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El ajedrez quiere poner en jaque al machismo: "Sigue sin haber estrategias claras para integrar a las mujeres"

Tan solo un 7% de las personas que juega en Catalunya a este deporte son mujeres y solo uno de cada tres clubes cuenta con la presencia femenina entre sus socios

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Entrevista a la Federación Catalana de Ajedrez por el 8M. Entrevista a Cristina, gerente (vestido rojo), y Marina Ponsa, miembro de la junta y de la comisión feminista.

Entrevista a la Federación Catalana de Ajedrez por el 8M. Entrevista a Cristina, gerente (vestido rojo), y Marina Ponsa, miembro de la junta y de la comisión feminista. / MANU MITRU / EPC

Laia Bonals

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Cambiar una realidad es muy complicado. Cargarse las ideas preconcebidas y convertir la incomodidad en seguridad es complicado. Es un trabajo constante, que nace de la tenacidad por dejar un lugar mejor de cómo lo encontramos. El ajedrez ha sido durante años (y aún sigue siendo) un deporte muy masculinizado y se ha mantenido impermeable al cambio. Poco a poco, esa realidad se está resquebrajando. Pese a que aún queda muchísimo para que las mujeres se sientan plenamente parte de este deporte, los pequeños cambios que se llevan haciendo en los últimos años han permitido que niñas como Silvia se vean siendo de mayores Grandes Maestras.

Solo el 7% de las personas que juegan a ajedrez en Catalunya son mujeres. Así lo tiene cuantificado la Federación Catalana de Ajedrez que ve cómo, día a día, debe luchar por promocionar entre las más pequeñas (y no tan pequeñas) este deporte. "Estamos intentando cambiarlo. Cuando era pequeña éramos pocas chicas, ahora somos algunas más, pero seguimos luchando por tener más presencia. Se están visibilizando más las mujeres en el ajedrez y hay muchas árbitras y monitoras, lo que ayuda a dar más visibilidad", relata Cristina Bosch (Barcelona, 1977), gerente de la Federación Catalana de Ajedrez. "Creo que los clubes deben ser conscientes de la presencia de mujeres. Si una mujer entra en un club y todos la miran como algo raro, puede sentirse fuera de lugar y marcharse. Si en un club ya hay más mujeres y pueden hablar entre ellas, la experiencia es diferente", añade la directiva.

Sílvia Serradell Muñoz durante los mundiales de ajedrez

Sílvia Serradell Muñoz durante los mundiales de ajedrez / Archivo personal

Muchas mujeres fueron esa niña que entró en una sala donde no estaba ni contemplada. La que se inició porque su familia jugaba, porque le enseñó su padre o su abuelo e hicieron de un momento familiar único una afición. "Empecé porque tengo dos hermanos mayores. Ellos comenzaron a jugar cuando yo tenía cuatro años, y me pareció interesante. Me apunté también y, como me gustó mucho, seguí jugando", cuenta Sílvia Serradell (Olèrdola, 2014). Con poco más de 10 años, su camino tan solo acaba de empezar. Disfruta como muchas de este deporte, aunque es consciente de que, para ser Gran Maestra, hay que mucho camino por andar. "Me gustaría dedicarme al ajedrez, aunque también me interesan otras cosas, como las matemáticas. Ahora mismo, me gusta mucho y le estoy dedicando bastante tiempo", confiesa.

Si una chica entra a un club donde solo hay hombres mayores, no se sentirá cómoda. En cambio, si hay otras mujeres, el ambiente es distinto. No son espacios que inviten a las mujeres a participar

Que Silvia tenga ese sueño y ese objetivo no es baladí. No hace mucho era totalmente impensable. La Federación quiere que sea el de muchas otras niñas y, por ello, ha creado un plan de igualdad. En éste se han detectado cuáles son los flancos por los que hay que atacar la desigualdad actual en la presencia entre hombres y mujeres en el ajedrez catalán. "El principal problema son los clubes. Un tercio de estos no tiene ni una sola mujer", confiesa Marina Ponsa (Sabadell, 2001), miembro de la junta directiva y de la comisión de igualdad. "Muchos clubes están en pueblos pequeños donde juegan unos 20 hombres de edad avanzada. Si una chica entra a un club donde solo hay hombres mayores, no se sentirá cómoda. En cambio, si hay otras mujeres, el ambiente es distinto. No son espacios que inviten a las mujeres a participar. Pero sigue sin haber estrategias claras para integrar a las mujeres", añade Ponsa.

Barcelona 06/03/2025 Deportes. Entrevista a la Federación Catalana de Ajedrez por el 8M. Entrevista a Cristina, gerente (vestido rojo), y Marina Ponsa, miembro de la junta y de la comisión feminista.. AUTOR: MANU MITRU

Entrevista a la Federación Catalana de Ajedrez por el 8M. Entrevista a Marina Ponsa, miembro de la junta y de la comisión feminista. / MANU MITRU / EPC

Pero, ¿cómo se cambia esta realidad? ¿Cómo se hace, no solo atractivo el deporte, sino también se adapta el contexto para que las niñas se aficionen? "Se han hecho charlas, encuentros y torneos femeninos desde hace años, pero no se logra que las niñas se interesen y las que entran muchas veces se van rápido, porque el entorno no está preparado para ellas", comenta Ponsa. "Quizá cuando era más pequeña notaba alguna diferencia, y a veces las personas mayores pueden tener ciertas actitudes, pero en general creo que la situación ha mejorado mucho", relata Sílvia Serradell.

Barcelona 06/03/2025 Deportes. Entrevista a la Federación Catalana de Ajedrez por el 8M. Entrevista a Cristina, gerente (vestido rojo), y Marina Ponsa, miembro de la junta y de la comisión feminista.. AUTOR: MANU MITRU

Entrevista a la Federación Catalana de Ajedrez por el 8M. Entrevista a Cristina Bosch, gerente de la FCE / MANU MITRU / EPC

Tres mujeres de tres generaciones diferentes. Cada una ha vivido una realidad, un camino, pero el punto común es el amor por un deporte que ahora también empieza a pasar de madres a hijas. "Es algo que hacemos en casa. Mi marido también juega y venimos de una familia de ajedrecistas. Para mí, el ajedrez es como la vida: tomas decisiones y ves las consecuencias. Siempre hemos pensado que era bueno que las niñas jugaran para aprender a decidir y ser conscientes de sus elecciones", relata la gerente de la FCE.

Los cambios sociales son indudablemente uno de los factores que hacen del deporte un lugar más agradable para la mujer. La lucha conjunta y que muchas mujeres se hagan con puestos de poder son aún deberes por hacer en un sector que se ha creado y pensado para el hombre. Cada día, y gracias a la tenacidad de muchas, nos acercamos como sociedad a espacios más seguros e inclusivos. Pero el camino por recorrer aún es enorme para poner en jaque al machismo.