Vinicius, bajón de oro: el vestuario del Madrid se cansa de él y Arabia comienza a ser una alternativa

El pasado miércoles Vinicius Júnior abandonó el vestuario visitante del estadio de Butarque de Leganés sin cruzar palabra con ningún compañero. Minutos antes Luka Modric le había dedicado una bronca en el césped poco habitual en el croata. El centrocampista, a sus 39 años, había cruzado todo el campo para tapar al lateral derecho del Leganés, Rosier, ante el pasotismo del brasileño, que dimitió de sus labores defensivas. 

Modric afeó a Vinicius su desidia y su insolidaridad braceando ostensiblemente. Minutos antes el carioca ya había sido advertido por un Ancelotti molesto con su actitud tras encararse con el árbitro y con los rivales, lo que le costó la tarjeta amarilla en el minuto 82 y puso en peligro su expulsión por sus protestas reiteradas a Alberola Rojas. Vinicius había comenzado el partido en el banquillo y saltó al campo en el descanso sustituyendo a Rodrygo.

Durante su trayecto desde el vestuario hacia el autobús, el carioca solo se paró con Ibai Llanos, con el que conversó unos segundos para después pasar de largo ante las cámaras y los micrófonos en la zona mixta. No era la primera vez que se le veía distanciado de sus compañeros. En el encuentro en Cornellà ante el Espanyol, el brasileño se quejó airadamente de que Ceballos siempre cargase las jugadas por la derecha, donde estaba Rodrygo. El 7 pidió explicaciones a Ancelotti por ello y también reprochó a su lateral, Fran García, que no le diese la pelota en más de una ocasión. Quejas que han ido agotando la paciencia de sus compañeros dentro y fuera del campo.

El 28 de octubre, punto de inflexión

Por más que Ancelotti le respalde públicamente en la sala de prensa cada vez que se le pregunta por Vinicius, el brasileño es otro desde que el 28 de octubre el Balón de Oro que varios medios habían anunciado que acabaría en sus manos terminó en las de Rodrigo Hernández, el centrocampista del Manchester City. El Real Madrid había preparado una expedición de 50 personas que iban a acompañar a Vinicius a París, donde se organizó una exclusiva fiesta con varias estrellas del deporte. Sin embargo, tras conocerse la decisión, el club blanco suspendió el viaje y el avión se quedó en tierra.

Desde entonces su rendimiento ha caído notablemente. El delantero acumulaba hasta ese día 9 goles y 11 asistencias en los 15 partidos que había jugado en la presente temporada. Desde el 28 de octubre ha jugado 11 encuentros en los que ha marcado 7 goles, cinco de ellos a Osasuna y Salzburgo, y solo ha repartido 2 asistencias. Vinicius no marca en Liga desde el 9 de noviembre y en lo que va de 2025 solo ha anotado en dos de los 9 partidos que ha jugado. Algo que le provoca una ansiedad que le impide levantar la cabeza para buscar a sus compañeros, como delatan esas dos asistencias en 11 partidos.

Rodrygo y Mbappé

Además, el bajón de rendimiento de Vinicius coincide casualmente con la explosión de Rodrygo Goes, que suma 10 goles y 6 asistencias en los últimos 14 partidos, y la aparición estelar de un Kylian Mbappé que ha pasado de marcar 10 goles en sus primeros 20 partidos a anotar 13 en los últimos 14 encuentros. Rodrygo se ha mostrado mucho más eficiente en la izquierda que Vinicius cuando ha jugado, lo que ha provocado más fluidez en el juego de ataque blanco y ha permitido ver una mejor versión de Mbappé también. En el derbi de este sábado ante el Atlético, Ancelotti fue categórico en la sala de prensa al revelar que “la idea era jugar por fuera también en la primera parte, pero no lo hicimos. Era mejor ser paciente y jugar por fuera, aunque muchas veces el bloque bajo del rival te hace que vayas por dentro como hacía Vini”.

El extremo brasileño se ha perdido ocho de los últimos 14 partidos del Real Madrid de Liga y Champions. Tres por sanción, siendo el jugador más amonestado del equipo, cuatro por lesión y uno por rotación de Ancelotti. Y en esos ocho partidos en los que Vinicius no estuvo presente los blancos han desplegado el mejor fútbol de esta temporada logrando goleadas ante el Sevilla, Las Palmas, Girona, Valladolid o Stade Bretois. Aunque también es cierto que encajaron dos derrotas en San Mamés y Anfield.

Vinicius se ha convertido en un problema para el Real Madrid, sobre todo en Liga, donde su carácter provoca que los rivales le busquen las cosquillas hasta sacarle de quicio, como ocurrió con Dimitrevski en Mestalla, al que agredió siendo expulsado y teniendo que ser sujetado por Rudiger porque se lanzó a por el colegiado Soto Grado tras ver la roja. Sus compañeros y Ancelotti han hablado con él y han intentado que cambie la actitud, pero el brasileño persiste y el vestuario lo ha dejado por imposible. Vinicius, por su parte, se siente desamparado en su lucha contra los ataques racistas en los estadios españoles, causa en la que entiende que el Real Madrid debería implicarse más. Pero al club le incomoda mucho que el brasileño haya señalado "a España como un país racista".

Oferta firme de Arabia

En estos meses además se ha producido la llamada de Arabia a su agente, Frederico Pena, para negociar su posible salida del Real Madrid. Rumor que se convirtió en noticia al contactar con el club blanco para confirmar su interés y que ha vuelto a coger fuerza tras la visita del jugador y del Madrid a Jeddah con la Supercopa de España. Los jeques le ofrecen un contrato de cinco años a razón de 200 millones anuales netos y estarían dispuestos a pagar al Real Madrid 300 más por su traspaso. Contactado por los saudíes, Florentino Pérez se ha remitido a la cláusula de rescisión de mil millones que hay en el contrato del brasileño con los blancos, que finaliza el 30 de junio de 2027.

Se da la circunstancias de que en estos días el Real Madrid y el jugador negocian la renovación de su contrato. Y la primera oferta blanca, que le sitúa en el mismo status de Mbappé ha sido rechazada por Vinicius y su agente. El brasileño entiende que se ha ganado ser el mejor pagado del club, pero Florentino no está dispuesto a romper la escala salarial. Además, dentro de la estructura ejecutiva del club hay partidarios de vender a Vinicius a Arabia Saudí, lo que generaría unos ingresos que permitirían oxigenar unas arcas castigadas por el sobrecoste de la remodelación del Santiago Bernabéu. Y a eso se suma que la aparición de Mbappé, sumada a la explosión de Rodrygo y la confirmación de Bellingham garantizan un futuro halagüeño en caso de que Vinicius emprendiese la vía saudí como Neymar o Cristiano Ronaldo.

La pérdida de jerarquía del brasileño con la llegada del francés, que ya luce los galones en el vestuario y en el campo, parece haber despertado los celos de un Vinicius que aspira a ganar más fuera del terreno de juego y a no moverse de la banda izquierda, lugar pretendido por el galo y por Rodrygo. Todo esto ha provocado que el brasileño haya perdido solvencia futbolística y se haya distanciado de sus compañeros por su egoísmo y su falta de compromiso defensivo. El pasado 1 de febrero colgó en sus redes sociales un mensaje que se comentó en el vestuario por su oportunismo, ya que era el día que se cerraba el mercado saudí: “Ojalá pueda seguir aquí muchos años”. Horas después se conocía que había rechazado la oferta de renovación del Real Madrid…