EL NUEVO CAMPEÓN

El Barça de Flick, un equipo histórico, un equipo memorable

La plantilla azulgrana ejecuta el cambio de ciclo conquistando los tres títulos estatales con un fútbol ofensivo y alegre después de pasar por encima del Madrid esta temporada

Fermín celebra el 0-2 del Barça en Cornellà.

Fermín celebra el 0-2 del Barça en Cornellà. / Jordi Cotrina

Joan Domènech

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Barcelona
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No es el primer entrenador del Barça que conquista la Liga en su primera temporada, sino el décimo. Ni es el primero que conquista el doblete en el estreno o después, sino el séptimo. Sí es el primero Hansi Flick que reúne los tres títulos españoles (Liga, Copa y Supercopa) en la misma campaña. El precedente más aproximado sería el Barça del curso 1952-53, en la tercera campaña de Fernando Daucik, que juntó Liga, Copa y la Copa Eva Duarte, una proto Supercopa que enfrentaba al campeón de Liga con el de Copa. Le fue adjudicado el trofeo sin jugar.

Ha construido Flick un memorable capítulo en la historia del Barça coincidiendo con el 125 aniversario del club. Le ha dado a la entidad un equipo campeón para realzar la efeméride. Pero le ha dado también, además de un equipo histórico, un equipo inolvidable.

Lamine Yamal celebra un gol con la grada en Montjuïc.

Lamine Yamal celebra un gol con la grada en Montjuïc. / JORDI COTRINA / EPC

Otro momento convulso

Asumía Flick la plantilla en un momento convulso, otro, con Xavi muy mal destituido, un Madrid campeón de Europa que añadía a Kylian Mbappé y un Barça sin dinero que sólo incorporó a Dani Olmo y Pau Víctor, que despidió a diez jugadores más o menos contrastados y los sustituyó por canteranos; un Barça que armaba triquiñuelas para poder inscribir a sus futbolistas, algunos tarde y mal. Tan mal que fueron desinscritos en diciembre.

Ni siquiera fue presentado Flick hasta un mes y medio después de entrar por la puerta de Sant Joan Despí. El entrenador, que cumplió 60 años el 24 de febrero, se siente cómodo en la insólita discreción con que Joan Laporta le presentó el contrato de dos años que va a renovarse en cuestión de días, tal vez horas. El presidente le perseguía desde que era candidato (2021) y el triplete estatal ha avalado su intuición futbolística.

Pedri anima a sus compañeros después de que el Barça encajara un gol.

Pedri anima a sus compañeros después de que el Barça encajara un gol. / JORDI COTRINA / EPC

El alirón ha llegado con brillantez en los resultados. Antes del final del campeonato, salvando la dificultad adicional del clásico con el Madrid y el derbi con el Espanyol, los adversarios más intensos y acérrimos. Con goleadas sonadas, erigiéndose en el máximo realizador de la Liga por encima de ese Madrid que iba a ser un festival apoteósico diario.

Los cinco clásicos ganados

El Barça de Menotti ganó cuatro de los cinco clásicos que disputó con el Madrid en la temporada 1982-83 y el otro lo empató. El de Guardiola se impuso en los cuatro enfrentamientos que dirigió ante los blancos repartidos en dos ejercicios (2008-10). El de Flick ha vencido en los cinco de la campaña 2024-25; el primero fue el de la gira estadounidense.

Nueve meses y ocho días después, el Barça cerraba el ciclo dominador de los blancos para abrir el suyo. Uno al que se le augura un gran futuro por la juventud de sus componentes (solo hay cuatro treintañeros entre los 26 futbolistas: Ter Stegen, Szczesny, Íñigo y Lewandowski) y por el margen de mejora que tiene. Sus imperfecciones defensivas, un riesgo asumido, apenas le han privado de un triunfo: el acceso a la final de la Champions.

Lewandowski y Szczesny conversan al final de un partido de Montjuïc.

Lewandowski y Szczesny conversan al final de un partido de Montjuïc. / JORDI COTRINA / EPC_EXTERNAS

Ha sido el Barça el que ha divertido. El espectáculo de luz y color lo ha suministrado el Barça con su juego y sus remontadas apoteósicas, sus salvajes ataques y sus cándidos errores, su asfixiante presión adelantada y el dinamismo de las combinaciones.

Al Barça se le augura un gran futuro por la juventud de sus componentes (solo hay cuatro treintañeros entre los 26 futbolistas: Ter Stegen, Szczesny, Íñigo y Lewandowski) y por el margen de mejora que tiene, sobre todo en defensa.

Hansi Flick durante el tramo final del partido de Liga entre el FC Barcelona y el Celta.

Hansi Flick durante el tramo final del partido de Liga entre el FC Barcelona y el Celta. / JORDI COTRINA / EPC

Una plantilla que, a pesar de todo, ha sufrido calamidades en forma de lesiones, sin poder contar durante el primer semestre con Ter Stegen, Araujo y Christensen, que perdió pronto a Marc Bernal, que no ha regresado, más otras dos roturas de ligamentos (Gavi y Casadó), además de las ya más comunes lesiones musculares que suceden durante una temporada.

Raphinha es felicitado por todos sus compañeros en la euforia final tras remontar el marcador ante el Celta.

Raphinha es felicitado por todos sus compañeros en la euforia final tras remontar el marcador ante el Celta. / JORDI COTRINA / EPC

Planes cumplidos

Y, en cambio, visto en perspectiva, todo ha discurrido como adelantó Flick el día de la presentación. Cada frase se ha cumplido. “Mi estilo no está muy lejos del estilo Barça, o del estilo que ha tenido éxito con Pep”. “Quiero un equipo activo con balón y sin el balón, con jugadores que tomen decisiones, que determinen el ritmo del partido”. “No importa si jugamos con un 4-3-3 o un 4-2-3-1, nos adaptaremos”. “El Barça que queremos ver es un Barça que haga un fútbol de ataque para que todo el mundo pueda disfrutar, sea en el estadio o ante la televisión, y vea que jugamos bien”.

Sólo le falta consumar un objetivo. Íntimo e individual, pero no depende de él. El que se trazó en una visita de turista a Barcelona y vio el Barça-Getafe desde la tribuna cuando era un entrenador desconocido. "Un día quiero estar ahí", se dijo, mirando al banquillo del Camp Nou. Pronto volverá.

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