La mujer en el ciclismo / La entrevista

Dori Ruano: "En mi época a las ciclistas nos consideraban marimachos"

Tiene 56 años, compitió desde finales de los 80 hasta 2005. Campeona del Mundo de pista, ganó una medalla de bronce en el Mundial de Lisboa de 2001. Es embajadora de la Vuelta, comentarista de Eurosport y fue concejala del PSOE en el Ayuntamiento de Salamanca.

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Dori Ruano, en el podio de la Vuelta 2024

Dori Ruano, en el podio de la Vuelta 2024 / UNIPUBLIC

Sergi López-Egea

Sergi López-Egea

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-Usted corrió en una época que ahora parece la prehistoria del ciclismo femenino.

-Cuando yo corría, a finales de siglo, no teníamos ni badanas femeninas para nuestros coulotes. Íbamos con ropa masculina porque no había otra. Joane Somarriba y yo éramos delgadas pero las corredoras anchas de cadera o con mucho pecho ni se podían mirar en el espejo. Sé que suena un poco duro, pero en mi época nos consideraban ‘marimachos’ por practicar el ciclismo.

-¿En el extranjero las cuidaban mejor que en España?

-Qué va. Al Tour lo denominaban la Grand Boucle femenina, que Somarriba ganó tres veces y yo fui compañera suya en el equipo. Llegamos a dormir hasta en reformatorios. Casi nunca pisamos un hotel. Nos hospedábamos también en albergues y centros de acogida de emigrantes. Los presupuestos de la organización eran muy reducidos. Con Joane, al menos, llevábamos una caravana para cambiarnos. La carrera recorría toda Francia. Había veces que la salida del día siguiente estaba a 400 kilómetros. Terminada la etapa llegábamos a los albergues pasadas las 10 de la noche, sin tiempo para el masaje y hasta para cenar. Por la noche sólo podíamos tomar yogures, cereales y poco más.

-Por lo menos llevaban masajista y mecánico.

-Pero uno para seis mujeres por lo que el masajista no tenía tiempo para nada y el mecánico poco más. Te despertabas por la mañana y todavía debías recorrer en coche 100 kilómetros para la salida. La logística era muy complicada. Íbamos a impulsos.

Dori Ruano con Demi Vollering, ganadora de la Vuelta 2024, en el podio de la carrera.

Dori Ruano con Demi Vollering, ganadora de la Vuelta 2024, en el podio de la carrera. / UNIPUBLIC

-¿Las bicis eran iguales a las de los hombres?

-Tampoco.  El material era peor en todos los aspectos. Las bicis pesaban más y con un poco de suerte era de tu talla. Gané el campeonato del mundo de pista con la bicicleta de Carles Torrent (medallista en Atenas 2004). Con bajar un poco el sillín era suficiente.

-¿Había corredoras profesionales?

-Propiamente dicho para nada. La Unión Ciclista Internacional no disponía de ninguna reglamentación, no existía normativa vigente y las corredoras se apañaban con lo que les daban los patrocinadores. De hecho, yo siempre subsistí gracias a las becas ADO. Por ejemplo, a Somarriba, en el último año de carrera no le pagaron y a cambio le dieron las bicis con las que había corrido para que las pudiera vender. Cuando fiché por un equipo de Italia me dejaron de pagar la nómina en marzo. La Seguridad Social entró en España de la mano del Movistar en 2018. Hasta entonces nada de nada.

-¿En estas condiciones una ciclista podía plantearse el embarazo?

-Ni te lo cuestionas. Somarriba, que era muy sensible con el tema, siempre decía que sería madre cuando dejase el ciclismo. La normalidad del siglo pasado no es la de la actualidad. Ahora, una corredora sabe que puede estar un año de baja tras el parto y regresar a su equipo. En mi época era impensable.

-¿Había mucho más machismo en la carretera?

-Actualmente, por desgracia, algunos automovilistas siguen manteniendo que un ciclista es alguien que molesta en la carretera. Pues hace unas décadas si encima era una mujer la que iba en la bici era mucho peor. Yo, en Salamanca, siempre entrené con hombres y muchos de ellos dieron la cara por mi ante las injusticias que se me presentaban.

-Ahora es la embajadora de la Vuelta a España.

-Aporto mi experiencia como excorredora y soy la persona que está en contacto con los equipos. Hablo con las ciclistas y les pregunto lo que ven bien o mal. Siempre les digo que es mejor sumar. Ya nos resta demasiado la sociedad.

Dori Ruano, durante una reunión en la Vuelta femenina de 2024.

Dori Ruano, durante una reunión en la Vuelta femenina de 2024. / UNIPUBLIC

-Cada vez hay más mujeres practicando el ciclismo.

Afortunadamente. En mi época muchas veces los que se incorporaban a un entrenamiento se sorprendían de ver a una mujer en el grupo. Ahora, ver a mujeres en bici es lo habitual. Lo ideal, sobre la bicicleta como en tantas otras cosas, es que nos veamos todos igual como personas, ni hombres ni mujeres.

-¿Se han corregido los malos comportamientos?

-No del todo, porque venimos de una sociedad muy patriarcal con mentalidades marcadas por el siglo pasado. Todavía hay hombres que se enrabian cuando les adelanta una mujer en bicicleta.

-Usted, también, fue una de las voces que más se alzó contra las ‘azafatas florero’, para que dejasen de repartir besos y carmín en los podios.

-Me dieron muchos palos por oponerme a las azafatas en los podios. En 2009 comencé a colaborar con la Vuelta y desde el principio vimos con Javier Guillén, director de la carrera, que debíamos empezar a cambiar las cosas. Las azafatas en los podios era algo muy normalizado en el ciclismo y costó cambiar la mentalidad porque no comprendían mi oposición.