No va más para el Real Madrid: LaLiga en juego en Vitoria con ojo y medio en el Arsenal

No es casualidad, ni mucho menos, que el calendario haya ofrecido rivales a priori asequibles a los tres grandes de LaLiga en esta jornada que se disputa en medio de los cuartos de final de la Champions. Hace años que el orden de las jornadas se establece con un sorteo dirigido, trufado de condicionantes. Y uno de ellos versa sobre que los equipos en competiciones europeas no se crucen en fines de semana como este.

Por eso, al Barça le tocó anoche jugar en Leganés, el Atlético recibirá este lunes al Valladolid y el Real Madrid visita este domingo (16.15 horas) al Alavés. Tres rivales llamados a pelear por el descenso (así está sucediendo) que deberían servir, sobre el papel, para que los equipos que siguen vivos en la Champions, en este caso blancos y azulgranas, puedan valorar dar respiro a alguno de sus jugadores franquicia.

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El Leganés, aviso a navegantes, le demostró anoche al Barça que la facilidad de un partido solo existe en la teoría. Y no puede permitirse frivolidades el Real Madrid, que fantasea con una nueva remontada imposible en Champions tras el durísimo 3-0 frente al Arsenal, pero que sabe que debe agarrarse a una Liga que, aunque difícil, todavía podría tener a mano.

Siete puntos de brecha

Pero para eso, claro está, el equipo de Ancelotti tiene la obligación de ganar esta tarde en Vitoria. Tras el triunfo azulgrana en Butarque, una derrota le dejaría a siete puntos del liderato (con un empate quedaría a seis) a falta de otras tantas jornadas. Una renuncia virtual, por mucho que reste todavía por disputarse el clásico de Montjuïc (10-11 de mayo).

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"Todo el mundo piensa en el miércoles, pero todo pasa por la actuación en Vitoria. Necesitamos ganar y también jugar bien. Es fundamental volver a tener buenas sensaciones cuando juguemos", advertía este sábado Ancelotti, añadiendo el factor inercial a la importancia meramente clasificatorio del encuentro contra el Alavés.

Tres partidos sin ganar

Porque el Real Madrid, más allá del zarandeo europeo del Arsenal, arrastra una dinámica horrorosa en las dos últimas semanas, en las que ha encajado nueve goles en dos derrotas (Arsenal y Valencia) y un empate (Real Sociedad, pese al pase a la final de Copa). "Ha habido un bajón a nivel general, hemos encajado demasiados goles y eso hay que frenarlo. La solidez defensiva es muy importante", reflexionaba ayer su entrenador.

Esa necesidad de blindar la portería puede llevar a Ancelotti a disponer a Tchouaméni (que no jugó en Londres) y a Camavinga (que no lo hará en la vuelta) en el centro del campo. Ceballos, que regresa a una convocatoria tras mes y medio lesionado, tendrá minutos pensando en que pueda participar en el intento de remontada contra el Arsenal.

Arriba se da por segura la concurrencia de Brahim, seguramente por un Rodrygo muy señalado tras su actuación en el Emirates; y en defensa parece aconsejable que Rüdiger, que lleva semanas arrastrando problemas físicos, se tome un descanso. Aunque no está Ancelotti para permitirse demasiadas licencias, dada la situación de LaLiga. Por mucho que a tres días vista espere el reto de una de esas remontadas que solo son posibles en el Bernabéu.