De Montjuïc a Copacabana: si el Real Madrid no gana, Florentino despedirá a Ancelotti rumbo a Brasil

Montjuïc será a la vez punto final y escala a Brasil para Carlo Ancelotti este domingo si el Real Madrid no gana su partido ante el Barça. El italiano sabe que pondrá fin a su etapa madridista, más temprano que tarde, y que su única alternativa para acabar la temporada sentado en el banquillo blanco es ganar al Barça y meterse de lleno en la pelea por el título de Liga en este tramo final de temporada.

Más de 2000 días en el banquillo del Real Madrid

Carlo quiere acabar con otro título su segunda etapa como madridista y ha pedido al vestuario compromiso para poner el colofón a su exitoso regreso al club, con el que ha ganado dos Champions en estos últimos cuatro años. Carletto suma 2167 días en el banquillo del Real Madrid, en dos etapas (698+1469), en los que ha sido capaz de sacar brillo a una plantilla en la que ha ido puliendo el talento de promesas que hoy son estrellas. Vinícius, Rodrygo, Camavinga, Tchouameni o Valverde se han convertido, bajo sus órdenes, en futbolistas de dimensión mundial.

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La famosa 'mano izquierda' del italiano ha templado el carácter volcánico de Vinícius, ha sacado todo el talento ofensivo del introspectivo Rodrygo y ha ido madurando el talento de jóvenes como Arda al tiempo que dotaba de jerarquía a Tchouameni. Este proceso lo ha equilibrado con el oficio de jugadores de la casa como Carvajal o Nacho, al tiempo que ideaba soluciones de urgencia en la pizarra con futbolistas como Joselu, Lucas o Camavinga. Jude Bellingham es, probablemente, el 'invento' más sobresaliente del italiano. Aterrizado en el Bernabéu como un centrocampista elegante, lo convirtió en un llegador de área insaciable. El inglés goleó y asistió la pasada temporada en un rol que él mismo confesó que nunca pensó que podía desempeñar.

Sin embargo, este año el castillo de naipes se le vino abajo. Las lesiones en defensa rompieron el equilibrio y la presencia de un verso libre como Kylian Mbappé terminó de desestabilizar la pizarra. Carletto nunca señalará al francés por su indolencia defensiva, pero la clave de lo ocurrido esta temporada en el Real Madrid la anticipaba Luis Enrique en su documental al hablar de la marcha de Mbappé. "Con Kylian teníamos un jugador que iba libre por el ataque, ahora lo controlo todo", apuntaba el asturiano, que acaba de meter en la final de la Champions al PSG tras deshacerse del delantero de Bondy. "Michael Jordan cogía de los huevos a todos sus compañeros y se ponía a defender como un hijo de puta. Si quieres ser un líder, tú tienes que dar ejemplo apretando el primero. Un líder de verdad si no nos puede ayudar con goles, lo hace presionando. Si eres un ejemplo presionando, te conviertes en una puta máquina. El día que no ataques, tienes que ser el mejor jugador de la historia defendiendo", le advirtió 'Lucho' a Kylian en una charla a solas cuando aún era jugador del PSG.

Mbappé nunca quiso ser Michael Jordan

Ancelotti también ha tenido varias conversaciones de ese tipo con el francés, pero la realidad es cruda y los datos delatan que Mbappé nunca quiso ser Michael Jordan, al menos defendiendo. Y lo peor es que su actitud displicente ha terminado pudriendo el resto de manzanas del cesto. Jugadores como Vinícius o Rodrygo han dimitido en defensa por no querer ser menos que el francés. Y otros compañeros han terminado molestos y cansados de la insolidaridad defensiva de sus delanteros. Jugadores como Valverde, Tchouameni, Bellingham o incluso un Lucas Vázquez al que le ha tocado el papel más ingrato.

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La temporada pasada arrancó con malas noticias para Ancelotti, que contaba con que Toni Kroos se quedaría un último año y quien saldría sería Luka Modric, al que los 39 años les han pesado. Eso descabalgó su planteamiento inicial. Luego llegó la lucha de egos entre Vinícius, que no quería ser menos que Mbappé, y Kylian, señalado por el club como la estrella del equipo. Y a eso se sumaron los celos de Rodrygo y las malas caras de Bellingham al perder protagonismo por tener que ayudar en el medio y pisar menos área.

Aún así, el Real Madrid llega a Montjuic con opciones de seguir vivo en la pelea por la Liga. Ancelotti está convencido de que el amor propio de sus jugadores, tras tres derrotas, le llevará a ganar su primer clásico de la temporada porque además en Sevilla estuvo muy cerca. Esto le permitiría acabar la temporada en el banquillo blanco, y quién sabe si poner el colofón a esta segunda etapa con un 16º título. Sería el más difícil de todos, por lo complicada que ha sido la temporada de puertas para dentro. La amenaza continua de la llegada de Xabi Alonso, de la que tiene noticias desde que el 14 de enero EL PERIÓDICO adelantó que el Real Madrid había atado su salida del Leverkusen, o el vía crucis de lesiones en defensa han complicado el curso al italiano. Montjuic será punto seguido o será escala para un Ancelotti que dirigirá a Brasil el próximo Mundial. Pase lo que pase.