GUIU HA SIDO EL ÚLTIMO
Laporta y la fuga de directivos sin fin: 18 en dos mandatos
Juli Guiu dimite como vicepresidente de marketing del Barça y agrava la crisis de la junta de Laporta
El misterio de Darren Dein, el comisionista para todo de Laporta
Alejandro Echevarría, el poder que emerge en la sombra
Jordi Llauradó, el primer directivo que abandona la junta de Laporta (junio 2023)
La marcha constante de ejecutivos del Barça de Laporta
![Laporta, en la comida de Navidad con los medios de comunicación en el Auditori 1899 del Camp Nou.](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/e4807162-7819-4da3-a7b7-2e05e288edae_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg)
Laporta, en la comida de Navidad con los medios de comunicación en el Auditori 1899 del Camp Nou. / Efe / Alberto Estévez
![Joan Domènech](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/19520d60-312d-406c-8652-85f8d6b9f68b_source-aspect-ratio_default_0.jpg)
![Joan Domènech](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/19520d60-312d-406c-8652-85f8d6b9f68b_source-aspect-ratio_default_0.jpg)
Joan Domènech
Joan DomènechPeriodista
Periodista. Título de Entrenador de fútbol nivel A. Deportista vocacional. Tras retirarme como futbolista, empecé a trabajar en Mundo Deportivo (12 años, 1988-2000). He asistido a cuatro Mundiales y cuatro Eurocopas. Coautor de varios libros. Miembro del colectivo ‘Periodistes Solidaris’ y 'Amics de Johan'.
Son 18, aunque, en realidad, deberían contabilizarse 17 porque Alejandro Echevarría no se fue por voluntad propia sino empujado por la presión social debido a su vinculación con la Fundación Francisco Franco. Poco importa que sean 18 o 17, pero resulta evidente que a Joan Laporta, tanto en su primer mandato como en este segundo, se le fugan los directivos.
El abandono, que tiene en Juli Gui a su último protagonista, es una constante, por mucho que lo que ocurre ahora no es ni siquiera comparable a la huida inicial del 2005 ni tampoco la deserción masiva del 2008. En ningún caso modificó los planes del presidente, ajeno a esa permanente sensación de crisis e inestabilidad que ha tenido en su cuerpo directivo.
![Juli Guiu, en una asamblea del Barça.](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/b013c05e-319b-4a9a-b18b-c340748b9f9c_alta-libre-aspect-ratio_default_0.jpg)
Juli Guiu, en una asamblea del Barça. / FCB
Tampoco ahora, aliviado como está Laporta por la cautelar a Dani Olmo y Pau Víctor, la dimisión del vicepresidente de marketing, modifica su manera, cada vez más presidencialista, de gestionar el club como si se tratara de "una empresa familiar". Y así lo hace.
En la primera etapa, que fue impulsada por Sandro Rosell y secundada por Josep Maria Bartomeu, se visualizó tras apenas dos años la convulsa convivencia en la sala de juntas del Camp Nou que provocó la salida de seis directivos, aunque la marcha de Echevarría fue por su pasado franquista y no por desencuentro con el presidente, con quien sigue ahora en el segundo mandato. Sin cargo alguno, pero con enorme poder.
![Laporta bromea con Rosell en una gala de la FIFA.](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/3d38f82c-52d7-4c50-a8a9-d562012e548e_alta-libre-aspect-ratio_default_0.jpg)
Laporta bromea con Rosell en una gala de la FIFA. / Jordi Cotrina
Fue Laporta quien tuvo que ‘sacrificar’ a su entonces cuñado; primero, por haber negado que perteneciera a la fundación fascista; luego, por la presión de la hinchada al ver esa ideología insertada en el club. Los otros cinco directivos de enorme peso (el vicepresidente deportivo Sandro Rosell, Josep Maria Baromeu, Javier Faus, Jordi Monés y Jordi Moix) salieron por discrepancias con su modelo de gestión que acusaba tics presidencialistas.
