Tebas coloca al CSD contra la pared y lo deja sin argumentos para salvar al Barça

Sabido es que Javier Tebas, presidente de LaLiga, es del Real Madrid, por tanto no es descartable que esta última bomba que ha lanzado sea para tapar el fuera de juego de 10 metros de Kylian Mbappé en el tercer gol del 4-4 frente a la Real Sociedad. No lo descarten.

Una cosa sí está clara. El Consejo Superior de Deportes (CSD), que preside ese señor (casi) silencioso llamado José Manuel Rodríguez Uribes, tiene hasta el próximo lunes para pronunciarse sobre la cautelar a Dani Olmo (del pobre Pau Víctor no se acuerda nadie). El lunes es el día límite y esta bomba informativa, o denuncia, o ‘¡basta ya!’ del gran patrón de LaLiga, es un torpedo impresionante, un ‘dispara y olvida’, a la línea de flotación ¿política? del CSD.

Es evidente que todo lo que acaba de descubrir, de detallar, Tebas, aunque no diga (aún) el nombre de la auditora que validó los asientos VIP (pronto se lo filtrará a ‘El Confidencial’) es tremendo. Y es, sin duda, una manera (bueno, otra, una segunda entrega) de recordarle al señor político del CSD que ellos, los políticos, en nombre de España y de la selección, hicieron caso omiso del ‘no’ de LaLiga y la Federación Española a la inscripción de Olmo y Víctor, que, ahora, Tebas intenta demostrar, de nuevo, que estaba más que fundamentado en el trilerismo económico certificado por el Barça y un auditor de emergencia, visto que los serios no quisieron firmar esa documentación.

Hasta el último día

El CSD y Rodríguez Uribes, tan españoles ellos, tan de España, tan de la selección, estaban dispuestos a prolongar la cautelar o seguir permitiendo que Olmo jugase en el Barça “porque la selección de Luis de la Fuente está clasificada para la Final Four europea”. Ese seguía siendo un argumento, cero jurídico, claro. El otro que pensaban esgrimir es el derecho a ejercer su trabajo de todo trabajador. Si el CSD esgrime este último punto podría romperse, de repente, el resto de condicionantes y provocar que cualquier club, sin tener la documentación en regla, pudiese pedir la cautelar “porque no se le puede prohibir a nuestro futbolista practicar su profesión”.

Qué sé yo. O lo que sí sabemos es que Tebas ha puesto contra la pared y sin apenas argumentos serios, profesionales y hasta jurídicos a Rodríguez Uribes, que, pese a ser abogado, no sabe muy bien (de ahí la demora y aguantar hasta el último día) qué anunciar en su decisión sobre Olmo y Víctor.

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