El Manchester City recupera el ambiente festivo con un triunfo agónico sobre el Aston Villa que le acerca a la próxima Champions

Marcó Matheus Nunes, el centrocampista portugués reconvertido en lateral, en el último minuto del tiempo añadido, y el Etihad Stadium se volvió loco. Pep Guardiola apretó los puños y los párpados con celebración excitada. Unai Emery, en cambio, ladeó la cabeza con evidente expresión de decepción. Qué gol tan trascendental para los muy competidos puestos en la Premier para entrar en la próxima Champions. Fue un 2-1 con aire apoteósico para el Manchester City ante el Aston Villa.  

Hay cinco conjuntos dándose de codazos en la Premier para subirse a las tres posiciones que quedan disponibles para alcanzar la Champions. Del tercero, el City, al séptimo, el Villa, hay ahora cuatro puntos de diferencia. Por medio, y con un partido menos, el Nottingham, el Newcastle y el Chelsea. A unos les quedan cinco encuentros y a otros, como al cuadro de Guardiola, solo cuatro. Todo muy apretado.

Abrió fuego Marcus Rashford con un disparo al palo en el primer minuto de juego. Primera señal de que había un pastel muy grande en juego. La segunda se vio a los seis minutos. Incursión del egipcio Marmoush con pase hacia atrás que aprovechó Bernardo Silva para encender los ánimos del Etihad con el gol. Alegría pasajera. Por mediación del VAR, Rashford aprovechó un penalti a favor del Aston Villa muy protestado por Guardiola para igualar el marcador 12 minutos después.

Rashford, que aún pertenece al Manchester United, recibió la inquina de los aficionados del City cada vez que tocaba el balón y él se vengó dándoles sustos. Solo sustos. Como al poco de empezar la segunda parte, que se quedó sin ángulo en un remate. Pero está reencontrando la mejor versión de sí mismo bajo las instrucciones de Unai Emery. Peleó en solitario muchos minutos y el técnico vasco le dio relevo en el tramo final por el internacional Ollie Watkins.

Si en la primera parte la igualdad fue máxima (cinco remates por equipo), en la segunda el City se volcó con furia sobre la portería de Emiliano Martínez. Disparó bastante más y ofreció el aspecto mejorado de las últimas semanas. Aun así, y de eso es consciente Guardiola, no es la formación exuberante de los tiempos de vino y rosas.

El entrenador catalán incorporó al campo al belga Jeremy Doku, rápido como un galgo, a ver si con sus esprints desatados y sus recortes secos desestabilizaba a la defensa del Villa. Lo intentó, pero con doble vigilancia encima, no lo consiguió. Hasta el último minuto. Carrera adelante sin mirar atrás, pase cruzado y en el segundo palo lo remató con precisión Nunes. Locura total en el Etihad. Un tanto que puede valer un pasaje hacia la Champions del próximo curso.