Noche redonda en el City: vuelve Rodri, despedida de De Bruyne y pase casi sellado para la Champions

Noche cargada de acontecimientos y emociones en el hogar del Manchester City. El equipo de Pep Guardiola casi selló su acceso a la próxima Champions al batir al Bournemouth con tres golazos, uno de Nico González (3-1). Kevin de Bruyne, el futbolista más laureado de su historia, dijo adiós al Etihad. Y regresó Rodri, el Balón de Oro, después de ocho meses de baja.

Sin Rodri el City se ha desplomado esta temporada, así que su vuelta es una noticia extraordinaria para Guardiola. Con él, rara vez perdía el cuadro de Manchester, que ante el Bournemouth realizó un partido muy vistoso. Ahora Rodri, columna maestra del equipo, necesita coger el ritmo de cara al Mundial de Clubs.

El City recupera tras el triunfo de este martes la tercera plaza y depende de sí mismo en la última jornada, el domingo en campo del Fulham. Le bastará un empate. Lleva dos puntos de ventaja a Newcastle, Chelsea y Aston Villa y tres al Nottingham. Entre los cuatro se reparten dos plazas en la máxima competición europea.

Golazo increíble de Marmoush

Marmoush abrió la fiesta con uno de los goles del año en la Premier. Recogió el balón en el centro del campo, avanzó un poco y cargó un disparo, que en realidad fue un cañonazo, que se adentró por la escuadra de Kepa. Un trallazo que causó impresión. Venía de errar un penalti en el último partido de liga el egipcio. Vaya forma de resarcirse. La tele repitió el gol desde todos los ángulos posibles. Para verlo varias veces.

Kevin De Bryune, apurando sus últimas horas como jugador del City, recibió el reconocimiento de los aficionados, que portaban una careta con su rostro. El nombre fue coreado aquí y allá en su último encuentro en el Etihad. Pudo ser vitoreado aún más de aprovechar un pase de Marmoush, que le dejó solo ante la portería. Incomprensiblemente, tiró al larguero. Un mal bote pudo tener la culpa.

El Bournemouth de Andoni Iraola y Dean Huijsen, el próximo central del Real Madrid, jugó a verlas venir, lo cual se le da bien. Es el tercer equipo menos goleado de la Premier. Creció tras encajar el gol y estrelló un balón al poste. Mala suerte. En cambio, el City en una jugada cocinada por Gundogan amplió diferencias por mediación de Bernardo Silva.

Guardiola confió en la vieja guardia para sacar la delicada situación de ganarse el acceso a la Champions. No le fallaron. Impusieron un ritmo alto que excitó al Etihad, donde se vivió el partido como una final. 

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Pensando en retener el resultado, Guardiola puso a calentar a Rodri y los seguidores del City ovacionaron a su Balón de Oro. No obstante, a falta de 21 minutos Kovacic fue expulsado por derribar como último hombre a un delantero del Bournemouth. Eso frenó el cambio.

El técnico de Santpedor reaccionó poniendo en el campo a Nico González en el lugar de De Bruyne. Ovación de gala para el belga, una institución que recibió un homenaje al final del partido. De ahora en adelante, en las instalaciones del club, la calle que va de la academia al centro del primer equipo llevará su nombre. Y se le levantará una estatua.

De Bruyne ha jugado 10 años en el club de Manchester, donde ha disputado 420 encuentros y ha anotado 108 goles. Se va a sus 33 años habiendo ganado seis títulos de la Premier y una Champions, entre otros títulos.

La noche volvió a calmarse para el City cuando seis minutos después de la expulsión de Kovacic un jugador del cuadro de Iraola vio también la cartulina roja. Y se animó sobremanera con el regreso de Rodri a falta de ocho minutos para la conclusión. Nico puso de nuevo en pie el Etihad con un golazo, el primero que marca en la Premier. Recortó distancias el Bournemouth en el descuento. Pero demasiado tarde para estropear la fiesta en honor de De Bruyne.