La decepción blanquiazul

Un Espanyol con orgullo lamenta la bofetada de siempre: "El teatro lo llevan muy bien, les soplas y se caen al suelo"

El Espanyol volvió a sucumbir en Cornellà ante el Barça, que jamás ha perdido en el RCDE Stadium en la Liga.

Los pericos no pueden descuidarse: necesitan un triunfo en las dos últimas jornadas para evitar el posible ‘sorpasso’ del Leganés.

Lamine Yamal corona el título con un golazo de los suyos

Manolo consuela a Carlos Romero junto a Joan García, este jueves en el RCDE Stadium.

Manolo consuela a Carlos Romero junto a Joan García, este jueves en el RCDE Stadium. / JORDI COTRINA / EPC

Raúl Paniagua

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La vida se complica en el panorama perico. Cuatro derrotas consecutivas en un plazo de 18 días han devuelto la incertidumbre a un Espanyol que no puede descuidarse. Es cierto que sigue cinco puntos por encima del descenso y que su imagen de este jueves fue convincente, pero hay combinaciones diabólicas que le llevarían a Segunda. Si el Leganés suma los seis puntos ante Las Palmas y Valladolid, ya descendidos, obligaría al Espanyol a lograr al menos un triunfo, ya sea en Pamplona o en el cierre en casa ante el conjunto de Diego Martínez, para evitar cualquier sorpasso. 

El sueño de finiquitar la permanencia ante el Barça quedó en eso, en un bonito sueño que no pudo hacerse realidad. Pasan los años y ese éxito nunca acaba de llegar. Es la victoria imposible de un Espanyol que ha recibido 14 veces en la Liga al Barça desde la inauguración de su templo en 2009 con un balance de seis empates y ocho derrotas, incluida la de anoche. 

Ambiente convulso

Conscientes de la necesidad de cambiar el rumbo de la historia y evitar la bofetada de siempre, los jugadores pericos cumplieron el deseo de su entrenador y abrieron el derbi con la intensidad de sus mejores actuaciones en casa. Tuvo dos ocasiones fantásticas el cuadro blanquiazul para adelantarse, pero Urko remató desviado en la primera y Puado, el pichichi y capitán, topó con el arquero Szczesny, que protagonizó una de sus mejores intervenciones en esta inesperada etapa como azulgrana.

Soto Grande muestra la roja a Cabrera.

Soto Grande muestra la roja a Cabrera. / Enric Fontcuberta / EFE

Esa puesta escena se vio alterada por la incertidumbre que rodeaba a las gradas por el atropello masivo vivido en los aledaños del estadio que causó diversos heridos en una previa del choque demasiado convulsa. Esa tensión se trasladó a las gradas y al césped con una batalla que el Espanyol mantuvo equilibrada hasta el descanso. 

Muralla derribada

Con 34.283 espectadores en un estadio casi repleto, la resistencia perica acabó cuando el genio Lamine Yamal clavó el balón en la escuadra. Ni siquiera Joan García, el mejor portero del campeonato, pudo evitar la catástrofe. Su vuelo fue insuficiente. El plan de Manolo sufrió un duro golpe con el tanto.

La muralla que resistió todo el choque ante el Madrid fue derribada por la estrella azulgrana. El triunfo ante el cuadro blanco se gestó gracias a un esfuerzo brutal del equipo que encontró recompensa con el gol de Carlos Romero en el minuto 85. Ante el Barça no fue posible, pero los blanquiazules dieron la cara hasta el último suspiro, incluso con uno menos por la roja a Cabrera.

El hijo de Chen

Era también el primer derbi en Cornellà del técnico perico, que probó todas las fórmulas posibles para sellar la salvación y evitar el alirón del Barça. Poco se le puede reprochar a Manolo, que se está dejando alma para cumplir un objetivo que sigue a un pasito desde hace semanas. En el palco, junto a Salvador Illa, se ubicó un personaje inesperado, Chen Chuanghuang, hijo del presidente y máximo accionista del club. El actual CEO de Rastar Group figura desde marzo como consejero del Espanyol, con plenos poderes legales y mercantiles en representación de la entidad.

Chen Chuanghuang, Salvador Illa y Laporta, este jueves en el palco.

Chen Chuanghuang, Salvador Illa y Laporta, este jueves en el palco. / JORDI COTRINA / EPC

El gol de Fermín acabó con las ilusiones pericas en otra noche desgraciada. El Barça celebró el título sin mayores sobresaltos. Algún pequeño roce entre jugadores y poco más. "Felicito al equipo, al club y a los fans. Es increíble lo que hemos hecho, sobre todo en la segunda parte de la Liga, en la que no perdimos ni un partido", aseguró Hansi Flick.

"No ha sido justo, merecimos el empate"

El germano destacó el planteamiento del Espanyol y explicó la celebración azulgrana. "Sabemos lo que pasó hace dos años. Queríamos dejar pronto el campo y festejar el título dentro", agregó el técnico. Manolo, mientras, se mostró contrariado por la derrota: "El resultado no ha sido justo, es una pena. Tuvimos ocasiones para merecer al menos el empate".

El preparador gallego tuvo también un pequeño encontronazo con Lamine Yamal. "Le dije que dejara de tirarse", explicó. Luego fue más contundente: "El tema del teatro lo llevan muy bien desde hace años al otro lado de la Diagonal. Les soplas y se caen al suelo", concluyó con su habitual sinceridad.