El viento obliga a suspender la subida a Pradell

La Volta se ha visto obligada a suspender a última hora la ascensión a Pradell, considerada como la montaña coloso de la prueba, debido a las fuertes rachas de viento que se esperan este sábado en la cima y que ponía en riesgo tanto la seguridad de los corredores como la de los espectadores que tenían previsto asistir y seguir en directo el paso de los ciclistas.

“Es un mazazo para la carrera, pero tenemos que seguir las indicaciones de las autoridades que nos han dicho que no se podía ascender por seguridad del público y de los deportistas”, indicó Rubèn Peris, director de la Volta, a este medio. Pradell se iba a subir por segunda vez en la historia de la carrera después del éxito abrumador que supuso el paso por el monte en la edición del año pasado.

La etapa se mantiene, pero recortada en kilometraje y sobre todo en dureza ya que los corredores seguirán concluyendo la jornada en el alto del Santuario de Santa Maria de Queralt. La suspensión es un duro contratiempo para la carrera que soñaba con el éxito alcanzado el año pasado en la victoria de Tadej Pogacar en Queralt, adonde llegó en solitario.

El viento ha sido el desencadenante de este duro golpe. La organización llevaba unos días temiendo un contratiempo, pero no imaginaba que se iba a desaconsejar la subida a Pradell. “Lo primero es la seguridad de los ciclistas y de los espectadores”, remarcó este viernes visiblemente afectado Peris, que había apostado por repetir la subida al puerto y darle descanso el año que viene. Lógicamente, la suspensión de ahora cambia los planes de futuro de la ronda catalana.

Un puerto inspeccionado

La mayoría de los ciclistas participantes de la carrera ya conocía el ascenso a Pradell. Unos porque lo habían hecho el año pasado y otros porque lo visitaron este año cuando la nieve lo permitió. Una buena parte del pelotón participante en la Volta reside en Andorra por lo que la cercanía de la carretera que lleva a la cumbre con el país de los Pirineos facilitaba poder rodar por el paraje del Berguedà. En Andorra, actualmente hay un pelotón de 110 profesionales residiendo en el país: cien hombres y diez mujeres.

“Es un puerto muy duro, pero está lejos de meta por lo que no es aconsejable un ataque lejano”, reflexionó este viernes Mikel Landa, cuarto clasificado de la general, a preguntas de este diario. El ciclista vasco, al igual que otros compañeros de pelotón, fue requerido para comentar la subida cuando no se sospechaba en la suspensión de Pradell.

La visita de la Vuelta

Incluso, Javier Guillén, director de la Vuelta, tenía previsto seguir el paso de los corredores en uno de los vehículos de dirección de carrera a fin de ver sobre el terreno cómo son las duras cuestas de Pradell, con la intención de incluirlo en un futuro cercano en el recorrido de la ronda española. Guillén hasta había apostado por celebrar una llegada en la cima, aunque ello obligase a montar un dispositivo de mínima infraestructura en la línea de meta.

El viento, precisamente, marcó este viernes el devenir de la quinta etapa de la Volta donde se cortó el pelotón debido a las fuertes rachas que soplaron, en ocasiones de costado, durante el recorrido entre las localidades de Paüls y de Amposta, donde estaba la línea de meta. Apenas 30 corredores llegaron en el pelotón principal donde se impuso el británico Matthew Brennan, vencedor de la primera jornada de carrera y por lo tanto primer líder de la prueba. En el esprint intermedio de L'Aldea Juan Ayuso sumó un segundo de oro y se volvió a colocar líder al arrebatar el jersey verdiblanco a Primoz Roglic.