OPEN DE AUSTRALIA
El sueño de la mejor Badosa acaba ante la hegemonía de Sabalenka
La española sucumbe (6-4, 6-2) ante la mejor versión de la número uno, que buscará su tercer título consecutivo en Australia ante Madison Keys, que superó a Swiatek en la otra semifinal

Sabalenka y Badosa se abrazan tras el partido / AP


Albert Briva
Albert BrivaPeriodista deportivo
Se acabó el sueño para Paula Badosa en el Open de Australia. Ni mucho menos por demérito suyo, sino porque topó con la reina y dominadora absoluta del Grand Slam oceánico. Aryna Sabalenka, su gran amiga, demostró porque va camino de instaurar una hegemonía legendaria en Melbourne Park. 6-4 y 6-2 en una hora y 27 minutos de partido.
Solo un gran inicio de la española hizo soñar con la opción de meter mano a la número uno mundial, que resquebrajó cualquier ilusión de Badosa con su juego potente y agresivo. No dio respiro alguno a partir del tercer juego una Sabalenka que exigió su mejor nivel ante el aviso inicial de Badosa. Y el mejor nivel de Sabalenka en Australia es ahora mismo inaccesible para nadie.
La dificultad por encontrar primeros servicios fue lastrando poco a poco a Badosa, que veía cómo a cada segundo servicio la bielorrusa restaba un auténtico mísil sin apenas fallo. En total, 32 ganadores para una Sabalenka que está en su tercera final consecutiva en el Open de Australia, la quinta de Grand Slam en su carrera.
Salió decidida a creer y confiar en sus opciones Badosa, que tras un primer juego inicial bien salvado al servicio, fue capaz de aprovechar los errores de Sabalenka con el suyo. Sorprendía la española en el inicio, aunque sin saber que aquellos iban a ser los últimos regalos de su gran amiga en todo el partido.
Tuvo opción de confirmar la rotura, pero del 2-0 y 40-0 a favor de la española, se pasó al 2-4 para una Sabalenka que había iniciado un auténtico bombardeo de golpes. De derecha, de revés, desde el saque y desde el resto, probándose además en alguna ocasión con dejadas imposibles. La bola era tan potente y tan profunda que Paula apenas pudo ganar terreno en pista.
Por si fuera poco, empezó a llover finamente sobre Melbourne, lo que obligó a cerrar por completo el techo de la Rod Laver Arena, beneficiando todavía más el juego de la bielorrusa al aprovechar las condiciones más lentas de bola. Supo cerrar sin problemas el set y se aprovechó de las dudas de Badosa en el inicio del segundo.

Paula Badosa no pudo con el nivel de Sabalenka / AP
Con 1-1 y 30-0 para la española, dos dobles faltas consecutivas entregaron en bandeja el break y con ello ya casi el partido, que acabaría cerrando con una nueva rotura casi calcada. Pudo maquillar Badosa sumando un nuevo juego a su favor, sacando un gesto de alivio.
Sabalenka puso el modo apisonadora y con ello, Paula poco pudo hacer. En pista dura ya ha demostrado la bielorrusa que poco se puede hacer si muestra su mejor versión, pero Badosa demostró una vez más que es otra jugadora bien distinta a la de hace un año.
Del número 147 del ranking WTA hasta sus primeras semifinales de Grand Slam en menos de un año deben servir a la tenista catalana para demostrarse que es capaz de lograr grandes cosas. Su nivel es excelso y su nueva fortaleza mental, el complemento perfecto que le faltaba para poder luchar por grandes títulos, como en Australia, donde ha resurgido del infierno vivido.
La gran sorpresa de Madison Keys
Paula se despide con la cabeza alta. Su gran amiga, Aryna Sabalenka, buscará este próximo sábado emular a Martina Hingis (1997 - 1999) y conseguir su tercer título consecutivo en Australia. Será ante la estadounidense Madison Keys, la número 14 del circuito y sin Grand Slam alguno en su palmarés, que sorprendió sobremanera a la número dos, la polaca Iga Swiatek con un agónico 5-7, 6-1, 7-6 (8).
Sabalenka, que debió suspirar al ver que no tendrá como contrincante a Swiatek en la final, tuvo palabras para Badosa, a la que trató de consolar mientras la catalana intentaba recomponerse sentada en el suelo. «Sé que me va a odiar un par de horas, pero prometo que, cuando vayamos de compras, le compraré lo que quiera» aseguró entre risas la bielorrusa, mostrando que ambas jugadores mantienen una relación excelente.
«Creo que estuve a un nivel muy alto.Todo ha sido muy positivo [en este Open de Australia]. Ojalá vuelva a tener la oportunidad», asumió Badosa, convencida ya de que un nuevo horizonte se abre ante ella.
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