ACTUALIDAD AZULGRANA

Laporta coge carrerilla: sí a la reelección y no al adelanto de los comicios

La gran juerga del Barça y una noche sin fin: Laporta en Luz de Gas, una visita al hospital y el puro de Szczesny

Flick, emocionado con "la gran familia" que es el Barça: "Nunca me había sentido así en mi vida"

Joan Laporta, antes del inicio de la rúa de celebración de la Liga.

Joan Laporta, antes del inicio de la rúa de celebración de la Liga. / Zowy Voeten / EPC

Albert Guasch

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Joan Laporta vive en un estado de euforia desde que el equipo de Hansi Flick consumara la conquista de la Liga. Brincos y abrazos en el vestuario del estadio del Espanyol con los jugadores, celebración en el Luz de Gas y el Twenties hasta bien entrada la madrugada y más gritos guturales de “Barça” antes del despegue de la rúa de ayer por Barcelona. A ganas de festejar no le gana nadie. Por en medio, en una jornada de pocas horas de sueño, atendió a dos radios catalanas, en las que ratificó lo que se daba por sentado, que se presentará a la reelección de la presidencia, y descartó algo que flotaba en el ambiente como una posibilidad, la convocatoria anticipada de comicios aprovechando el contexto de alegría colectiva.

La segunda presidencia de Laporta ha avanzado a trompicones, entre algunos éxitos deportivos, conflictos en diferentes frentes, sospechas de malas praxis y críticas a la sensación de improvisación que ha desprendido en muchas decisiones. Pero en estos momentos todo ello queda sepultado por la efervescencia de un equipo que ha seducido al planeta futbolístico y que ha generado unos niveles de identificación social que posiblemente no se veían desde la etapa de Pep Guardiola.

El presidente del Barcelona Joan Laporta en una imagen de archivo. EFE/ Enric Fontcuberta. (BARCELONA)

El presidente del Barcelona Joan Laporta. / Enric Fontcuberta / (EPA) EFE

Laporta salta y disfruta al ritmo de la percusión de Hansi Flick, que ha liderado una revolución impensada con tantos muchachos de la Masia. Su elección como sustituto de Xavi Hernández no pudo ser más dichosa. Y al presidente cabe atribuirle, esta vez sin el consejo de Johan Cruyff, el mérito de apostar por un entrenador conformista con el plantel que se le ofrecía y ambicioso en los objetivos.

Puede ahora el mandatario volver a aventar aquello de que se presentó para devolver la alegría al barcelonismo. Y puede también ajustar algunas cuentas. Las críticas, pese a su capacidad de resistencia, le han hecho mella. Sobre todo las internas, aunque le resulte más rentable hablar de conspiraciones externas. Nada le desgastó más que el atropellado proceso de inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor. El CSD le salvó del reglamentarismo de LaLiga.

Ganar o no la Liga no habría cambiado la postura de Laporta de optar a la reelección, deseoso de ver acabado el Camp Nou con él en el trono. Pero los éxitos del Barça de Flick, tanto los trofeos como la forma de conseguirlos, habrán impulsado las ganas del dirigente de proseguir en un cargo que claramente le llena vitalmente.

"Hombre, sí, claro", contestó sobre si comparecerá en la próxima cita a las urnas. "Veo que hemos conseguido los resultados que queríamos, estamos trabajando muy bien. Piensa de dónde veníamos y dónde estamos. Hemos trabajado bajo mucha presión y hemos tomado decisiones muy difíciles que a veces no se han comprendido", dijo ayer en sus intervenciones en Rac1 y Catalunya Ràdio con la voz notablemente afectada por la falta de sueño.

"Considero que este proyecto merece tener continuidad. Tomamos decisiones con valentía, coraje y controvertidas y hemos salido adelante, ya sea para frenar esta campaña de desprestigio institucional que se ha instalado en algunos sectores, sobre todo en los rivales. La inscripción de jugadores fue un calvario por la violencia que reaccionaron los que no querían que nos saliesen bien las cosas. Todo ello, y mucho más, me da fuerzas para continuar", ahondó en ese estilo tan suyo de fundir la autoreivindicación con el victimismo agresivo.

En este sentido, el máximo dirigente aseguró que no avanzará los comicios presidenciales, previstos para 2026. La idea planeaba como una posibilidad en algunos foros barcelonistas de la ciudad, la de aprovechar el viento a favor del rendimiento deportivo. "No, no soy ventajista. Siempre he intentado cumplir mis mandatos en la medida que me han dejado. Convocaré elecciones cuando toque según los estatutos", zanjó.

La continuidad de Flick

En sus entrevistas Laporta, como no pudo ser de otra manera, puso en los altares a Hansi Flick -a saber cuánto le debe de que se pueda presentar a la reelección con las máximas posibilidades de ganar- y confirmó que las negociaciones para su renovación están más que avanzadas. El alemán concluye su contrato en 2026, el año de las elecciones. "Ya lo tenemos hablado. Deco lo acabará de perfilar. Él quiere renovar año a año. Es disciplinado y riguroso y tiene sensibilidad". Es posible que la oficialidad se produzca la semana próxima o justo después de la última jornada. 

Así vivió Laporta la fiesta en el vestuario con los jugadores tras ganar la Liga

Así vivió Laporta la fiesta en el vestuario con los jugadores tras ganar la Liga / FC Barcelona

Tampoco dudó del futuro azulgrana de Lamine Yamal, que este verano será mayor de edad y firmará un nuevo contrato, más acorde a su estatus de estrella mundial. "Lamine ha demostrado que es un elegido, que tendrá una carrera única. Es un jugador genial y continuará. Está contento en can Barça y el proyecto gira a su alrededor". Flick y Lamine seguirán. ¿Y Laporta? A nadie escapa que si las elecciones fueran mañana, completaría el tridente.