Fútbol

El renacimiento del fútbol en Reus: “Ya hemos llorado suficiente, el fútbol vuelve a ser un motivo de felicidad en la ciudad”

El Reus Reddis, heredero del desaparecido Reus Deportiu, ha logrado tres ascensos en cuatro años hasta llegar a Segunda RFEF, la cuarta categoría del fútbol español

El denominador común de la plantilla es el kilómetro cero: los jugadores son de la ciudad, de la provincia o exjugadores del antiguo Reus

El entrenador del Reus FC Reddis, Marc Carrasco, y Ramon Folch, uno de los capitanes en el Estadi Municipal de Reus

El entrenador del Reus FC Reddis, Marc Carrasco, y Ramon Folch, uno de los capitanes en el Estadi Municipal de Reus / Joan Revillas

Jordi Grífol

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Reus
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“En Reus ya hemos llorado suficiente”, asegura Marc Carrasco, entrenador del Reus FC Reddis, al que se le ilumina el rostro al hablar de su club. Dos desgracias marcaron y fortalecieron su amor por el equipo: la muerte por infarto de su excompañero Jordi Pitarque en 2010 y la desaparición del CF Reus Deportiu en 2020. El Reus FC Reddis, una fusión entre entidades que preserva el legado del antiguo club, ha hecho renacer el fútbol en la ciudad. En cuatro años ha subido de Segunda Catalana a Segunda RFEF, la cuarta categoría del fútbol español, allí donde más años había jugado el Reus Deportiu históricamente.

En 2020, el juzgado ordenó la desaparición del CF Reus Deportiu, ahogado por las deudas tras los mejores años deportivos de la entidad en Segunda División y una gestión económica llena de sombras, inversiones fallidas en China y ventas frustradas por parte del máximo accionista, Joan Oliver. Sin tiempo para procesar la pérdida, el fútbol base se movilizó para poder dar continuidad a sus equipos, naciendo así la Fundació Futbol Base Reus. 

“Tras dos años de funcionamiento, el CF Reddis no pasaba por su mejor momento y con la gente del Reddis y la fundación decidimos emprender este proyecto a tres bandas entre la Fundació, el Reddis y la Plataforma Sempre Reus 1909, que engloba a los aficionados huérfanos de su equipo”, explica Carrasco, en ese momento director deportivo de la fundación.

El Reddis aprobó en asamblea el cambio de nombre, escudo y equipación para convertirse en el CF Reus Reddis, con el roig-i-negre del desaparecido Reus como color principal y con una junta directiva presidida por Xavier Roig. El crecimiento ha sido meteórico a nivel deportivo y social: tres ascensos en cuatro años para subir a Segunda RFEF en el segundo intento a falta de cinco jornadas, más de 1.100 socios y un récord de asistencia de 3.500 aficionados.

El entrenador del Reus FC Reddis, posando para EL PERIÓDICO

El entrenador del Reus FC Reddis, Marc Carrasco, en el Estadi Municipal de Reus / Joan Revillas

Proyecto deportivo 'kilómetro cero'

El profundo vínculo que Marc Carrasco siente con el club y la ciudad da sentido al proyecto deportivo. Todos los futbolistas son de Reus ciudad o de la provincia o bien exjugadores del antiguo Reus Deportiu como Ramon Folch, Ricardo Vaz o Alberto Benito. “El denominador común es el ‘kilómetro cero’. Tenía muy claro que esto se tenía que hacer con gente de aquí, que sintiera el club”. “Nuestro delantero es policía local en Reus, el capitán Xavi Jaime trabaja en un banco de la ciudad y te puedes encontrar a Ramon Folch o Ricardo Vaz paseando con sus hijos por el centro. Somos un equipo muy cercano a nuestra gente y a la ciudad y eso se ha traducido en cariño”, remarca el entrenador.

Un sentimiento que comparte Ramon Folch, que decidió regresar a casa tras pasar por equipos como el Oviedo, Elche y Tenerife, recientemente en el Cornellà en Primera RFEF: “Que los jugadores sientan los colores hace que a la hora de pelear en el campo des un plus por el sentimiento de club y la camiseta. Con tantos ascensos parece fácil, pero no lo es. Hemos luchado contra equipos como Badalona u Hospitalet que llevan años intentándolo y nosotros lo hemos logrado en el segundo año”.

Ciudad de hockey, al fútbol siempre le ha costado llenar el estadio. “Al fútbol, honestamente, la gente iba cuando ganaba”, dice el periodista Andreu Rauet, autor de “El Caso Reus” y "Laporta Gate", documentales que pretenden señalar a los posibles responsables de la desaparición del Reus Deportiu. Esta temporada, el Reus Reddis ha reunido a una media de entre 1.500 y 2.000 aficionados. “La afición se ha volcado, creo que cuando estábamos en Segunda B nunca se había visto lo de este año”, explica Folch.

"En el antiguo Reus el aficionado estaba maltratado"

En el Municipal se canta al Reus Deportiu, se mezclan las camisetas del pasado y del presente y la afición se ha rejuvenecido, conectando con sus jugadores. “El legado sociocultural del Reus Deportiu es inevitable. La gente cuando va al campo va a ver a su Reus, ya no se preguntan qué Reus es. Poco a poco se está generando un movimiento social que puede tener continuidad si tratas bien al aficionado. La gran diferencia con el antiguo Reus es que el aficionado estaba maltratado completamente y acabó dando la espalda al Reus, que murió como un proyecto empresarial de Oliver, Laporta y compañía. Las peñas fueron apartadas del estadio, se duplicaron los precios de los abonos al subir a Segunda, no se permitía la entrada de tifos… lo único que se hizo fue apagar la llama con una gestión autoritaria y despótica de Oliver”, señala Rauet. 

Cuando asumió el reto, Marc Carrasco tenía claro que la Segunda RFEF era lo mínimo a lo que debía aspirar el Reus Reddis. Ahora, explica, les toca crecer y asentarse en todos los sentidos, también a nivel estructural, además de intentar sumar al proyecto al máximo de empresas e instituciones de la ciudad. Todo ello sin repetir los errores del pasado y con la identidad y el sentimiento por bandera. “El fútbol vuelve a ser un motivo de felicidad en Reus, toca estar alegres, unidos y mirar hacia el futuro”, concluye.