LA CITA DE LA CHAMPIONS

El Barça recibirá a un Inter en crisis

El rival azulgrana ha perdido la ventaja y el liderato de la Serie A y ha sido eliminado de la Copa con tres derrotas seguidas sin marcar un gol

Simone Inzaghi gesticula en el derbi con el Milan del pasado miércoles.

Simone Inzaghi gesticula en el derbi con el Milan del pasado miércoles. / Spada/LaPresse / LAP

Joan Domènech

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Barcelona
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Un vistazo a los resultados del Inter revela que el próximo rival del Barça subirá la montaña de Montjuïc con la carga de una mala racha a cuestas. Algo impensable una semana atrás, cuando el equipo era un modelo de solidez.

Esa fortaleza se ha resquebrajado con tres derrotas consecutivas en ocho días y, lo que es peor, las consecuencias que ha deparado: la pérdida del liderato (de tres puntos de ventaja al Nápoles a tres de desventaja a cuatro jornadas del final) y la eliminación en la Coppa en casa con el Milan. Desde diciembre de 2017 que el Inter no perdía tres partidos seguidos; desde 2012 no pasaba que esos tres partidos fueran sin marcar un gol: en Bolonia (1-0), con el Milan (0-3) y con el Roma (0-1).

Nicolo Barella, agotado y frustrado, tras la derrota con la Roma del domingo.

Nicolò Barella, agotado y frustrado, tras la derrota con la Roma del domingo. / Spada/LaPresse / LAP

El contraste con el Barça

Antes de entrar en crisis, que lo es, empató con el Bayern en San Siro, aunque ese resultado le sirvió para medirse ahora al Barça, al que también le sirvió la derrota en Dortmund. En cambio, el equipo de Hansi Flick ha sumado en este tiempo tres victorias que le han servido para afianzar su ventaja en la Liga, conquistar la Copa a costa del Real Madrid y alimentar el sueño del triplete que se ha esfumado en Milán.

El Barça ha ganado los tres partidos a su máximo rival (con dos títulos en juego, más una escandalosa goleada liguera en el Bernabéu) y el Inter no ha podido batir en ninguno de los cuatro partidos al Milan. El último duelo en el estadio que comparten se saldó con un 0-3.

Simone Inzaghi se enfada durante el Bayern-Inter disputado en Múnich.

Simone Inzaghi se enfada durante el Bayern-Inter disputado en Múnich. / RONALD WITTEK / EFE

Reducir la vergüenza

Simone Inzaghi no pudo soportar tanta vergüenza. Antes de llegar al minuto 90, cuando eran perceptibles los “olés” de la hinchada rojinegra, se dirigió al cuarto árbitro chillándole: "¡No quiero tiempo añadido! ¡No me vaciléis!". Era un deseo disfrazado de exigencia y se lo concedieron para acortar la humillación. Hubo diez sustituciones y dos goles, pero ni cero segundos de tiempo añadido.

El loado funcionamiento táctico negriazul, sin embargo, chirría. El equipo tiene una identidad propia, con sus tres centrales, el centro del campo con cinco hombres, más los dos puntas. La sobrevenida sequía goleadora, en un equipo poco festivo, se acusa indefectiblemente.

Lautaro Martínez, el capitán -lleva en San Siro desde 2018-, ha marcado la mitad de goles en la Serie A respecto al año pasado (12 en 29 partidos, fueron 24 en 33 el curso anterior), pero ha empujado al equipo hasta la semifinal con sus 8 tantos en 11 partidos. Hakan Çalhanoglu y Marcus Thuram son los siguientes interistas con tres.

Evan Ndicka, defensa de la Roma, trata de impedir el control de Lautaro Martínez este domingo.

Evan Ndicka, defensa de la Roma, trata de impedir el control de Lautaro Martínez este domingo. / Associated Press/LaPresse / LAP

Inzaghi, sin discusión

No está en discusión Inzaghi, cuya discreta carrera como futbolista comparada con la de su hermano Filippo contrasta con la consistencia de su trayectoria como entrenador. Nunca ha sido despedido. Gracias, por supuesto, a que de vez en cuando aportaba algún título. Permaneció seis temporadas en el Lazio (2015-2021), donde celebró una Copa y dos Supercopas de Italia, y cumple la cuarta en el Inter: dos Supercopas, dos Copas y el Scudetto de la pasada campaña.

También llegó a la final de la Champions 2022-23, donde cayó frente al Manchester City. Está ahora en la penúltima estación, donde le espera el Barça, con una excelente trayectoria. Y por un camino distinto al de los azulgranas.

Marcus Thuram se lamenta durante el partido frente a la Juventus en febrero.

Marcus Thuram se lamenta durante el partido frente a la Juventus en febrero. / Spada/LaPresse / LAP

"Cansancio físico y mental"

Frente a la exuberancia goleadora del cuadro barcelonista (el máximo anotador de la competición), el Inter fue el menos goleador de los 15 primeros. Apenas logró 11 tantos. Fue, con diferencia, la mejor defensa de la competición: sólo un gol encajado, el que le derrotó en la visita a Leverkusen.

La rentabilidad elevada a la máxima potencia era la mayor virtud del Inter, que parece haberse resquebrajado. Inzaghi ha atribuido el declive de los resultados al “cansancio físico y mental”. Ha perdido, además, a Marcus Thuram, cuyos 17 goles han sido una joya cada uno por la escasa producción general, y a Benjamin Pavard, uno de los tres centrales titulares (juegan tres atrás), “un excelente profesional” a quien Flick no podrá abrazar después de haberle tenido en el Bayern.

Thuram forzará para participar. El equipo le necesita. Ninguno de los otros delanteros que ha ocupado su lugar (el argentino Joaquín Correa, el iraní Mehdi Taremi y el austríaco Marko Arnautovic) ha marcado un gol.

Inzaghi, de 48 años, tiene contrato hasta 2026. Antes de la eliminatoria con el Bayern es especulaba con una ampliación hasta 2028 que tal vez haya entrado en un compás de espera.