Jabari Parker: "No le vi sentido a volver a la NBA y dejar algo tan bonito"

Jabari Parker ha recogido la reconocible melena Motown que lucía la pasada temporada en Barcelona. Sin ella no parece Jabari Parker. Pero el alero estadounidense, de 29 años y 2,01 de altura, demuestra en esta entrevista a EL PERIÓDICO que no ha cambiado por dentro. Sigue siendo un muchacho de voz sedosa, pensamientos bien articulados, conversación multitemática y muy consciente de su vida privilegiada.

Fue un número 2 del draft después de destacar en la universidad de Duke, aristocracia del baloncesto, e iba para estrella total en la NBA, pero las lesiones podaron su carrera. En Barcelona, en su primera experiencia fuera de EEUU, reencontró, admite, la diversión por el baloncesto. Por eso renunció este pasado verano a regresar a la liga profesional de su país pese a las propuestas que le rondaron. Hombre de profundas convicciones religiosas, empieza una segunda temporada en el Palau más a gusto con su cuerpo que nunca.

Al .concluir la pasada temporada dio una entrevista en que se mostró tan emocionado que no pudo acabarla. Se dijo que era porque había completado un curso sin lesionarse. ¿Era eso?

No fue por eso. Han pasado ya siete años desde la última lesión. Fue más por haber jugado a baloncesto al más alto nivel y disfrutar, porque llegó un momento en que no tenía confianza de poder volver a jugar al baloncesto como creía que podía tras mis últimas experiencias en la NBA.

Fue cortado por sus últimos equipos en la NBA. Cabe entender que necesitaba un buen año.

Lo necesitaba. Para mí ante todo. No vine aquí a Barcelona a revitalizar una carrera, sino que vine a disfrutar del baloncesto. Tuve mis dudas, pero todo fue como un sueño hecho realidad.

¿Es cierto que este verano recibió ofertas de la NBA y pudo irse?

Recibí algunas propuestas, pero no le vi sentido a dejar algo tan bonito como es jugar para este club y estos aficionados. Marcharse después de solo un año sería tirar por la borda todo lo que intentamos construir aquí. Mi cuerpo está bien, me siento fuerte como nunca, y ya veremos qué depara el futuro, pero ahora mismo no busco volver a la NBA.

¿No siente un deseo de reivindicarse en la liga norteamericana después de haber saltado de equipo en equipo? Seis en ocho años.

No tengo que hacerlo. Jugar contra los equipos de aquí en la Liga y la Euroliga es en realidad un desafío mayor. Cada partido tiene una enorme intensidad que me encanta.

Ahora empieza su segunda temporada en Barcelona. ¿Cree que va a variar su papel en el equipo?

No creo. Aún estoy aprendiendo. Voy con la mente abierta. Y me siento muy bien aquí.

¿Ha percibido diferencias ya entre Joan Peñarroya y Roger Grimau?

Por ahora he detectado diferencias en la comunicación. No es que uno sea mejor que el otro. Veo que Joan comunica distinto a Roger. Joan va más paso a paso, y Roger es más un entrenador de veteranos. Ya tienes que saber ciertas cosas y no se repite.

¿Entendió el cambio?

Lo entendí. Porque desgraciadamente el entrenador afronta las consecuencias de los resultados y es parte del negocio. No logramos lo que nos propusimos. Y no fue culpa solo del entrenador. Pero la dirección de la sección quiso tomar otro camino.

¿Siente que el equipo ha mejorado con las nuevas incorporaciones?

No es que hayamos reemplazado a jugadores que eran peores, sino que hemos añadido diferentes piezas que nos pueden ayudar de formas distintas.

Es su primera experiencia fuera de su país y se ha destacado lo bien que se ha adaptado a Barcelona.

No es difícil. No estoy en un país del tercer mundo. Estoy en España, un país avanzado, bien conectado, con toda la tecnología necesaria, y una ciudad con buen transporte. Incluso la gente aquí habla tres idiomas. No me costó nada aterrizar aquí. Todos deberíamos pasar un tiempo de nuestras vidas en diferentes partes de la Tierra. Algunos se pasan la vida en el mismo lugar. Pero el mundo nos pertenece a todos, no es de una sola persona, y tendríamos que saber navegar por él.

Utiliza habitualmente transporte público. El club hizo incluso un vídeo de eso. ¿Se siente una persona muy urbana?

Sí, crecí en Chicago. Allí cogía el autobús, el tren, y aquí, viviendo en el centro de la ciudad, en el Eixample, el transporte público te lleva a cualquier parte. Más rápido, además. No me tengo que preocupar de aparcar. Me gusta caminar y la mejor manera de conocer una ciudad es pisándola. 

¿No tiene coche?

No, no lo necesito.

¿Y cómo ha venido aquí a la Ciutat Esportiva? 

Cojo el autobús. 

¿Y la gente no le reconoce?

Qué va. La gente tiene sus propios problemas. No se fija en mi.

Tenemos entendido que es una persona de múltiples intereses. ¿Le ayuda en el baloncesto esta capacidad de cambiar de registro?

Tener una vida al margen del baloncesto y cultivar otros intereses me ayuda mucho. Pone las cosas en perspectiva. Al fin y al cabo, es solo deporte. A ver, no le quito valor. Todavía quiero complacer a los seguidores lo que paga por vernos. Pero practico un juego de niños. Como el fútbol. O el tenis. Me gano la vida con ello y lo disfruto. Hago lo quiero hacer, lo que amo. No es lo mismo que estar en el ejército, o ser policía, o trabajar en servicios de limpieza. Esta gente se tiene que levantar cada mañana para un trabajo que es más duro e implica más presión. El mío es fácil. 

¿Sigue el proceso electoral en EEUU?

Si.

¿Qué piensa de cómo va la campaña?

Cuanto mayor me hago, más me decepciona la política. Ninguno de los líderes cumplen sus promesas. Incluso alguien tan radical como Donald Trump, que dijo que iba a construir un gran muro, y ¿dónde está ese muro? ¿Y por qué necesitamos gastar dinero en un muro? O incluso Obama, que cuando era presidente dijo que iba a ayudar a las comunidades, en especial las negras, y no se vieron muchos cambios. Así que ya no creo que sea labor de un presidente cambiar ciertas situaciones, es responsabilidad de las propias comunidades, y por eso me involucro, y la gente en las ciudades se ha involucrado para asumir la responsabilidad de sus propios barrios. 

¿Se refiere a los barrios negros?

Yo puedo hablar de la población negra. Tenemos que hacerlo mejor. Mira las comunidades latinas. Les está yendo mejor en cuanto a empleo. Y no digamos la población china, los números uno en todas las escuelas en EEUU. Y nosotros continuamos abajo.

¿Va a votar?

No. Estoy decepcionado con los dos lados. Votaré en las elecciones locales, pero las presidenciales siento que me caen lejos.