LAS REACCIONES

Flick enloquece con el penalti de Raphinha que no vio

La crónica: El Barça sí tiene fútbol para remontar

Las claves tácticas: Olmo decide; Raphinha resuelve

El contratiempo: Lewandowski se lesiona: corre peligro en la final de Copa y ante el Inter

Raphinha se abraza a Flick al final del encuentro.

Raphinha se abraza a Flick al final del encuentro. / Jordi Cotrina

Joan Domènech

Joan Domènech

Barcelona
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Tiene Hansi Flick la costumbre de no mirar los lanzamientos de los penaltis de su equipo. No era el día ni el momento más indicado para vencerse a la curiosidad cuando Raphinha tomó el balón en el minuto 98 para asumir el lanzamiento. Podía ser el 4-3 que evitara la derrota.

No miró Flick y supo del gol por el estruendoso griterío, liberador griterío, de los 48.569 espectadores que establecieron la cuarta mejor asistencia de la temporada en Montjuïc. El entrenador lo celebró con idéntico o mayor entusiasmo que el banquillo y los aficionados, aunque tuvo que contenerse. El cuerpo le pedía hacer lo que hizo cuando Melero López pitó el final: salir corriendo a abrazar a Raphinha, tal que fuera un futbolista más.

Pau Víctor felicita a Raphinha en presencia de Flick.

Pau Víctor felicita a Raphinha en presencia de Flick. / Jordi Cotrina

El undécimo penalti

"Ha sido muy importante ese gol para Raphinha porque en la primera mitad ha sufrido mucho", relataba el técnico. Sufrió el brasileño porque Flick le colocó de extremo derecho, en la antigua posición que ocupaba con Xavi, ya que Lamine Yamal fue suplente. "Le he dicho que pensara en positivo", añadió el entrenador.

Entre el consejo y el cambio de ubicación a la izquierda, Raphinha marcó el 3-3 y el 4-3 de ese penalti que Flick no sabe cómo lanzó. "Nunca miro los penaltis", confirmó. Tampoco el que abatió al Celta, el undécimo a favor de la temporada. Solo se ha desperdiciado uno: Lewandowski disparó al poste en el campo del Villarreal.

Melero López se interesa por Lewandowski, lesionado.

Melero López se interesa por Lewandowski, lesionado. / Jordi Cotrina

Otra remontada

Flick proclamó una vez más que se sentía "muy orgulloso" de sus jugadores por "la actitud y la mentalidad de no arrojar nunca la toalla", en un partido que fue "duro" por los inconvenientes que hubo que superar. "Ha sido muy importante esta remontada porque nos acercamos al final de la temporada", admitió.

La del campo del Benfica (4-5) permitió al Barça garantizarse el segundo lugar en la liguilla de la Champions. Con el Atlético igualó un 0-2 en la Copa (4-4)y un 2-0 en el Metropolitano en la Liga (2-4). Al Celta le levantó un 1-3. Al Madrid, el 0-1 de Mbappé en la final de la Supercopa (2-5), en el primer título del curso. Así, con una remontada al gol de Hugo Duro (m. 44) en Valencia, comenzó la temporada oficial.

"Para mí es fantástico ver que el equipo nunca se rinde", repitió Flick, feliz porque en la plantilla ha transformado "la energía negativa de noviembre" en la "energía positiva" que le ha permitido reducir el cupo de derrotas. La que desprendía Pedri, cuando tomó el balón tras uno de los tres goles de Borja Iglesias, animando a sus compañeros a volver manos a la obra. La que inyectaron Dani Olmo y Lamine Yamal, que entraron con el 1-2 y veían en el campo el 1-3.

Raphinha ejecuta el penalti del 4 3.

Raphinha ejecuta el penalti del 4 3. / Jordi Cotrina

Lamine Yamal dice sí

"Olmo tiene muchas cualidades, pero las tiene que demostrar en cada partido", comentó Flick del gran fichaje de la temporada y al que solo ha podido usar en cuentagotas por las lesiones que le han atormentado.

A Lamine Yamal le dio descanso. Con el marcador tan adverso le preguntó si podía salir al campo la última media hora: "Me ha dicho que sí". No marcó, pero no se puede disociar la temporada de su capacidad de intimidación. Era la última pieza que le faltaba al Barça para ser el Barça.