José Ángel de la Casa: 10 momentos relevantes de su larga trayectoria como narrador deportivo

Periodista, sí; futbolista, no

Una lesión de rodilla truncó su carrera como futbolista a los 24 años, edad en la que empezó en el periodismo. Jugaba en el Talavera en Tercera (la Primera RFEF actual). Durante la rehabilitación empezó a trabajar en Radio Peninsular. Llegó un día en que tuvo que elegir entre fichar por el Rayo, entonces en Segunda, o trabajar en televisión.

Inicios con el atletismo

La radio fue efímera en su vida. Después de tres años en las ondas (Radio Peninsular y RNE), pasó a la televisión en 1977. De la Casa fue presentador y director de programas emblemáticos como Estudio Estadio. Antes de que su voz estuviera relacionada con el fútbol, narró atletismo durante dos años (1977-79). De hecho, en los 80 fue junto a Gregorio Parra una de las grandes voces de este deporte. Estuvo en los JJOO de Los Ángeles 84 el día que José Manuel Abascal ganó la medalla olímpica en 1.500 o en Barcelona 92 cuando Fermín Cacho conquistó el oro de la misma prueba.

Siempre con la selección española

Narró infinidad de partidos de fútbol. Fue la voz del gol de Koeman en la primera Champions del Barça, en Wembley, también de la Séptima del Real Madrid gracias al gol de Mijatovic o el tanto de Nayim con el Zaragoza al Arsenal. Pero sobre todo fue la voz de la selección española durante 30 años. Más de 300 partidos contaron con sus transmisiones.

Aquel mítico 12-1 del España-Malta

1983. El histórico España-Malta. Todos los españoles de cierta edad se acuerdan de su narración, de su gallo al cantar el último gol, el de Juan Señor, el duedécimo a Malta que clasificaba a una selección aún agarrada a la furia a la Eurocopa de 1984, apeando a Holanda. Siempre desdeñó la teoría de que el partido pudo estar amañado. "Es el partido que más se ha investigado de la historia", dijo para enterrar las habladurías.

Eran otros tiempos

De la Casa explicó que, a diferencia de las grandes producciones televisivas actuales, solía acudir solo al estadio, se sentaba en la cabina de transmisión, le daban paso minutos antes de que comenzara el encuentro y daba por cerrada la conexión pocos minutos después de que acabara. El día del 12-1 a Malta ha explicado que fue únicamente con Alfonso Azuara, que trabajó desde el césped. Su estilo era sobrio, escaso de emociones, más británico que sudamericano. “Insiste España”, era uno de sus latiguillos. Con los años incorporó a su lado a la figura del comentarista. Juanito, Di Stefano, Michel y hasta el cineasta José Luis Garci fueron sus primeros acompañantes en las retransmisiones.

El descubrimiento de la enfermedad

Durante la Eurocopa de 2004 se dio cuenta de que le pasaba algo. Le temblaban las manos y no podía agarrar de forma estable el micrófono. El técnico de sonido lo solucionó poniéndole microcascos. Pronto descubrió lo que le sucedía: Parkinson. Sabía lo que era: se lo había visto sufrir su padre.

El adiós de RTVE

En 2007, un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en RTVE le obligó a jubilarse anticipadamente. Les cayó a todos aquellos periodistas de la empresa pública que tenían más de 52 años. De la Casa, consciente de su enfermedad, explicó que no se resistió a poner fin a su carrera. 

La despedida 

El partido de la Eurocopa que España disputó ante Islandia el 28 de marzo del 2007 supuso la despedida de su casa, de RTVE. "Después de 30 años, me permitirán un minuto para decirles que yo he disfrutado mucho durante todo este tiempo", dijo entonces. Aún continuó narrando algunos partidos de la Liga de Campeones en Castilla-La Mancha Televisión. 

Breve incursión en política

Tras la victoria del PSOE en las elecciones de 2015 en Los Cerralbos, su pueblo natal y adonde se retiró tras el ERE, De la Casa se convirtió en teniente de alcalde. Fueron sus pinitos en política pese a no revelar nunca su ideología. Solo estuvo un mandato. No le acabó de gustar. “En los pueblos, se impone las relaciones personales. Me metí en política porque el alcalde es amigo mío”.

Homenajes y premios

Llevó con dignidad su enfermedad hasta el final. Participó en una campaña pública para ayudar a buscar avances desde la ciencia. Se tomaba en los últimos años unas 18 pastillas al día. “Cada párkinson es diferente, no es una enfermedad donde todos tomemos lo mismo y en la mismas dosis, no nos afecta igual, cada uno somos un mundo”, dijo en una de las entrevistas que dio para hablar de su enfermedad. Recibió infinidad de premios y homenajes. El primero, en 1998, aún en activo, con el Ondas a la Mejor Labor Profesional. Uno de los más emotivos se produjo en Sevilla, durante la conmemoración del 40º aniversario del 12-1 a Malta, cuando antiguos jugadores como Buyo, Gordillo, Sarabia, Víctor o el propio Señor se reunieron para rememorar aquella hazaña en el Benito Villamarín.