Opinión | Golpe franco

Juan Cruz Ruiz

Juan Cruz Ruiz

Periodista y escritor

Sintaxis de Pedri, por Juan Cruz Ruiz

Pedri, con el brazalete de capitán del Barça, conduce ante Moi Gómez.

Pedri, con el brazalete de capitán del Barça, conduce ante Moi Gómez. / Jordi Cotrina

Pedri, el chico de Tegueste que ha hecho que el Barcelona se parezca a lo mejor de la vida de este equipo de leyenda y controversia, ya no está sometido al fútbol de campo, sino que, además, está asociado de pronto con la sintaxis de este deporte difícil, donde el modo de hablar y de explicar se dejaba para la grada. 

Es el fútbol de Valdano, por ejemplo, o de su paisano Menotti, el fútbol de los que han aprendido que explicar lo que se juega en el campo no es tan solo materia de los que miran sino, sobre todo, de los que juegan. 

Aquella época de ¿justo el resultado?, que provenía de los que acababan de jugar un partido y sólo podían decir lugares comunes sobre el arbitraje y el resultado, ya pasó a la historia, en casos como el de Pedri, pero no tan solo. 

El fútbol, también el de la grada, es decir, el fútbol que explican los que miran, hayan jugado en su tiempo o hayan estudiado la esencia de este deporte, ha alcanzado ahora su mayoría de edad sintáctica, y esa es una noticia que ahora ha alcanzado al chico de Tegueste que, además, y como para subrayar este modo de explicar el fútbol que hace, ha publicado un libro. 

El modo de darle esencia al deporte, a cómo éste se interpreta en el campo, se parece en cierto modo a su propia manera de jugar. Como ocurre siempre que salta al césped y, enseguida, cuando empieza a jugar, Pedri impone una autoridad que sólo pueden tener aquellos que han hecho del fútbol un modo de comunicar lo que es importante que se haga para que el fútbol, además de interesante, aunque muchas veces tan rústico, sea inteligente, obligado a la calidad. 

El fútbol es un lenguaje, un lugar en el que quienes juegan saben que, de pronto, han de cambiar de registro si se tuercen las cosas y hay que jugar de otra manera. Esa sintaxis es en el campo un juego sin palabras, tan solo juegan los ojos cuando el balón se resiste, y esa mirada la cultiva el de Tegueste como si la hubiera aprendido en la misma escuela en que ha aprendido, me parece, el modo de hablar que, desde hace rato (desde que perdió la timidez, desde que ríe,) domina no sólo en el césped sino en la calle, también en momentos como la reciente publicación de su primer libro. 

Hace unas semanas hubo un momento glorioso del fútbol (y de la sintaxis) de Pedri. Fue cuando el Barça se desarboló y él anduvo trasteando para que el equipo recuperara, por decirlo así, la palabra con la que juega en esta etapa. Bajó al desenfreno de su área propia y lo explicó luego (siempre explica Pedri: es la sintaxis) refiriéndose a un bendito consejo de su padre: “Me dijo hace años que cuando estuvieran las cosas mal y que no me saliera el fútbol”, vino a decir y recogió este periódico, “bajara a ayudar a la defensa”.