Protesta

El acta del partido recoge el lanzamiento de un objeto de Rüdiger al árbitro

El defensa alemán del Madrid puede enfrentarse a varios partidos de sanción

El Barça gana la Copa al Madrid en una final dramática y apoteósica

Rüdiger, durante la final de Copa en La Cartuja.

Rüdiger, durante la final de Copa en La Cartuja. / Afp7

Francisco Cabezas

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Sevilla
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La frustración en los futbolistas del Real Madrid llegó a ser insoportable en una final de Copa que habían logrado remontar, pero que se les escapó en un último tramo en que los jugadores apenas podían ya trotar ante el último vuelo del Barcelona. El gol de Koundé en el minuto 116 desató el delirio en el bando barcelonista. También que los nervios de los blancos estallaran. Y Rüdiger, al que habían tenido que sustituir porque ya hacía rato que apenas podía correr con la rodilla hecha unos zorros, perdió los papeles protagonizando uno de los episodios más grotescos de la historia de las finales coperas. Le tiró hielo al árbitro principal, Ricardo De Burgos Bengoetxea. No le alcanzó, pero lo intentó dos veces más, ya con bolsas llenas que acabaron desgarradas.

"En el minuto 120 el jugador Antonio Rüdiger fue expulsado por el siguiente motivo: lanzar un objeto desde el área técnica sin llegar a alcanzarme", rezaba el acta del colegiado, que completó: "Tras ser enseñada la tarjeta roja, tuvo que ser sujetado por varios miembros del cuerpo técnico, mostrando una actitud agresiva".

La falta que provocó el tumulto

El árbitro había señalado una falta en ataque de Mbappé sobre Eric García. Era quizá la última bala que le quedaba al Madrid para forzar una tanda de penaltis que Koundé, con su gloriosa carrera ante el paralizado Brahim y tras un arriesgado pase de Modric, había negado. El banquillo madridista entró el cólera. Vinicius, que ya había reventado y que también estaba en el banco, llegó a entrar en el terreno de juego lanzando un puño al aire.

Pero Rüdiger fue mucho más allá. Después de lanzar el primer hielo, buscó entre sus piernas las bolsas que le habían traído para calmar su dolor en la rodilla. Agarró una de ellas y se le destrozó entre los dedos. Sus compañeros trataban de contener su ira mientras el central alemán lo volvía a intentar. Entre Mendy y Vallejo, con mucha fuerza, pudieron parar a su compañero, que insistía en entrar al campo en busca del árbitro.

Aunque no acabó ahí la cosa. Una vez concluido el partido, y mientras los futbolistas del Barça corrían hacia el gol sur para celebrar el triunfo con sus aficionados, Rüdiger volvió a la carga. Salió del vestuario y otra vez tuvo que ser agarrado por alguno de sus compañeros para que no entrara en contacto con De Burgos Bengoetxea. Esta vez fue Lunin el que lo detuvo.

Las disculpas de Rüdiger

Ya por la mañana, rebajadas las pulsaciones, el defensa alemán se disculpó a través de una 'story' en su cuenta de Instagram, con un mensaje en inglés: "No hay ninguna excusa para mi comportamiento de anoche. Estoy muy arrepentido. Jugamos un gran partido a partir de la segunda parte. Tras 111 minutos, ya no era capaz de ayudar al equipo y antes del pitido final cometí un error. Disculpas de nuevo al árbitro y a todos los que decepcioné anoche".

Según el Código Disciplinario de la RFEF, Rüdiger podría recibir una sanción de entre 4 y 12 partidos, castigo que cumpliría en la Liga y que, en tal caso, le dejaría sin jugar el clásico en Montjuïc en el que el Real Madrid buscará su última opción para arrebatar el título de Liga al Barça. De hecho, la temporada liguera podría haber acabado para Rüdiger, con cinco jornadas por disputar.

Al defensor del Madrid se le podría aplicar el artículo 100 (coacciones o amenazas hacia algún miembro del cuerpo arbitral) o el 101 ("Producirse [la acción] con violencia leve hacia los/as árbitros/as. Agarrar, empujar o zarandear, o producirse, en general, mediante otras actitudes hacia los/as árbitros/as que, por sólo ser levemente violentas, no acrediten ánimo agresivo por parte del/de la agente, se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos".

Lucas Vázquez y Bellingham

En el mismo tumulto con Rüdiger, Lucas Vázquez también recibió la tarjeta roja "por protestar" la decisión "entrando varios metros en el terreno de juego haciendo gestos de disconformidad".

De Burgos expulsa a Lucas Vázquez.

De Burgos expulsa a Lucas Vázquez. / Reuters

También volvió a quedar señalado el inglés Jude Bellinngham, que afeó su gran final una vez concluido el partido y sin que los allí presentes entendieran qué estaba ocurriendo. Según el acta del colegiado, el centrocampista se dirigió a De Burgos "en actitud agresiva, teniendo que ser sujetado por sus compañeros". Bellingham vociferaba y agitaba los brazos en una noche sevillana que tendrá consecuencias.