LA PIZARRA

Las claves tácticas del Leganés-Barça: La defensa de Flick gana partidos

La crónica: Un autogol del Leganés ayuda al Barça a ganar (0-1)

El problema: Flick pierde a Balde por lesión

Iñigo Martínez festeja el triunfo del Barça en Butarque junto a Gavi.

Iñigo Martínez festeja el triunfo del Barça en Butarque junto a Gavi. / Efe / Sergio Pérez

Marcos López

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La máquina ofensiva de Flick se sostuvo en Butarque amparada en su solidez defensiva. Son ya 12 partidos en que Szczesny no encaja un gol en 2025. Entre el meta polaco e Iñigo Martínez, con una soberbia acción defensiva en el tiempo añadido, le dan al Barça una victoria que, tal vez, vale una Liga.

Szczesny, en una jugada ante Raba durante el Leganés-Barça en Butarque.

Szczesny, en una jugada ante Raba durante el Leganés-Barça en Butarque. / Efe / Juan Carlos Hidalgo

El Barça de Flick también gana partidos sostenido sobre su estructura defensiva. No necesitó ni marcar un gol. Se lo hizo en propia puerta el Leganés. Antes resistió gracias a una soberbia parada de Szczesny, quien frustró a Adri Altimira. Y luego, cuando el técnico alemán había reorganizado a todo su equipo, apareció en el minuto 91.10 la salvadora pierna derecha de Iñigo Martínez para quitarle la pelota a Munir.

Tuvo tanto valor esa intervención defensiva del central vasco que hasta Pedri, sobre el mismo césped de Butarque, le estaba aplaudiendo. Estaba asomándose el delantero del Leganés quedándose solo delante de TEK, pero Iñigo no le dio ni tiempo. Le rebañó el balón con la pierna derecha, siendo zurdo como es, para aguantar la portería a cero. 

De Jong festeja el gol del Barça con Raphinha ante Koundé en Butarque durante la segunda parte del duelo contra el Leganés.

De Jong festeja el gol del Barça con Raphinha ante Koundé en Butarque durante la segunda parte del duelo contra el Leganés. / Ap / Manu Fernández

Solo hubo una sustitución en el descanso. En la primera parte, y obligado por la lesión de Balde, entró Gerard Martín. Al comprobar que su equipo estaba espeso, Flick intervino en el descanso. En realidad tomó la decisión antes porque mientras sus jugadores estaban en el vestuario el técnico ordenó a Frenkie de Jong que calentara. Sacó al centrocampista neerlandés por Araujo en un cambio que era, en realidad, dos.

Instaló a Frenkie de medio centro y situó a Eric García de central diestro formando pareja con Iñigo Martínez. ¿Qué ganó? Salida mucho más limpia del balón para tener el control que no tuvo en la primera mitad. Y para intentar Flick que el Barça se sintiera reconocible, algo que no consiguió en los primeros 45 minutos. Luego quitó a Lewandowski y Fermín para darle minutos a Ferran Torres y Gavi aprovechando piernas frescas, reajustando, de nuevo, a su equipo. Retrasó a Raphinha y dejando a Raphinha como interior con libertad.

Raba intenta escaparse de Gerard Martín y Pedri en el Leganés-Barça de Butarque.

Raba intenta escaparse de Gerard Martín y Pedri en el Leganés-Barça de Butarque. / Efe / Juan Carlos Hidalgo

Entró en el tramo final de la primera mitad, justo cuando el Barça estaba sin la precisión que acostumbra. Pero nada más arrancar en la segunda parte Gerard Martín intervino con acierto en una jugada clave. Perdió primero la pelota el lateral zurdo suplente. Perdió y, casi de forma inmediata, firmó una recuperación que fue el prólogo del 0-1 azulgrana.

Robó la pelota estirando su pierna izquierda burlando la presión de dos jugadores del Leganés, quienes creían haber detectado la pieza más débil del Barça. Se equivocaron. El robo de Gerard acabó en los pies de Raphinha, quien se inventó un soberbio centro porque había detectado la figura de Lewandowski en el corazón del área pepinera. Pero se cruzó antes en el camino Jorge Sáenz, quien se marcó un autogol.

Lamine Yamal se escapa de Adri Altimira durante el Leganés-Barça en Butarque.

Lamine Yamal se escapa de Adri Altimira durante el Leganés-Barça en Butarque. / Afp / Thomas Coex

Comenzó bien el Barça dominando el partido en unos excelentes 10 minutos. Pero todo se diluyó porque se le acabaron las ideas al equipo de Flick. De manera inesperada se quedó a oscuras en Butarque porque las internadas de Lamine Yamal y Raphinha por las bandas desaparecieron. No hubo tampoco ni rastro de Lewandowski, enclaustrado entre la numerosa zaga del Leganés.

Pedri, más perseguido que nunca, tampoco encontraba el interruptor que encendiera la luz. Y el encuentro giró, tras esos 10 minutos iniciales, hacia el dominio del Leganés. No del balón, pero sí generando peligro con las apariciones de Raba y Adri Altimira, además de que estaba desorientado el Barça. Y se sostuvo, de nuevo, sobre la estructura defensiva, que le permitió marcharse de Butarque sin encajar ningún gol.