"ERA EL MOMENTO DE CHUTAR"

Koundé, el héroe de la Copa, el defensa que no se cansa de correr (y además marca)

La crónica: El Barça gana la Copa al Madrid en una final apoteósica y dramática (3-2)

La contracrónica: Lamine Yamal, el rubio de las asistencias decisivas

Las reacciones: Flick: "Ganar un título en un clásico es especial"

Koundé conecta el derechazo (m. 116) que le dio al Barça el triunfo sobre el Madrid en la prórroga de la final de la Copa del Rey.

Koundé conecta el derechazo (m. 116) que le dio al Barça el triunfo sobre el Madrid en la prórroga de la final de la Copa del Rey. / Efe / Julio Muñoz

Marcos López

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Pedri, ya con "rampas", como confesó después, estaba exhausto en el banquillo, mientras a Iñigo Martínez no le quedaban energías y menos en el nuevo rol que le había encomendado Flick. "El míster me puso de lateral izquierdo y ya no me quedaban fuerzas para frenar los contragolpes del Madrid", admitió también cansado el defensa vasco en esos momentos en que la final de la Copa del Rey se encaminaba hacia la tanda de penaltis.

¿Y Koundé? ¿Dónde estaba? ¿Qué hacía el lateral derecho robando una pelota por el carril central del Madrid? En teoría, y en la práctica, no era su lugar natural. No tenía ningún sentido que apareciera por ahí el jugador más resistente de la plantilla azulgrana.

El tipo que es tan impuntual -Flick lo ha relegado a la suplencia por llegar tarde hasta en tres ocasiones a charlas tácticas- como puntual para transformarse en el héroe de la Copa.

Se recordará la ‘paloma voladora’ de Marcos Alonso que abatió al Madrid en La Romareda como ese punterazo ‘koundeniano'. Un derechazo preciso, duro, seco, venenoso -a cada centímetro que se deslizaba por la hierba sevillana se iba alejando de Courtois- que le colocaba, y ya para siempre, en la memoria azulgrana.

"El problema con Koundé es que si un día hacemos 30 minutos menos de entrenamientos se va luego a correr a Sitges. Quizás para mi lo mejor es que corra sobre el terreno de juego"

Hansi Flick

— Técnico del Barça

"Ha sido al límite, al límite…. Estábamos muy cansados", apuntó el exjugador del Sevilla. Y lo dice él, alguien que no deja de correr nunca si se atiende a lo que dice su entrenador. "El problema con Koundé es que si un día hacemos 30 minutos menos de entrenamientos se va luego a correr a Sitges. Quizás para mi lo mejor es que corra sobre el terreno de juego", llegó a decir el alemán hace apenas una semana. 

Koundé celebra su gol, el 3-2 del Barça al Madrid, junto a Fermín y Pau Víctor en La Cartuja.

Koundé celebra su gol, el 3-2 del Barça al Madrid, junto a Fermín y Pau Víctor en La Cartuja. / Efe / Julio Muñoz

Y el central que no quería ser lateral derecho se transformó en La Cartuja, disfrazado de explorador, símbolo del Barça de Flick, un equipo que defiende hacia delante. No da un paso atrás porque entiende que no hay mejor manera de protegerse que atacar al rival lo más cerca de su casa.

De ahí se entiende la singularidad de un jugador capital en el segundo título azulgrana del curso, capaz de hacer enfadar a su entrenador en La Cartuja cuando tiró un balón fácil y sin oposición casi regalando un saque de esquina. Pero Koundé se levantó con una segunda parte de la prórroga majestuosa justo cuando los demás estaban aniquilados físicamente. Él, no.

Majestuosa y no tan solo por el gol que le entroniza en el patrimonio sentimental culé. Majestuosa porque su aportación defensiva resultó tan valiosa como ese inolvidable tiro desde el balcón del área de Courtois.

Minuto 105: Pase cómodo del lateral a Araujo. Pase de seguridad.

M, 106: Gana el francés un duelo aéreo a Brahim.

M. 109: Pase largo hacia Gavi que no llegó a su destino porque se anticipó Güler.

Y lo mejor, como recordó luego Flick, estaba todavía por llegar. No se refería solo el técnico al disparo que le dio la Copa al Barça.

M. 111: Pase largo de Tchouámeni, ya como central tras ser retirado Rüdiger, hacia Fran García. Pero se cruza Jules y despeja con la cabeza.

Koundé celebra con Lamine el gol que dio el título de Copa al Barça frente al Madrid.

Koundé celebra con Lamine el gol que dio el título de Copa al Barça frente al Madrid. / Afp

M. 113: Güler, recostado en el flanco izquierdo, sirve con delicadeza un dañiño centro que invade el área de Szczesny. Bellingham se apresta a cabecear ese balón, pero entonces aparece el cuerpo de Koundés para molestar, evitando cualquier posibilidad de penalti, el salto del inglés. No llega Jude. Ni tampoco Mbappé a esa pelota. Araujo felicita a su compañero de la zaga por saber defender con el cuerpo.

M. 114: Ataca el Madrid por la banda derecha y Güler, que entró de maravilla en la final, se inventa un soberbio centro con la pierna diestra para otra aparición de Bellingham. Cuando el inglés se disponía a rematar aparece la bota izquierda de Koundé y firma otra magnífica acción defensiva.

M. 114 y 23 segundos: Saque de banda para el Barça en el costado izquierdo de su ataque. Raphinha se toma su tiempo para lanzarlo, mientras Fran García y Lamine Yamal coinciden en el mismo gesto. Ambos estiran la misma pierna, la izquierda. El desgaste es monumental. Aprovecha ese parón Flick para hacer el último cambio: Pau Víctor por el goleador Ferran Torres.

M 115 y 10 segundos: Raphinha se va al área blanca y quien saca es Iñigo Martínez. Hay ocho jugadores del Madrid muy cerca de Courtois. Koundé no sale aún ni en el plano televisivo. Modric rebaña la pelota al central vasco tras un mal pase del brasileño e inicia la jugada de ataque. El croata detecta la figura de Brahim, quien solo está pendiente del balón sin intuir lo que iba a suceder segundos más tarde.

"Es una jugada en la que veo a Modric que va a dar el pase. Me anticipo y hago un buen control. Vi que tenía a Lamine Yamal a mi derecha, pero era el momento para chutar"

Jules Koundé

— Defensa del Barça

M. 115 y 19 segundos: Aparece en ese momento el lateral derecho del Barça transformado en un mediapunta. ¿Por qué estaba ahí? Pues porque Flick pide a sus defensas que vayan hasta el fin del mundo si es preciso para presionar y robar la pelota.

M 115 y 21 segundos. Robo y gol. Un toque para adelantarse a Brahim y otro para sortear al gigantesco Courtois. En dos segundos, Jules se pone la capa de héroe de la Copa. Modric y Brahim se cruzan reproches mientras el barcelonismo festeja un gol que da una Copa del Rey.

"Es una jugada en la que veo a Modric que va a dar el pase. Me anticipo y hago un buen control. Vi que tenía a Lamine Yamal a mi derecha, pero era el momento para chutar”, confesó después. Y chutó con tal determinación que abatió al Madrid corriendo Koundé como si estuviera ya camino de Sitges.