Final de la Champions ante el Wolfsburgo | El Barça solo tiene una cosa en la cabeza: reinar en Europa

Quien olvida su historia está condenado a repetirla, dicen. No solo por no repetir aquello que te ha causado dolor, sino por no asumir los aprendizajes extraídos. El Barça defiende haber aprendido de la final de Turín. El golpe de realidad, tan crudo como inesperado, fue demoledor. Ahora, en Eindhoven, no quieren repetirlo. Con Alexia capitaneando, las azulgranas salen este sábado (16.00 horas, DAZN, TVE y TV3) a recuperar la corona europea. Quieren volver a llevarse la Champions a Barcelona, y no están dispuestas a negociar.

Desde Eindhoven, el Barça mira de reojo Turín. Con recelo, sin ganas de que vuelva, pero tampoco sin querer que su recuerdo desaparezca. "El momento fue traumático", reconoce Putellas, transparente horas antes de la gran cita. "Trabajamos mucho para ganar la final y no pudo ser. Estuvo muy igualada, pero fue nuestro peor partido de la temporada. Los pequeños detalles marcaron la diferencia, igual que mañana", añade la capitana, quien no tiene pudor en hablar claro horas antes de medirse contra el Wolfsburgo.

El dolor que generó en la plantilla la derrota ante el Olympique de Lyon en la final ha estado presente durante esta temporada. No siempre de forma explícita, pero en cada entreno había un poco de ese momento. De cuando Alexia rompió a llorar derrotada sobre el césped, de cuando les pusieron la medalla de plata y no de oro, del recuerdo de tener que ver desde lejos cómo se levantaba la Champions al cielo de Turín.

Renacer culé

El trabajo psicológico ha sido clave. En Turín, el Barça se clavó una espina que solo ha podido ser tratada con determinación y constancia durante toda la temporada para llegar a Eindhoven con la confianza renovada. "El trabajo no es de final a final. Hemos jugado en el Spotify Camp Nou, en Stamford Bridge... Es importante todas las experiencias que hemos ganado desde la temporada pasada. Tenemos más paciencia que otros años. Tenemos muchas opciones de ganar la final. El recuerdo de Turín ya no está con nosotros", cuenta Jonatan Giráldez, que afronta su segunda final en el banquillo azulgrana.

Pese a que en el mundo del fútbol todo gira en torno a la pelota, hay muchísimos factores que hay que evolucionar a su vez para poder llegar a ser un equipo campeón. Alexia Putellas, emblema de este Barça histórico, es un gran ejemplo de ello. Tras su lesión, parece que ha vuelto más fuerte que nunca. Y no solo sobre el césped. "Hay que saber gestionar la presión siempre", relata. "Cuando te pones esta camiseta, ya sabes lo que implica. Tenemos que rozar la perfección".

La afición se vuelca

Pese a las innumerables diferencias entre los escenarios de Turín e Eindhoven, hay una similitud vital: el compromiso de la afición. "Turín te sabe el doble de mal por la gente que se ha desplazado, por la gente que te anima. Sin embargo, lo mejor de todo es que esa derrota no hizo cambiar nada a la gente. Siguen estando con nosotros, nos siguen apoyando y siguen viajando. Espero que muchos lo demuestren viniendo a Eindhoven", decía Mariona Caldentey en una entrevista con EL PERIÓDICO.

Y, como no podía ser de otra manera, los culés han respondido. "Agradezco el esfuerzo que está haciendo la gente. Muchos vienen en autobús desde Barcelona, que son unas 15 horas. El esfuerzo económico, de tiempo... Han respondido y tendremos su 'push'. No puedo decir que eso nos hará ganar, pero es un condimento más para acercarnos a la victoria", agradecía Alexia a los más de 8.000 aficionados azulgranas procedentes de Barcelona para acompañarlas en la gran final.

El Barça, con (casi) todas

Con su gente en las gradas, las azulgranas de Jonatan Giráldez quieren imponer su reinado en el Philips Stadion. Contra el Wolfsburgo, un conjunto letal en el contragolpe y con una gran facilidad para hacer gol en los balones parados, quieren demostrar que han cambiado. Que lo que aprendieron ha servido y han podido recuperar el título, ese es el objetivo. Pese a la duda de Osholoa, Giráldez cuenta con todas sus futbolistas por primera vez en la temporada.

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