Flick ve al Barça perder el partido y perder a Metu

No podía faltar al duelo de sus dos equipos preferidos y no faltó. Aunque fuera un partido de baloncesto. Hansi Flick presenció desde el palco del Palau el Barça-Bayern acompañado de Marcus Sorg, su ayudante en el primer equipo. Iba a estar contento en su fuero interno con cualquier resultado, pero el desenlace fue particularmente dañino y cruel con el Barça (101-102).

La derrota fue grave, responsabilidad única del Barça, que encaró el final con 101-96 a menos de dos minutos. El Bayern acertó dos ataques, el Barça falló uno y la bola decisiva la asumió Kevin Punter, como era de esperar. Tiró un triple cuando bastaba una canasta de dos a falta de 17 segundos que tocó solo el aro, no la red.

Si el desastre no fuera suficiente ante un rival directo que ahora adelanta a los azulgranas en la clasificación de la Euroliga, hubo un peaje adicional con la grave lesión de Chimezie Metu. Un desastre colosal que debilita al equipo en la entrada de la fase decisiva. Su baja a finales de año ya se notó. La rotura del tendón de Aquiles de la pierna derecha le aparta de lo que queda de temporada.

Se lo pasaron bien Flick y Sorg, excepto el momento dramático de Metu, aunque guardaron la compostura, sin conmoverse en los momentos más emocionantes: ni cuando el Bayern se disparó de 11 (desde el 36-47 al 43-54) en una racha especialmente magnífica de acierto, que fue casi una constante, ni cuando el segundo arreón del Barça volcó el marcador (88-81) cerca de la definitiva dosis de paroxismo de los últimos compases.

Reacción inmediata

Reaccionaron, como todos, en los sobrecogedores momentos de la lesión de Metu (71-68), tan tonta (un saque de fondo que golpeó en Satoransky) como grave. Quedó tendido minutos en el suelo inmóvil, hasta que fueron a buscar una camilla para moverle. Quiso marcharse caminando, con la cabeza alta, sin apoyar el pie derecho en el suelo, en medio de una atronadora ovación.

Un momento clave que podía golpear al Barça, que por entonces mandaba. Al grupo le exigió una respuesta categórica, que la dio. Un triple de Anderson (el primer acierto) y dos de Brizuela brindaron al Barça la mayor ventaja. Hasta nueve puntos (92-83) que nunca parecieron suficientes.

A diferencia del encuentro ante el Zalgiris, el guion previo del Barça-Bayern insinuaba una puntuación alta. Por el estilo de ambos equipos y por el precedente de Múnich (100-78). Naturalmente, se cumplió. Hubo números de verbena: 111 puntos al descanso. De la ida quedó el recuerdo de la exhibición de Andreas Obst, que estableció el récord histórico de triples de la Euroliga (11, de 16 intentos).

El Bayern masacra al Barça con los triples de Obst, récord en la Euroliga

14 rebotes de Willy

Ni se le vio esta vez (2 triples de 6 intentos). No estaba en el quinteto titular, y en 8 minutos no había sumado un punto; solo había fallado un tiro. Pero el Bayern bombardeaba al Barça desde todas partes. Edwards, Napier y Brankovic habían sumado 10 puntos cada uno al descanso; Weiler-Babb y Harris, 9 cada uno. La producción azulgrana se centró en Parker, Punter y un Hernagómez especialmente enérgico en ataque.

Tenía la espina clavada de la ida, el cinco azulgrana, que no pilló ni un rebote. A los 13 puntos añadió 14 rebotes (6 ofensivos) del pivot dominante que se esperaba que fuera. Aún lo puede ser. Le toca asumir la responsabilidad para cubrir el vacío que deja Metu hasta que vuelva Jan Vesely.