La primera deserción de directivos ocurrió en 2005 cuando se fueron seis, cinco por voluntad propia (Rosell, Bartomeu, Faus, Monés y Moix) y uno (Echevarría) por la presión social debido a su vinculación con la Fundación Francisco Franco
Pero no era un cariz profundo como ahora, mucho más exagerado incluso. La dimisión del vicepresidente de marketing Juli Guiu, "por motivos personales", como ha argumentado el club en un frío, aséptico y escueto comunicado, agrava la sensación de inestabilidad que sacude al club desde hace meses.
Tres vicepresidentes en menos de cuatro años
Cuanto más cerca se encuentran de Laporta, menos duran. Hasta tres vicepresidentes han decidido renunciar a su cargo en menos de cuatro años. Uno de ellos ni entró en su despacho del Camp Nou.
![Yuste, Laporta y Jaume Giró festejan el triunfo electoral en marzo de 2021.](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/62e5d023-694d-445f-9bf0-7a7fbf5dfde7_alta-libre-aspect-ratio_default_0.jpg)
Un emocionado Laporta aplaude a Eduard Romeu tras su renuncia a seguir siguiendo vicepresidente del Barça. / Dani Barbeito
Era Jaume Giró, quien pilotó el proyecto económico de la candidatura, pero luego, días antes de la toma de posesión, decidió apartarse. No quería estar al lado del presidente. Años más tarde, y en una carta públicada en el diario Ara, rompía su silencio comparando al Barça de Laporta con un circo y payasos. "No falta mucho para que sea un hazmerreír".
Luego, Eduard Romeu, su sucesor, hizo lo mismo, pero de forma mucho más cómplice. Fue despedido por Laporta con todos los honores en el Auditori 1899 del Camp Nou, con una comparecencia conjunta en la que no pararon de cruzarse elogios después de este renunciara alegando "incompatibilidad" con sus nuevas responsabilidades profesionales, apenas tres meses antes del cierre del ejercicio económico.
Más discreta y, sobre todo, más silenciosa resultó la salida de Jordi Llauradó, quien tenía la responsabilidad de pilotar el ‘Espai Barça’. Dos días después de la sorprendente concesión de las obras a la empresa turca Limak abandonó esa función.
Dimitió, eso sí, a cámara lenta. Renunció a todo lo relacionado a la construcción del nuevo Camp Nou. Era enero de 2023 y la justificación oficial era que lo hacía "para poder dedicar más tiempo a sus compromisos empresariales", teniendo en cuenta, según indicó el comunicado del club, que "el propio Jordi Llauradó ha hecho saber al presidente que por razón de estos compromisos no podrá dedicar al Espai Barça el tiempo necesario que un proyecto de esta magnitud requiere".
Meses más tarde entregó su condición de directivo. Se mantuvo en el club en tareas relacionadas con la Fundación hasta que oficializó su salida convirtiéndose así Llauradó en el primer directivo que abandonaba a Laporta en este segundo mandato.
![Laporta aplaude a Romeu después de que anuncie su dimisión como vicepresidente económico del Barça.](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/306c9afb-8132-4897-990d-b7f715a479bf_alta-libre-aspect-ratio_default_0.jpg)
Laporta aplaude a Romeu después de que anuncie su dimisión como vicepresidente económico del Barça. / FCB
Guiu también se ha alejado de la despedida mediática de Romeu, al constatar que no tenía peso alguno en su área debido a la intromisión de Laporta, que pilotó el tramo final del acuerdo con Nike, colocando, además, a Darren Dein como “mediador”, llevándose una comisión que se sitúa en torno a los 50 millones.
En la asamblea de compromisarios realizada en diciembre pasado, el vicepresidente de marketing se mantuvo callado. No expuso, como le correspondía por su cargo, los detalles de ese multimillonario acuerdo sino que el presidente prefirió que lo hiciera Ferrán Olivé, el tesorero del club.
