EL ANÁLISIS TÁCTICO

Las cinco claves del Barça-Atlético: la condena estuvo en la ineficacia

El Barça avasalla sin liquidar al Atlético y muere en el último instante (1-2)

Balde, Cubarsí y Koundé, abatidos tras encajar el Barça el gol de Sorloth en Montjuïc.

Balde, Cubarsí y Koundé, abatidos tras encajar el Barça el gol de Sorloth en Montjuïc. / Efe / Alberto Estévez

Marcos López

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En la segunda mitad, Simeone se salió con la suya firmando su Atlético dos goles que agravan la crisis del Barça, que suma cinco puntos de los últimos 21 en juego. El problema, más allá de los goles de Rodrigo de Paul y de Sorloth, ya en el tiempo añadido, radicó en que el equipo de Flick se condenó en su falta de eficacia. Perdonó y perdió.

Lewandowski no acierta a rematar ante Oblak en presencia de Lenglet durante el Barça-Atlético de Montjuïc.

Lewandowski no acierta a rematar ante Oblak en presencia de Lenglet durante el Barça-Atlético de Montjuïc. / Afp / Josep Lago

1.- Oblak paró; Sorloth abatió

La portada será para Sorloth, quien completó un contragolpe espectacular dejando retratado al Barça. Retratado y abatido porque se tiró al suelo desesperado al comprobar que el partido se le iba de las manos cuando comenzó ganando gracias al gol de Pedri. Es ya la tercera derrota consecutiva del equipo de Flick en su estadio: Las Palmas, Leganés y Atlético. O sea, cero puntos de nueve.

Pero si llegó con vida hasta el tiempo añadido fue gracias a las manos y los pies de Oblak, que completó hasta seis paradas. Se topó el Barça con el meta rojiblanco, al que fue incapaz de batir a pesar de que lo sometió a un asedio espectacular. Hasta 19 remates hicieron los azulgranas, con siete a puerta y solo un gol. Fermín, Raphinha y su vaselina al larguero, Lewandowski… La lista de errores en el área cholista le abrió el camino de la derrota.

Sorloth celebra el segundo gol atlético ante la desesperación barcelonista.

Sorloth celebra el segundo gol atlético ante la desesperación barcelonista. / EFE

2.- La presión por bandera

Tres cambios hizo Flick en el once inicial. Uno por línea. Y lo que logró el entrenador alemán es, sobre todo, recuperar la intensidad, apoyado en las piernas frescas de Gavi y Fermín, sostenido por la exquisita salida de balón que le ofrecía Pau Cubarsí. Sentado Dani Olmo, el fichaje estrella de este pasado verano, en el banquillo, el Barça recobró las constantes vitales que le hacen un equipo eléctrico, vertical y, además, conquistando cada metro cuadrado de Montjuïc como si le fuera la vida en ello. Y le iba de verdad.

Anuló de tal manera al Atlético que lo dejó seco en la primera mitad. Ni tiró a la portería de Iñaki Peña, asfixiando a los jugadores rojiblancos, incapaces como quedaron para sortear esa enorme y, bien realizada. Todo se derrumbó en la segunda mitad.

Marc Casadó pela con Koke en el Barça-Atlético de Montjuïc.

Marc Casadó pela con Koke en el Barça-Atlético de Montjuïc. / Efe / Alberto Estévez

3.- Una mala noche de Marc Casadó

Estuvo bien en la primera mitad, al igual que todo el Barça. Pero en la segunda, castigado por el cansancio, se vio la versión más pobre de Marc Casadó. Tan impreciso estuvo que Flick ordenó a Marcus Sorg, su ayudante, que lo sacara colocando a Eric García como medio centro. Un error de Casadó permitió el tanto del empate del Atlético. Un error que le costó caro, demasiado caro.

Quiso rechazar la pelota hacia atrás, pero se transformó en una cesión para Rodrigo de Paul, que aprovechó tal regalo. En realidad, pareció una asistencia del joven de La Masia hacia el centrocampista argentino. Ese fallo costó el tanto rojiblanco. Y el segundo, una pérdida de pelota en el inicio de una acción ofensiva, casi tiene igual de caro peaje porque Pablo Barrios se quedó solo y topó con el cuerpo de Iñaki Peña. Cuando llegó el gol de Sorloth, Casadó ya estaba en el banquillo.

Pedri marca el 1-0 del Barça sobre el Atlético en Montjuïc.

Pedri marca el 1-0 del Barça sobre el Atlético en Montjuïc. / Reuters / Albert Gea

4.- Ni con un gran Pedri bastó

 El mejor Pedri no fue suficiente. Ofreció una exhibición futbolística, llena de personalidad y carácter. No solo por el gol sino porque decidió coger el mando del Barça, capaz como era de llevar la iniciativa, anulando al Atlético en casi todas las fases. Estuvo lúcido el canario, guiando con sabiduría el partido hasta que terminó siendo el dueño. O eso creía. Acabó exhausto porque no entendía lo que había sucedido en la segunda mitad cuando el Atlético le pasó por delante, devastado emocionalmente porque se le volvió a escapar otro encuentro.

Raphinha se lamenta de un error en el Barça-Atlético de Madrid en Montjuïc.

Raphinha se lamenta de un error en el Barça-Atlético de Madrid en Montjuïc. / Efe / Siu Wu

5.- La pérdida de Raphinha y el séptimo gol encajado en el cuarto de hora final

Estaba el Barça atacando en los últimos minutos porque no le valía de nada el empate con el Atlético. Y entonces Raphinha tomó una decisión equivocada al hacer un pase interior en vez de colocar en el balón en el área donde estaban todos sus compañeros esperando el centro para rematarlo. En esa pérdida del brasileño nació el contragolpe del 1-2 siendo, además, el séptimo tanto encajado en el cuarto de hora final. Siete de 22 recibidos.