Críticas a Alcaraz por su documental: "Hay trabajos mucho más duros fuera"

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El tenista español Carlos Alcaraz, en la rueda de prensa del Mutua Madrid Open

El tenista español Carlos Alcaraz, en la rueda de prensa del Mutua Madrid Open / EFE

Iker Kind

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Era obvio que el documental de Alcaraz en Netflix iba a dar que hablar. El tenis es un deporte donde los deportistas se mojan y mucho, si no que se lo pregunten a Jannik Sinner, que todavía debe soñar con Nick Kyrgios. Una pregunta recurrente en el Mutua Madrid Open es qué opinión tienen los jugadores sobre lo que expone 'Charly' en los tres capítulos... y varios no están nada de acuerdo.

Alcaraz, tal como se titula el documental, lo quiere hacer a 'su manera'. Esta manera de ver el tenis implica no sentirse esclavo del deporte, permitirse días libres en los que salir y estar con su círculo cercano. Ser un "chaval joven", como él mismo dice. Aun así, varios tenistas consideran este método poco efectivo si el objetivo es ser el mejor tenista de la historia.

Equilibrio entre vida y tenis

Todo empezó con el 'consejo' de un compañero suyo en la Copa DavisRoberto Bautista. Cuando el tenista español fue preguntado por el documental, no dudó en dejar un 'recado' al actual número tres del mundo: "El tenis de máximo nivel demanda mucho. No creo que Carlos vaya a ganar Grand Slams acostándose a las 7 de la mañana. El tenis es muy exigente, ahora es todo muy bonito y es muy joven, pero tiene que ver que si quiere igualar los números de los tres cracks tiene que jugar 15 años a gran nivel."

Jack Draper, uno de los jugadores del momento, también va en línea con Bautista y el propio equipo de Alcaraz. Y es que miembros del staff como Juan Carlos Ferrero (entrenador) y Albert Molina (representante) no coinciden con su pupilo y viven un constante 'tira y afloja' con Charly para encontrar el equilibrio entre vida y tenis. Dos términos antónimos para el jugador.

"Bueno, no, no se puede negar que en cualquier deporte profesional, pero especialmente en el tenis, es implacable: jugamos, competimos, estamos lejos de nuestras familias, simplemente sacrificamos nuestras vidas... Creo que si practicas este deporte como es debido y lo das todo cada día, es duro. Dudo de mí mismo cada día, ¿sabes? '¿Podré seguir adelante?'. Pero, bueno, lo hago. Así que supongo que si quieres ser grande, estas son las cosas que tienes que hacer. No es que... hay trabajos mucho más duro ahí fuera, ¿sabes?... poniéndolo todo en perspectiva", aseguró Draper, nuevo número 5 del mundo.

Para Alcaraz, es fundamental sonreír en la pista, y para ello debe sentir el tenis como una diversión. No una obligación. Es por eso que el tenista, después de Roland Garros, se fue una semana a Ibiza para literalmente "reventarse". Desconectar del deporte durante unos días y sentirse un chico de 21 años 'normal' le permite volver con más frescura y, sobre todo, felicidad.

"Las cosas no vienen por arte de magia"

"No, no me considero un esclavo del tenis, ni cerca. Obvio, para llegar a donde estoy yo, donde está Carlos, hay que dedicarle muchísimas horas y muchísimo esfuerzo. Sacrificar familia, amigos, cumpleaños, asados, cosas de la adolescencia... pero creo que al fin y al cabo, no te diría todos, pero la mayoría de los que están arriba lo han hecho por elección propia. Hay que dedicarle tiempo, como a cualquier profesión y ámbito en la vida, las cosas no vienen por arte de magia", aseguraba Francisco Cerúndolo, semifinalista en Madrid.

Alcaraz no es Nadal. De hecho, así titula el murciano su segundo capítulo. El murciano no le encuentra el sentido a sufrir constantemente para llegar a lo alto. Él nunca fue así y lo que ha conseguido no ha sido de esa manera. "¿Cuántos años tiene 'Charly? ¿21? Pues ya me dirás quién tiene cuatro Grand Slams con 21 años", defendía Davidovich a su compatriota. Y no le falta razón.