La contracrónica del City-Madrid: una línea muy delgada y un error muy grueso

Un buen rato ocupó el 1-0. Tan fina y delgada era la línea que separaba la brillante jugada que trazó el City de la ilegalidad que el vídeo de la sala arbitral iba y venía para detectar el punto exacto de la pelota en el pecho de Josko Gvardiol y la posición de Erling Haaland para conectar esa dejada frente a Thibaut Courtois, desamparado, solo, con dos futbolistas celestes.

Esa fina línea colocaba al City por delante en el marcador en su primer remate decente, en la primera jugada genuina que recordaba al equipo de Pep Guardiola en su plenitud, del que solo se recordaban los nombres, sombras de lo que fueron. Solo había un jugador extraño en esa alineación. Savinho era la única novedad del equipo que repasó al Madrid el año pasado sin eliminarlo.

Haaland marcó sus primeros goles al Madrid y el Madrid ganó por primera vez en Manchester.

La estrecha línea entre el gol consumado y las ocasiones desperdiciadas que tuvo antes el Madrid, que por un día asustó al City en el Etihad, donde nunca había ganado en seis visitas. Lo logró en la séptima, regalada por los gruesos errores de su rival. A pesar de acudir con la defensa descompuesta -"no habían jugado ni entrenado juntos", destacó Carlo Ancelotti-, con Ferland Mendy como el único elemento definible como titular. El Madrid aterrizó debilitado por la plaga de lesiones que condicionó su alineación y el azote castigó al City durante el acontecimiento:Jack Grealish tuvo que dejar el campo a la media hora y Manuel Akanji se despidió al descanso.

No menos tenue era esa línea que distinguió un clamoroso error de un gol afortunado. La peor bola rematada por Kylian Mbappé en toda la noche se coló entre los tres palos. La pretendida volea con la que iba a fusilar a Ederson fue un tiro con la tibia que desarmó al meta con la parábola que dibujo el balón. 

"Un partido completo"

Carlo Ancelotti no se desveló por "la pesadilla" que le causa enfrentarse a Guardiola cada año, por cuarta temporada consecutiva, aunque sobrevivió más veces que eliminaciones ha lamentado.

"El partido ha salido bien, hemos hecho un partido muy completo", dijo un Ancelotti "tranquilo y contento" que vio a sus pupilos cuajar "un partido completo" al que no le opuso ningún reparo. La pesadilla la vivía el catalán con su propio equipo por las concesiones defensivas que se han convertido en una costumbre durante este curso.

La pesadilla la vivía el catalán con su equipo por las concesiones defensivas que se han convertido en una costumbre durante este curso. Alineó a cinco centrales y el City pareció más vulnerable que nunca. Akanji, Rúben Dias, Aké, Gvardiol y Stones. Uno jugó de lateral derecho (Akanji), otro de izquierdo (Gvardiol) y otro de mediocentro (Stones). Ni siquiera así, con ese blindaje, supo defenderse el City, tan debilitado que cedió más remates (20) que los que creó (11) y cedió el primer triunfo al Madrid en su casa.