BARÇA-VIRTUS BOLONIA (91-87)

El Barça sobrevive en el último suspiro y se cruzará con el Mónaco en el 'play-off'

Brizuela y Punter festejan una canasta del Barça al Virtus Bolonia en el Palau Blaugrana.

Brizuela y Punter festejan una canasta del Barça al Virtus Bolonia en el Palau Blaugrana. / Efe / Enric Fontcuberta

Marcos López

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En un angustioso final, el Barça sobrevivió y se coló en el play-off de la Euroliga donde le aguarda el Mónaco y, de paso, envía al Madrid al 'play-in'. Pero se enredó de tal manera que parecía estar autocondenándose con esos instantes finales en el que Joan Peñarroya quedó paralizado mientras la Virtus de Bolonia se adueñaba del partido ante un silenciosamente extraño Palau Blaugrana.

Tuvo que ser un salvador triple de Brizuela quien despertara al público azulgrana ante un equipo seco de ideas, que iba perdiendo por cinco puntos de diferencia en el último cuarto. Ganó con el miedo instalado en un grupo de jugadores que han caminado aturdidos durante toda la Euroliga (91-87).

Se meten los azulgranas en el play-off sufriendo hasta el último suspiro y allí se adivina la silueta del Mónaco, sostenido gracias al liderazgo del renacido Vesely que levantó a un Barça moribundo. Defendió en el último minutos como si le fuera la vida. Y le iba en esa defensa que provocó pasos de la Virtus. Acaba quinto de la Euroliga y entra directamente en los cuartos de final del torneo.

Anderson, el jugador del Barça, en una acción defensiva sobre Shengelia, del Virtus Bolonia, en el Palau Blaugrana.

Anderson, el jugador del Barça, en una acción defensiva sobre Shengelia, del Virtus Bolonia, en el Palau Blaugrana. / Efe / Enric Fontcuberta

No había defensas en el primer cuarto. Ni Barça ni la Virtus de Bolonia se empeñaron en ese oficio. Transitó el encuentro al inicio con una elevada anotación, producto del acierto de ambos equipos y, al mismo tiempo, de su desidia. Nadie defendía. ¿Para qué?

Cinco minutos de encuentro y 28 puntos repartidos de manera tan equilibrada que el marcador del Palau registraba igualdad absoluta: 14-14. Y la mitad de esos puntos correspondía a Anderson, el jugador más entonado. En el conjunto italiano sobresalía el veterano Clyburn con dos triples lanzados y dos anotados. Con 34 años, la puntería no se pierde.

Satoransky inicia una jugada de ataque en el Palau Blaugrana durante el Bsrça-Virtus Bolonia.

Satoransky inicia una jugada de ataque en el Palau Blaugrana durante el Bsrça-Virtus Bolonia. / @FCBbasket

Tras ese enfervorizado arranque ofensivo el partido entró en un territorio lleno de pérdidas de balón, errores infantiles e imprecisiones. Hasta que Punter creó un monumental triple para ampliar el hueco con los italianos para desesperación de Dusko Ivanovic, su entrenador. Veía enfadado el desplome de la Virtus, que solo anotó dos puntos en los cinco minutos finales del primer cuarto.

Vuelve Vesely

El Barça detectó esa debilidad y comenzó el segundo hurgando y ampliando la renta gracias al tino de Punter. Aunque todo se sostenía por el cambio de mentalidad del equipo de Peñarroya. Entendió que si no defendía no ganaría. Y fue entonces cuando se sostuvo sobre una fiereza para ahogar a los italianos que no existía.

Vesely, que reaparecía de una lesión que le tuvo de baja desde el pasado 26 de enero, anota su primera canasta ante el Virtus Bolonia en el Palau Blaugrana.

Vesely, que reaparecía de una lesión que le tuvo de baja desde el pasado 26 de enero, anota su primera canasta ante el Virtus Bolonia en el Palau Blaugrana. / @FCBbasket

Tomó hasta una renta cómoda y amplia. Era de 12 puntos (28-16) disfrutando también el Palau Blaugrana del retorno de Vesely, que no jugaba desde el pasado 26 de enero.