En el 2008, tras fracasar la moción de censura que intentó derrocar a Laporta, se marcharon ocho directivos: Soriano, Vicens, Ingla, Cambra, Vives-Fierro, Vilaseca, Murtra y Rovira
Guiu, impulsor del pacto con Spotify para colocar su nombre en la camiseta y en el futuro nuevo Camp Nou, pasó a ser una figura decorativa en el día a día de la gestión. Hasta que escribió la carta a Laporta para comunicarle su irrevocable decisión de dimitir. Es, por lo tanto, el último de los 18 que completan la larga lista de ‘exdirectivos de Laporta’.
![Albert Vicens, vicepresidente de Laporta, y los siete directivos más que dimitieron en julio de 2008.](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/b75423d4-588a-43d0-bcf0-34d410b0c5f6_alta-libre-aspect-ratio_default_0.jpg)
Albert Vicens, vicepresidente de Laporta, y los siete directivos más que dimitieron en julio de 2008. / Joan Cortadellas
En esa relación de los que se fueron figuran los dos últimos presidentes entre el Laporta del 2003 y el Laporta del 2021. O sea, Rosell (2010-2014) y Bartomeu (2014-2020), además de un nombre capital en la actual industria del fútbol mundial como es Ferran Soriano, quien también abandonó en el verano de 2008 en desacuerdo por la decisión del presidente de mantenerse en su sillón, a pesar de que el 60% del socio reclamaba su marcha.
Por estatutos se necesitaba un 66% (o sea dos tercios) y Laporta decidió quedarse del palco. Ocho de los 18 miembros de aquella junta fracturada abandonaron, entre ellos tres vicepresidentes: Ferran Soriano, actual ideólogo y ejecutivo máximo que ha diseñado el City Football Group, Albert Vicens y Marc Ingla.
Está, por lo tanto, el presidente acostumbrado a fugas así elevando su gestión a un aire cada vez más personalista, similar al empleado, por ejemplo, por Josep Lluís Núñez (1978-2000), refugiado en un par de directivos fieles como fueron en su día Joan Gaspart y Nicolau Casaus. Y en nada han alterado esas dimisiones la hoja de ruta de Laporta.
![Joan Laporta, president del Barça, a la llotja de Montjuïc durant l’enfrontament de Champions contra el Bayern de Múnic. | JORDI COTRINA](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/02848dd6-5e0e-4f5d-9864-379dd14f99e0_alta-libre-aspect-ratio_default_0.jpg)
Laporta, en el palco de Montjuïc. / Jordi Cotrina
Más bien se ha blindado sobre sí mismo y su núcleo más cercano de asesores porque en este segundo mandato ya no tiene ni CEO (nadie sucedió a Ferran Reverter desde que se fue en febrero de 2022), ni vicepresidente económico (la silla de Romeu continúa vacía) y queda por saber si la plaza de Guiu será ocupada por algún otro directivo.
Todavía no se han cumplido los cuatro años de su segundo mandato y se han ido cuatro piezas claves: Giró, que debía ser el vicepresidente económico, se fue antes de iniciarse (marzo 2021); Llauradó (junio 2023), Romeu (marzo 2024) y Guiu (enero 2025)
Superó Laporta las disensiones ‘rosellistas’, se hizo fuerte tras la marcha de Soriano para levantar con Guardiola en el banquillo el mejor Barça de la historia y ahora se ve con energía para no desgastarse por la salida de Guiu, que retrata, en realidad, la crisis del club.
La junta es de 16 directivos
El presidente se queda con 16 directivos, entre ellos tres vicepresidentes: Rafa Yuste se encarga del área deportiva, a pesar de que su voz ha perdido influencia y, sobre todo, capacidad para tomar decisiones en su área; Elena Fort, la única mujer en el palco, que heredó la cartera de Llauradó en el Espai Barça además de ser vicepresidenta del área institucional, y Antoni Escudero, con el rol de vicepresidente social aunque sin protagonismo mediático alguno. Falta, además, conocer el papel que tendrá el empresario Sisco Pujol, el nuevo directivo que incorporó Laporta en diciembre pasado.
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