tras el triunfo sobre Francia (5-4): "Cristiano es una leyenda, pero yo saldré a hacer mi trabajo". Cuando nació el canterano del Barça, que ahora tiene 17 años, Cristiano llevaba cuatro jugando con Portugal y ya había alcanzado las semifinales de un Mundial.

Ahora, a sus 40 años, persigue otros sueños guiado por su insaciable ambición: alcanzar los 1.000 goles y jugar junto a su hijo, 'Cristianinho', que el pasado 13 de mayo debutó con la selección Sub-15 de Portugal ante Japón. No parecen logros asequibles ninguno de los dos para alguien de su edad. 

Los 1000 goles y jugar con 'Cristianinho'

Sin embargo, Cristiano ha cambiado sus hábitos de sueño para mantener sus condiciones fisiológicas intactas. Recientemente, el delantero del Al-Nassr promocionó una marca de pulseras inteligentes que monitoriza los parámetros fisiológicos para conocer el estado general de salud de la persona. En su caso, el dispositivo estimó que su edad biológica era de 28,9 años, una década menos de su edad cronológica actual.

El secreto, según el propio Cristiano, es "dormir bien. Esa es la herramienta más importante que tengo, ya que es el único momento del día que puedes recuperarte y poner en su sitio todo. Para mí, una buena noche de sueño es lo más importante que podemos tener en la vida en cuanto a salud". Ronaldo duerme una media de 7 horas y 15 minutos cada noche, además de tener una dieta monitorizada por un nutricionista y mantener una vida minuciosamente planificada en cuanto a rutinas de entrenamiento. 

Pero estos días hay algo que no le deja dormir. El portugués sueña con participar en el primer Mundial de Clubes de la historia, que se jugará en dos semanas en Estados Unidos. Allí estará Leo Messi, con el Inter de Miami, y los principales clubes del mundo como Real Madrid, PSG, Barcelona, Oporto, Boca, River Plate o Botafogo. También estarán clubes de las economías pujantes, pero de Arabia no estará el suyo, el Al-Nassr porque el representante será su vecino de Ryad, el Al-Hilal, que estrenará entrenador en la persona de Simone Inzaghi en su partido de debut en el torneo ante el Real Madrid. 

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Cristiano tiene contrato con el Al-Nassr hasta el próximo 30 de junio y el plazo de la ventana de contrataciones para el Mundial de Clubes se cierra el próximo martes 10 de junio. Ronaldo colgó recientemente en sus redes un mensaje que decía: "Este capítulo ha terminado". Eso hizo saltar las alarmas en Arabia, donde el portugués fue pionero al ser la primera gran estrella del fútbol mundial en apostar por desembarcar en la Saudi Pro League a razón de 200 millones anuales. 

Ronaldo no ha ganado ningún título en el Al-Nassr en dos temporadas y su prioridad es jugar el Mundial de Clubes a toda costa. Pero está atado de pies y manos. Los aficionados han incendiado las redes sociales tras el mensaje de CR7 mientras la directiva ha confirmado la continuidad de Fernando Hierro como director deportivo. El club busca destino a Sadio Mané y Laporte y la prioridad es renovar a un Cristiano que ha coqueteado con el Al-Hilal para explotar la posibilidad de estar este verano en el Mundial de Clubs.

Dentro de poco más de 48 horas jugará su cuarta final con Portugal, la primera contra España, con la que tiene cuentas pendientes después de haber sido eliminado por los que luego serían campeones del Mundial de Sudáfrica en 2010 y de la Eurocopa de Polonia y Ucrania en 2012. Cristiano solo le ha marcado a España en una ocasión, anotando un doblete que, sin embargo, no le valió para ganar porque el partido quedó (3-3).

Por eso quiere sacarse la espina ante un rival que le ha sometido históricamente y un país que le adora y odia a partes iguales por su condición de referente madridista. Pero mientras prepara el partido contra España, el reloj corre en contra de su deseo de jugar el Mundial de Clubes. A sus 40 años Cristiano se encuentra en un laberinto de difícil salida.