Llega justo a tiempo para ayudar al Barça en el momento en que se está dirimiendo todo como demostró con su primera canasta: un espectacular mate. Los azulgranas, sin embargo, fueron perdiendo tan sustancial ventaja en el tramo final del segundo cuarto comprimiéndose el duelo de manera inesperada.

Shengelia, del Virtus Bolonia, pelea con W. Hernangómez durante el encuentro en el Palau Blaugrana.

Shengelia, del Virtus Bolonia, pelea con W. Hernangómez durante el encuentro en el Palau Blaugrana. / Efe / Enric Fontcuberta

Así se asomó el Barça, tras el descanso, a los 20 minutos que marcaban su temporada en Europa. Y entonces emergió Kevin Punter, quien decidió asumir todo el protagonismo en el tercer cuarto que se medía en un constante intercambio de canastas.

Parker se enfada con Peñarroya

A un triple italiano respondía Punter, que anotó nueve puntos en los primeros cautro minutos de ese momento caliente de la noche. Pero ni con él, que parecía encendido e iluminado, lograba el equipo azulgrana despegarse de verdad de la Virtus.

Los nervios aparecieron en el Barça cuando Peñarroya decidió sacar de la cancha a Jabari Parker, quien entró en combustión. Enojado con su entrenador, sin querer ocultar tremendo enfado, a pesar de que su partido hasta ese momento (dos puntos en 14 minutos) invitaba, y con toda la razón, al cambio.

Joan Peñarroya, el técnico del Barça, durante el encuentro contra el Virtus Bolonia en el Palau Blaugrana.

Joan Peñarroya, el técnico del Barça, durante el encuentro contra el Virtus Bolonia en el Palau Blaugrana. / Efe / Enric Fontcuberta

Coincidía ese polémico episodio con la resurrección de la Virtus, que llegó a colocarse a tres puntos (66-63) aprovechando un parcial de 0-6 que denotaba la fragilidad azulgrana. Más nervios en un extraño Palau. Extraño porque no parecía el Palau de siempre. Extraño porque no ardía como otras noches.

Final apretado

Cuando se acercaron los italianos apareció Vesely, con un triple lleno de alivio, para devolver algo de calma a un equipo que ha vivido meses y meses atormentado y desorientado. Pero ni así sabía el Barça separarse de los italianos, onligado a jugarse todo en los 10 minutos finales.

En la media hora anterior, muchos puntos, poca defensa, y los nervios se convirtieron en angustia dado el escaso margen del marcador (71-68; 73-70; 73-72; 75-74). Un margen repleto de miedo que obligó al silencioso Palau a intervenir porque estaba en juego el futuro de Europa.

Will Clyburn y Jabari Parker en el Barça-Virtus Bolonia en el Palau Blaugrana.

Will Clyburn y Jabari Parker en el Barça-Virtus Bolonia en el Palau Blaugrana. / Afp

Y la Virtus se puso, finalmente, por delante (74-75) porque al Barça le temblaron las manos en el momento de la verdad, amparado, eso sí, porque Shengelia falló dos tiros libres que habrían hundido a los azulgranas.

Al borde del precipicio transitó el equipo de Peñarroya, quien reaccionó con un parcial de 6-0 para encontrar el hilo de la esperanza. Ahí se agarró al Barça para defender con grandeza en los segundos finales de un partido.

La ficha del Barça-Virtus Bolonia (91-87)

Barça (91): K. Punter (20); Anderson (12), W. Hernangómez (9), Satoransky (11), J. Parker (10) -quinteto inicial- J. Parra (10), Brizuela (10), Vesely (9). 

Virtus Bolonia (87): Shengelia (17), Clyburn (15), Cordinier (11), Zizic (12), Pajola (0) -quinteto inicial-, Holiday (16), Diouf (6), Morgan (5), Polonara (5).

Parciales: 23-16; 22-22; 26-27; 20-22