Champions

João Félix y la negación del hijo pródigo

Criado en el Oporto, a donde acudía tras recorrer 260 kilómetros diarios desde su Viseu natal, acabó ganándose la enemistad del club de los 'Dragones' tras fichar por el Benfica con 16 años

João Félix, en Do Dragão este miércoles.

João Félix, en Do Dragão este miércoles. / Miguel Riopa / Afp

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Francisco Cabezas
Francisco Cabezas

Jefe de Deportes de EL PERIÓDICO

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Probablemente la historia ya la conozcan. Y si no es así, quizá puedan emparentarla con muchas otras que tienen que ver con niños prodigio que rompen con los lugares donde se criaron. Porque João Félix, el crío que recorría a diario con sus padres, maestros de secundaria de educación física, los 260 kilómetros que separaban su Viseu natal y Oporto acabó recalando en Lisboa para alistarse en el Benfica. Tenía 16 años. Ya fuera por su físico, aparentemente frágil, ya fuera porque sus entrenadores no confiaban lo suficiente en él, la historia en Oporto acabó de manera abrupta. Do Dragão perdió un hijo pródigo y ganó algo así como un enemigo.

Cuando João Félix asomó este martes por la sala de prensa del estadio de los dragones como nuevo estandarte de un Barcelona donde sueña a préstamo, mantuvo esa pose de joven cándido que poco tiene que ver con ese carácter volcánico que de vez en cuando aparece, sobre todo cuando ve su fútbol amenazado.

En las tripas de Do Dragão, tras pasar por varios pasillos y salas donde se recuerdan algunas de las grandes hazañas del doble campeón de Europa portugués -impacta una gran fotografía de su ex técnico José Mourinho en la entrada de párking-, pudo João Félix tomar el púlpito mediático. Lo hizo mordiéndose los labios, tocándose la oreja izquierda, luego el micro, pero seguro de su postura.

Mordiéndose los labios, tocándose la oreja izquierda y luego el micrófono, João Félix no se movió un centímetro del discurso que tenía planeado dar. Alejado de toda polémica, pero proclive a mostrar esa nueva buenaventura que por ahora le acompaña vestido de azulgrana.

Restó importancia al hecho de enfrentarse al Oporto -"mi sueño es marcar goles en cualquier sitio, en Do Dragão o donde sea"-, pero se revolvió cuando le insistieron en que detallara las diferencias de esta etapa con la turbulenta del Atlético: "Las preguntas son siempre las mismas. La diferencia se puede ver en todo. En el equipo, en el club, en la forma de jugar... Con eso no quiero decir que esté mal cómo juega el Atlético, pero me adapto mejor al juego del Barcelona. Necesitaba cambiar de aires, tal y como hice en enero pasado con el Chelsea. Ahora soy feliz, mi familia está bien. Y eso es lo más importante".

Entre las cinco veces que el ex jugador del Atlético ha jugado en Do Dragão, la que más impacto provocó en la hinchada rival fue la de febrero de 2019, cuando, aún con la camiseta del Benfica, consiguió marcar el gol del triunfo e impedir el título de su gran rival. Momento que quedó en el historial de un João Félix que insiste en no mirar atrás.

Xavi huye de los 'fantasmas'

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Tampoco quiere hacerlo Xavi Hernández, quien protagonizó una rueda de prensa con la clara intención de calmar tanto al 'entorno' como a su propio vestuario tras años de desencuentros en Europa: "Parece que veamos fantasmas en la Champions, pero tenemos que abandonar todo eso. Podemos pensar en positivo también. Aquí también hay jugadores que han ganado muchos partidos en Europa, como Gündogan, que es campeón".

"Tenemos que volver a mostrar un buen fútbol en Europa y ser competitivos. Es la asignatura pendiente en este proyecto. Y estamos en un escenario ideal para hacerlo", zanjó Xavi, que este miércoles cumple 100 partidos como técnico del Barça. Y lo hace con varias lecciones aprendidas: "He aprendido a equilibrarme. A tratar todo con más naturalidad. Esto es fútbol, y se puede ganar, pero también perder".