Cerezo denuncia que aficionados del Atlético han sido "heridos de gravedad" en Bilbao

La previa de la semifinal de la Copa del Rey entre Athletic y Atlético de Madrid ha empezado con muchos incidentes en los aledaños de San Mamés. Tras un cálido recibimiento a los 'leones', los ultras comenzaron a lanzar vallas y la policía ha tenido que refugiarse en el interior del estadio, mientras los más extremistas no cesaban su violencia.

Así lo ha hecho saber el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, que ha denunciado una agresión a aficionados colchoneros por parte de ultras bilbaínos: "Ha sido en un bar, les han agredido y herido de gravedad". Dicho aficionado ha sido hospitalizado tras sufrir dos brechas de consideración, una en la cabeza y otra en el rostro.

El presidente del Athletic, Jon Uriarte, también ha manifestado su rechazo ante estos actos violentos: "Hay personas que no respetan nada. Estamos en contra de cualquier expresión de violencia". Aunque ha querido resaltar que estas actitudes inaceptables han llegado solo por parte de una minoría. "El recibimiento ha sido muy bueno. Había una multitud esperando al equipo con gritos y aplausos".

La policía huye al interior de San Mamés

Tras el cálido recibimiento al autobús del Athletic, al que no pudieron acercarse por el cordón policial, un grupo radical volcó la valla que delimitaba el perímetro y comenzaron a lanzar a la policía objetos.

Fue entonces cuando la Policía Autonómica Vasca (Ertzaintza) huía en busca de un refugio, al ver que se había roto el cordón de seguridad. Algo que no pareció preocupar en exceso a los radicales, que continuaron con los ataques y la violencia hacia los agentes.

Así, las imágenes más rotundas, emitidas por Movistar Plus+, muestran a este grupo agarrando vallas de seguridad y lanzándolas contra los límites del propio campo.

Los agentes han interceptado un autobús de los ultras del Atlético

La Ertzaintza era conocedora del alto riesgo que suponía este partido. Así, se había instalado un amplio despliegue de seguridad tanto dentro como fuera del recinto deportivo, lo que ha llevado a los agentes a interceptar un autobús en un área de servicio a 20 minutos de Bilbao, en la gasolinera de Ugaldebieta. En dicho autobús viajaba un grupo de seguidores radicales del Atlético de Madrid, cuya llegada era conocida por las autoridades policiales.

El club bilbaíno hacía un llamamiento a su afición para que respetase las medidas de seguridad establecidas recordando incidentes previos, aunque parece haber servido de poco, pues muchos aficionados han manifestado en redes sociales el horror y el miedo que han vivido en los alrededores de San Mamés.