Champions League
Mbappé, Vinicius y Bellingham hacen bueno el órdago de Ancelotti ante el Atalanta
El francés se retiró con molestias musculares, mientras Courtois y la pegada blanca salvaron un partido complicado en el que el Atalanta les martirizó
Fermín de la Calle
Fermín de la CallePeriodista
Ancelotti aceptó el envite de Gasperini y elevó la apuesta a un órdago que resultó bueno gracias a los goles de las estrellas blancas. Los tantos de Mbappé, Vinicius y Bellingham transformaron un martirio en una victoria de postín en la que supieron sufrir sometidos por un Atalanta ante el que terminaron defendiendo con una línea de cinco. Las siete paradas de Courtois y la pegada de la BMV maquillan uno de esos partidos que cualquier otro equipo habría perdido, pero el Madrid acostumbra a ganar. Carletto sale reforzado de Bérgamo y la única mala noticia fue la sustitución de Kylian, que se retiró con molestias musculares. Ese es el verdadero rival del Real Madrid en este inicio de temporada
Nunca ha buscado tanto en el fondo de su pizarra Carlo Ancelotti. Jamás había tenido un desafío como el de este año, con un Real Madrid desconfigurado por Mbappé y las lesiones. En Bérgamo se medía a un Atalanta suicida dirigido por un viejo zorro y buen amigo suyo, Gian Piero Gasperini. Otro maestro del tablero que cumple nueve años incomodando a los rivales creando un contexto extremo de juego con una defensa al hombre por todo el campo. Hace casi una década que jugar contra su Atalanta, independientemente de los jugadores que tenga, es una visita al dentista.
Al duelo llegaba el Madrid exigido tras tres derrotas en Champions, pero más que matemáticamente por una cuestión de credibilidad. Y ante este reto Carletto aceptó el tiroteo y decidió alinear a sus mejores pistoleros: Vinicius, Mbappé, Bellingham, Brahim... Puestos a intercambiar golpes, mejor lucir pegada. Atrás apostaba por Tchouameni, con mejor primer pase en la salida que Asencio, consciente de que la presión alta local ocasionaría problemas. A la brújula Ceballos por un Modric al que sus 39 años condenan a una incómoda intermitencia. Así que ante el envite de Gasperini Ancelotti, en lugar de darse mus, planteaba un órdago.
Zarpazo de Kylian
Al minuto y medio Mbappé ya había hecho trabajar a Carnesecchi y a los tres, Lookman a Courtois. Los dos, conscientes de la pegada rival, acababan todas sus jugadas mientras Ancelotti y Gasperini se miraban de reojo con una sonrisa socarrona. A los nueve minutos un pase filtrado de Brahim, quien mejor leyó el partido en el medio, fue aprovechado por su amigo Kylian para abrir el marcador. La apuesta de Carletto arrancaba bien. El choque era vertiginoso y en una misma jugada, en el minuto 13, Tchouameni salvó el empate de Lookman para que en la continuación Carnesecchi evitase la sentencia de Mbappé.
Lejos de desinflarse el Atalanta elevó las revoluciones llevando el partido a una dimensión trepidante. Lookman hacía daño a un Lucas al que se le ven las costuras en el lateral ante extremos 'encaradores', pero Rudiger y Tchouameni tapaban las vías de agua de sus laterales. El fútbol a revientacalderas del Atalanta asfixiaba a un Madrid desaparecido en ataque. El panorama se complicó más cuando a los 35 minutos Mbappé se retiró renqueante. El francés se marchaba con otro muesca en el revólver, entrando por él un Rodrygo que, pese a sufrir molestias musculares, salió casi sin calentar. Y cuando el Madrid ya saboreaba irse al descanso con una renta mínima, Kolasinak apareció en el descuento por el pasillo del 8 y se cruzó en su camino un deslabazado Tchouameni que evidenció que no es central. Trabó al bosnio en el área y De Ketelaere no perdonó desde los once metros ante su paisano Courtois. El tesón del Atalanta encontraba premio ante un Madrid que se fue desfigurando con el paso de los minutos y la marcha de Mbappé.
Dos goles en dos minutos
El descanso no enfrió el fragor local mientras el partido seguía sin noticias de Bellingham, Ceballos o Valverde. Se mascaba el segundo gol local, que evitó Courtois con una mano a Lookman. Y entonces el Madrid demostró que tiene la pegada terrorífica de Tyson en dos minutos en los que Vinicius sacó petróleo en un balón sin aparente peligro en el que aprovechó un rebote para marcar, y luego regaló un pase al espacio en el que Bellingham cocinó a fuego lento remate a la red con la izquierda después de amagar el disparo con la derecha.
La BMV sacaba músculo el día D en la hora H. En campo de un Atalanta que solo había recibido un gol en cinco partidos, Mbappé, Vinicius y Bellingham hacían bueno el órdago de Ancelotti en el planteamiento. Adonde no llegaba el fútbol llegaba la pegada blanca. Entre los tres suman ya 31 goles esta temporada, justificando la apuesta ultraofensiva de un Carletto al que le llevan buscando los pies desde el inicio de temporada dentro del club.
Pero dar por muerto a un equipo suicida como el Atalanta que revive varias veces en cada partido es mala decisión. Y en el minuto 64 Lookman se desquitó atornillando al poste corto de Courtois un lanzamiento que pasó entre las piernas de Lucas. Había partido, pero el Madrid apretó los dientes, se pertrechó atrás con tres centrales e hizo buenos los goles de su deslumbrante tripleta ofensiva gracias a las paradas de su estrella más fiable, un tal Thibaut Courtois.
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