ATLÉTICO-VILLARREAL (1-1)

El Atlético pierde ante el Villarreal la oportunidad de colocarse líder provisional

No pudo concretarse la novena remontada de los de Simeone que volvieron a ponerse abajo en el marcador

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Partido a partido, remontada a remontada. Ese parece ser el camino que Simeone ha diseñado para este Atlético que ha cogido la mala costumbre de dejar adelantar por los rivales. El Villarreal lo hizo y supo guardar la ropa, incluso teniendo ocasiones para haberse llevado los tres puntos del Metropolitano. Pero a los de Simeone no se le puede echar cara en nada, porque pusieron toda la carne en el asador en un partido en el que podían haber recuperado el liderato. Un punto que premia el esfuerzo de ambos en un choque muy divertido que confirma que el Atlético se ha abonado a la épica en todos sus encuentros.

Mientras la parroquia rojiblanca sueña en grande entusiasmada por las gestas de los suyos en Champions, Simeone se aferra al “partido a partido” en Liga. No le importa estar encaramado a lo más alto en pelea por el liderato, el argentino mantiene su discurso pese a la euforia colchonera. Y para este encuentro ante un rival afilado como el Villarreal, al que los del Cholo solo han ganado tres de las últimas visitas a Madrid, buscó sorprender tirando del fondo de armario y dejando en el banquillo a alguno de sus coroneles como Giménez, De Paul y Griezmann.

La propuesta de Simeone cambió la columna vertebral y la cara al equipo, que a diferencia de otros días salió a morder arriba. Tanto que a los diez minutos los atléticos acumulaban ¡un 70% de posesión! Sabiendo que el Villarreal es el equipo más goleado de la Liga decidió llevar el duelo al área castellonense. El ‘Submarino’, por su parte, saltaba al Metropolitano sin Parejo y con un perfil más vertical dejando arriba a Barry y enlazando por detrás con Gerard y Baena, quien es pretendido por el Atlético.

Error de Witsel, gol de Gerard

Con Correa y Julián Álvarez en punta y Gallagher escoltando a Koke y a Barrios, los rojiblancos mordían alto. El primer intento llegó de pies de ‘La Araña’, que probó a Júnior desde lejos. El segundo concluyó en gol, pero del Villarreal. El apabullante arranque atlético se diluyó con un centro de Baena mal despejado por Witsel, que aparecía por sorpresa en el once, y Reinildo en su intento por evitar el disparo de Gerard se llevó por delante al rival. El propio Gerard adelantó a los visitantes en el minuto 28, echando por tierra el planteamiento de Simeone y exigiendo otra dosis de épica a un partido que podía aupar a los rojiblancos al liderato (al menos hasta que jugase el Real Madrid a las 21 horas en Zorrilla).

Los colchoneros se han abonado a la épica esta temporada en la que han completado ya ocho remontadas (4 en Liga, 1 en Copa y 3 en Champions). Tuvo la puntilla el equipo de Marcelino en un centro de Baena en el que Gerard le ‘robó’ el remate a Barry. Los locales dominaban estérilmente un choque en el que no terminaba jugadas, mientras los amarillos se asentaban tras el gol. Un error de Koke pudo tener consecuencias desastrosas, pero Witsel lo evitó desquitándose del fallo en el penalti. Se descomponían los del Cholo con el banquillo lleno de peces gordos. El Atlético, que se había desfigurado al salirse de su guión habitual, se complicaba la vida pese al prometedor inicio. Tocaba remontada, tocaba revolución. 

Empate a la heroica

Y Simeone cambió el esquema, con tres defensas al fondo para afilar los carriles, pero aún sin tirar de Griezmann y Sorloth. Azpilicueta, Lino y De Paul entraban por Reinildo, Gallagher y Giuliano. Y por una de esas bandas llegó el gol, en una larga jugada que Lino empujó a la red a los 57 minutos. Empate con media hora por delante que Simeone eligió como momento para poner en el césped al mariscal de campo, Antoine Griezmann.

El gol disparó la adrenalina atlética, pero el partido entró en un tramo en que más allá de la épica habitual parecía más un tiroteo que un monólogo. El Villarreal tuvo varias ocasiones claras de gol que unas veces la falta de puntería visitante y otras el oportunismo de los defensas locales impidió que subiera al marcador el segundo gol castellonense. El partido era un intercambio de golpes en el que podía pasar cualquier cosa. 

El tramo final fue un asedio rojiblanco. Empujado por el Metropolitano los atléticos enlazaban hasta cuatro saques de esquina ante la numantina defensa de los de Marcelino, que guardaban el empate como un tesoro. Se amontonaban las ocasiones: Julián, Lino, Griezmann... Pero el gol no llegó, el liderato se esfumó y esta vez ni hubo cierre épico al partido. A dos semanas del derbi, el Real Madrid se puede alejar a cuatro puntos.