MUNDIAL DE MOTOGP

MotoGP siguió circulando a 350 kms/h. durante el apagón

Jerez, el circuito, no ha sufrido apagón alguno en su jornada de entrenamientos tras el GP ganado por el catalán Àlex Márquez. Eso sí, los habitantes del 'paddock' temen no poder llegar a casa, pues nadie sabe si los aviones que les devuelven a sus casas despegaran desde Jerez, Sevilla o Málaga.

Marc Márquez, hoy, en Jerez.

Marc Márquez, hoy, en Jerez. / EMILIO PÉREZ DE ROZAS

Emilio Pérez de Rozas

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JEREZ / Enviado especial
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Dicen (y es verdad) que Marc Márquez, que sufrió una caída, que cometió el segundo error del año, en Jerez, el pasado domingo, fue el primero que llegó al garaje, no ya del Ducati Lenovo Team, sino de todo el ‘paddock' de Jerez, a las ocho de la mañana de hoy, cuando el test, el entrenamiento postcarrera, empezaba a las diez de la mañana.

Márquez pidió a su equipo técnico que estuviera a las ocho de la mañana listo para empezar a trabajar. Y, no solo eso, al llegar al parón del mediodía, MM93 ya había conseguido el mejor crono del test de MotoGP (1.36.184 minutos) y, al terminar la jornada, a las seis de la tarde, volvió a casa habiéndolo mejorado y dejando un espectacular 1.35.876 en el tablero de anuncios del trazado andaluz.

Marc, el más rápido

Al ocho veces campeón del mundo de motociclismo le importó muy poco que se fuera la luz en el circuito de Jerez, como en toda España. Nadie notó, en el circuito andaluz, que se había ido la corriente, pues todo el mundo siguió funcionando con los generadores y las motos circulando a 350 kilómetros por hora. MotoGP ni quería ni podía parar, pues se trataba de unos entrenamientos muy importantes para todos los equipos y pilotos.

Márquez, ahora segundo en el Mundial de MotoGP, a solo un punto de su hermano Àlex, de nuevo líder del campeonato (140 contra 139), sintió su caída como un auténtico puñal y aunque acudió, de buen grado, a felicitar a su hermano en el ‘corralito’ de Jerez, lo cierto es que se pasó la tarde pensando en que no podía volver a cometer un error tan grosero “sobre todo si pretendo tener opciones de ganar mi noveno títulos”.

Fabio Quartararo se prepara, hoy, en Jerez, para el test de MotoGP.

Fabio Quartararo se prepara, hoy, en Jerez, para el test de MotoGP. / EMILIO PÉREZ DE ROZAS

Mientras las motos circulaban a toda velocidad, mientras el suministro de corriente era correcto y suficiente y pese a que muchos de los habitantes del ‘paddock’ tuvieron dificultades con su conexión de móvil (Movistar fue la gran triunfadora de la jornada), las televisiones pudieron hacer su trabajo, aunque tuvieron algunas dificultades para transmitir sus imágenes a sus centrañes al fallar la fibra.

Junto al gran papel, cómo no, protagonizado por Marc Márquez, que, insisto, empezó a las ocho de la mañana y dieron las seis de la tarde y aún estaba en el boxe del Ducati Lenovo Team, hay que destacar los excelentes cronos de la pareja oficial de Yamaha, en clara progresión. Tanto Fabio Quartararo como Alex Rins se colocaron muy cerquita de MM93, gracias a un nuevo motor que están probando y que mejora, ostensiblemente, el comportamiento de su moto.

Después de su error en carrera, después de protagonizar la segunda caída del año en un GP, Marc Márquez fue el primero en llegar a su garaje y el último en abandonarlo, en la jornada de entrenamiento de hoy en Jerez.

“Estamos en el buen camino”, señaló el ‘Fiablo’, “pero no me quiero hacer ilusiones excesivas, pues se trata solo de un ensayo. El motor mejora la moto, pero debemos seguir probándolo, no creo que lo montemos, la semana que viene, en Le Mans, mi país, donde llego con enorme ilusión y energía. Este ha sido, sin duda, el mejor fin de semana en los últimos tres años y eso ya es mucho, lo es todo”. Por cierto, el tradicional, el típico, vencedor de todos los test, el campeón de los lunes, Maverick Viñales (KTM), quedó segundo aunque, eso sí, casi a medio segundo de MM93, concretamente a 0.361 segundos.

Ni que decir tiene que el vencedor, el espectacular vencedor del GP de España, el catalán Àlex Márquez, ha reconocido hoy que la victoria transformó su domingo. “A las seis de la tarde, después de todas las celebraciones, fiestas y firmas, le dije a Gabriela, mi pareja, que necesitaba airearme y nos fuimos a dar una vuelta kilométrica por Jerez, conversando y desconectando. Me fue de maravilla, no quería nada más que desenchufar un rato, pues hoy había que volver a subirse a la moto y perfeccionarla, si podíamos”.

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